En el fútbol —y más en el actual— si sales relajado, sin tensión y sin un plan claro cualquier equipo te puede ganar. Ancelotti sacó en Alcoy un once reconocible, con tres titulares —Casemiro, Militao y Alaba—, a los que sumó ocho futbolistas suplentes, esos que coquetean con la titularidad o forman parte de las primeras rotaciones —Rodrygo, Valverde, Camavinga o Hazard—. El caso es que los blancos jugaron sin ganas, sin ritmo y, lo que es peor, sin una idea de juego. Parecía que el entrenador había dado día libre a la pizarra, quizá porque pensaba que solo con la calidad individual se iba a ganar fácil. El resultado fue un pésimo Madrid, con una pésima dirección de juego y con algunos jugadores flirteando con el ridículo. Cerca estuvo la eliminación de la pasada temporada ante el mismo rival, que en muchos momentos fue superior por ganas y por ideas.
ALINEACIÓN: (4-3-3) Lunin; Nacho, Militao, Alaba , Marcelo; Camavinga, Casemiro, Valverde; Rodrygo, Mariano, Hazard.
EL PLAN: Todo pareció improvisado y tácticamente sujeto con alfileres.
LO MEJOR: Militao demostró con sus acciones y su superioridad en el juego que es un futbolista de élite.
LO PEOR: Marcel rayó en el ridículo.
LA CLAVE: Dos rebotes solucionaron un partido que el Madrid no merecía por juego.
Uno por uno:
Ancelotti: Cuesta mucho entender algunas de sus decisiones técnicas, quién rota y quién no, a qué jugadores usa y por qué. Es probable que en la alineación copera pesasen más algunas decisiones políticas para la buena convivencia y el control del vestuario que las razones tácticas o técnicas. Lo cierto es que a la nula dirección de juego se sumaron problemas que el equipo arrastra desde el inicio del campeonato. Sólo tendrán solución este verano con la salida de varios jugadores y la llegada, por fin, de futbolistas que sumen. Ancelotti se equivocó en Alcoy y mucho. Su plan táctico estuvo sujeto por alfileres. Su propuesta era tan simple como esta: “Que cada uno se busque la vida”. Si Ancelotti no ayudó con su once, tampoco lo hicieron algunos jugadores que de nuevo quedan muy señalados.
Lunin: Sin mucho trabajo. Lo que le llegó lo resolvió con seguridad. El gol pareció imparable o al menos muy complicado de parar. En su debe, sus patadones sin ton ni son cuando le tocó jugar el balón con el pie. En este aspecto, su rendimiento es muy mejorable.
Nacho: Ejerció de lateral derecho. No sufrió en defensa y supo cerrar bien su banda, pero apenas se desdobló en ataque. No se entendió con Rodrygo. Tampoco brilló en la nula circulación del balón.
Militao: El mejor jugador del Madrid. Sobrio, rápido, concentrado y brillante en algún desplazamiento largo de balón y en alguna arrancada. Abrió el marcador con un remate de cabeza a la salida de un córner. Fue el único que dominó el cuerpo a cuerpo que buscaba Mourad, un jugador de físico poderoso.
Alaba: Mourad volvió a dejar claro que Alaba no es central. Incapaz de superar a un futbolista que es solo físico. Sin embargo, se mostró brillante cada vez que pasó de mediocampo en posiciones de volante. Sin la jerarquía de otros partidos con el balón, notó mucho la ausencia de Modric y Kroos a la hora de salir jugando desde atrás.
Marcelo: Incomprensiblemente, Ancelotti decidió que fuera titular. Firmó un partido dantesco con una imagen de exfutbolista sonrojante. Es imposible entender que Miguel Gutiérrez no tenga esos minutos que el italiano le regala a un Marcelo incapaz de ser mínimamente competitivo ante un equipo de Primera federación.
Valverde: Lleva un año estancado. Era un partido para que él demostrase jerarquía y capacidad para ser una opción clara para dar descansos a Kroos o Modric. Estuvo perdido y sin sitio, sin calidad con el balón para dominar desde la asociación. Tampoco aprovechó un partido que estaba roto y generaba mucha ida y vuelta. El globo del uruguayo se empieza a desinflar.
Casemiro: Ni la sombra de quien se supone es. Sin jerarquía en el juego, sin peso con el balón. Casemiro cada día se hace más pequeño en el juego. Sin Kroos y Modric, y ante un equipo que la semana que viene jugará contra el Castilla, se movió sin la más mínima autoridad. Quedó muy señalado en el 1-1, cuando Vega se deshizo de él como si fuera un juvenil.
Camavinga: Con mucho el mejor del mediocampo. Centró mucho su posición y se comió a Casemiro en la salida del juego. Trabajó mucho en defensa y apoyó continuamente al jugador que tenía la pelota. Da la sensación de que jugando de interior con mucho vuelo tiene problemas para gestionar tácticamente esa libertad. Como mediocentro posicional, más sujeto tácticamente, rinde mejor, pese a algún despiste puntual.
Rodrygo: Dejó pasar una oportunidad para dar un golpe en la mesa. Sin Benzema y sin Vinicius, el extremo brasileño intentó cosas, pero no terminó de tener protagonismo en ataque. Le costó desbordar y no encontró nunca ni a Mariano ni a Hazard para asociarse.
Mariano: Es una pena, pero cuatro años sin jugar tienen un costo y el suyo es haber perdido gestos de delantero. Mariano corrió y presionó, pero no tiene ni el timing ni la pausa para resolver muchos de los balones que le llegan. Casi siempre se maneja de forma atropellada y sin calidad. Una primera parte para olvidar: ni fútbol ni remate. Se retiró lesionado
Hazard: Le puso ganas e intentó agilizar el juego bajando a recibir a posiciones muy retrasadas. Recibió mucho de espaldas, muy lejos de donde él puede hacer daño. Aunque mantuvo la posesión y brilló con algún regate, todo lo hizo en zonas muy cómodas y sin ser una opción de peligro. Se le nota una calidad diferente cuando recibe la pelota, pero esa calidad y ese regate, sin velocidad y verticalidad, y tan lejos del área, ya no es diferencial.
CAMBIOS:
Asensio: Entró en el 47’ por Mariano. No cambió el ritmo del partido y se limitó a su habitual trotar sin verticalidad ni desborde. Un disparo blando se convirtió en el 1-2 gracias a un rebote.
Kroos: Entró en el 77’ por Camavinga. Con 1-1 y el control del partido en manos del Alcoyano, Ancelotti le puso a calentar. Poco después el Madrid hizo el 1-2 y en cuanto pisó el campo el 1-3. Se limitó a circular la pelota en los últimos minutos, apoyándose en Isco y Ceballos.
Isco: Entró en el 77’ por Hazard. Fue salir y marcar en una jugada con varios rebotes. Dejó un par de filigranas con el balón que recordaron al jugador de calidad que fue.
Vallejo: Entró en el 85’ por Alaba. Descanso para el austriaco. Anecdótico.
Ceballos: Entró en el 85’ por Rodrygo. Tras cinco meses lesionado, jugó sus primeros minutos. Veremos que rol le da Ancelotti.