En el espacio temporal que va desde la clasificación de grupos de la Champions al primer duelo de cruces en Europa, el Madrid se ha dedicado y se dedicará a jugar partidos domésticos. Ganar la Supercopa y liderar la Liga sólo significa que es el tuerto en el país de los ciegos. El Elche se sumó a Levante, Espanyol, Osasuna, Cádiz y Getafe para dejar claro que al Madrid no le sobra nada. En el día del homenaje a Paco Gento, el equipo de Ancelotti salió dominante y mandón, llegó y remató con continuidad y cierta soltura. Sin embargo, pronto se vio que en ataque y ante el gol estaba limitado Benzema, que no tuvo un buen día.
ALINEACIÓN: (4-3-3) Courtois; Lucas Vázquez, Militao, Alaba, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Vinicius, Benzemá, Hazard.
EL PLAN: El Madrid jugó a lo habitual la primera parte. En la segunda, con 0-1, Ancelotti restó con sus decisiones tanto tácticas como técnicas. Convirtió el partido en un correcalles sin sentido.
LO MEJOR: La capacidad de reacción del equipo pese a jugar una penosa segunda parte.
LO PEOR: La pésima dirección de campo de un Ancelotti, cuyas decisiones penalizaron a su equipo.
LA CLAVE: Ancelotti y sus cambios. Con ese sorprendente 4-2-3-1 que por momentos era un 4-2-4, metió al Madrid en un caos posicional incomprensible.
Ancelotti: Tomó decisiones muy cuestionables. Hizo titular a Hazard en banda derecha y repitió su once de cada día, castigando físicamente a muchos jugadores cuando podía/debía haber rotado alguna posición más. En la primera parte solo la falta de acierto evitó que se fuera al descanso con una cómoda ventaja. Con 0-1, Ancelotti tomó la decisión de sustituir a Kroos, el hombre sistema del mediocampo y quien asegura el orden en la circulación del balón. Apostó entonces por un 4-2-3-1 que le entregaba el equipo a un Hazard desaparecido en la mediapunta. El partido se convirtió en un 4-2-4 con Mendy de espíritu libre apropiándose del balón en muchos momentos y jugando, de nuevo, a una altura muy difícil de comprender. Esa remontada final con tintes épicos (otra vez), no puede ni debe tapar los errores tácticos y técnicos, ni la sensación de que una cosa es predicar en las ruedas de prensa (Ceballos, Camavinga, Valverde, el cansancio) y otra dar trigo.
Courtois: Vendido en los dos goles ilicitanos. El Elche solo remató tres veces entre los palos. Esta vez el belga no se pudo poner el disfraz de héroe.
Lucas Vázquez: El repliegue del Elche y que solo jugase con dos puntas le permitió jugar casi como un extremo todo el partido. Creó un espacio a su espalda que utilizó con inteligencia el equipo alicantino para poder correr a la contra. El 0-1 llegó por su banda, donde Hazard nunca le dio ayudas defensivas. Más acertado en ataque, esta vez mejoró la calidad de sus centros.
Militao: Muy serio en defensa. Ganó la mayoría de los duelos tanto a Lucas Boyé como a Lucas Pérez, aunque se comió el centro del 0-1. Algo acelerado con el balón en la segunda mitad. Supo aprovechar su poderío físico tanto en defensa como en ataque cuando el partido se volvió un correcalles.
Alaba: En días así queda claro que el austriaco es un gran jugador pero no un gran central. Falló en el 0-1 con un pésimo balance defensivo a la espalda de Militao, lo que dejó solo a Boyé. Como siempre, sufrió mucho en sus duelos físicos y no pudo compensar sus problemas atrás con su pulcro manejo en la salida del balón y sus apoyos al mediocampo. En los minutos finales y con el Madrid disfrazado de ejército de Pancho Villa, actuó como improvisado lateral izquierdo.
Mendy: Hace años, el Madrid fichó a un jugador, Villarroya, del que se decía que “cuanto mejor jugaba Villarroya peor era para el Madrid”. Ante el Elche el francés estuvo tremendamente participativo: apareció tanto en defensa como en ataque, por fuera y por dentro y, de forma surrealista, en los minutos finales ejerció casi como “organizador” del juego. Arriesgó muchísimo en acciones defensivas y se atropelló muchísimo en acciones ofensivas. Hizo de todo, pero dio la sensación de estar muchas veces en sitios y en acciones que no le corresponden ni por calidad ni por sentido táctico.
Modric: De más a menos. El croata comenzó el partido muy mandón, apoyado en un Kroos menos brillante pero efectivo. El dominio sin resultado y posiblemente el cansancio y la necesidad de dar la vuelta le dejaron en mitad en un correcalles. Allí se perdió tácticamente, en ese 4-2-3-1 que luego fue un 4-2-4 y hasta un 3-2-5. Sin pies ni cabeza. Corrió mucho, demasiado, y dejó como siempre gestos de gran calidad.
Casemiro: El partido tuvo un perfil muy incomodo para el actual Casemiro. Con mucho espacio a su espalda, con Lucas Vázquez jugando muy arriba y sin apenas ayudas de Hazard en esa banda, llegó casi siempre tarde. Torpe y lento con balón, la salida de Kroos le desnudó por completo. En los minutos finales le puso más coraje que juego actuando como líder anímico.
Kroos: En la primera mitad, y junto a Modric, se apoderó del partido, girando una y otra vez al medio campo ilicitano. Se le notó cansado al igual que Modric y Casemiro. Sustituido en el 64’ por Rodrygo. Su ausencia dejó a las claras uno de los grandes problemas de esta plantilla: sin Kroos sobre el campo el equipo pierde circulación de balón, orden y, lo peor, sistema.
Hazard: Comenzó activo y participativo, pero la realidad es que a su fútbol le falta todo lo que le hacía diferente. Sin velocidad, sus regates no desbordan y además él busca solo acciones muy claras, sin arriesgar. Se fue del partido sin un solo disparo a puerta. En la primera parte huyó de la banda y se la dejó a Lucas Vázquez, al que nunca dio ayudas defensivas. En la segunda mitad, sin Kroos sobre el campo y ya como claro media punta, fue desapareciendo del partido. Su presencia no mejoró en nada a las prestaciones de Rodrygo o Asensio ni en banda ni en la mediapunta.
Benzema: Acertado en los movimientos, los desmarques y las ayudas. Solo se le volvió a atravesar la finalización. Falló un penalti y estropeó grandes jugadas individuales con remates decepcionantes. Se fue en el 58’ lesionado. Su ausencia, como la de Kroos, y como la actuación de Jovic, volvió a demostrar el tremendo problema estructural de este equipo.
Vinicius: Pese a ser el único capaz de desbordar en ataque, está muy lejos del jugador descarado, eléctrico y poderoso del inicio de temporada. Hasta que la defensa del Elche no bajó los brazos presa del cansancio, Vinicius apenas había hecho un par de desbordes. La falta de chispa se nota mucho más en él. Aun así fue clave en la remontada.
CAMBIOS:
Jovic: Entró por Benzema en el 58’. Salvo un regate en la esquina de córner para salir de una presión, el serbio no hizo nada de nada. Dramático ver la acción en el gol de Militao, cómo ataca el brasileño al balón y cómo lo hace Jovic.
Rodrygo: Entró por Kroos en el 64’. Se colocó como extremo derecho desplazando a Hazard a la mediapunta. No logró desbordar y en dos ocasiones de remate claro resulto muy blandito.
Isco: Entró por Hazard en el 79’. Ancelotti vio el descontrol que él mismo había creado y quiso devolver ese orden con Isco en la mediapunta. Casi no participó porque el Madrid era ya un sin sentido. Parece que Carlo mueve el árbol para ver si alguien termina de subirse al tren.
Valverde: Entró por Lucas Vázquez en el 79’. Ancelotti le colocó como lateral-interior-carrilero en un “más madera” sin un claro sentido táctico. No tuvo peso en el partido.