Naranjito, la patada de la grulla de Karate Kid o hasta el baile de Sabrina. Estas son algunas de las cosas que nos trajeron los 80. ¡Qué gran década!

Todo evoluciona y nos va modelando nuestros gustos y nuestra manera de ver y vivir la vida. La sociedad es generadora de cambios y de alguna forma, para poder sentirte aceptado, hay adaptarse. Unos más que otros, todo sea dicho.

Pero es curioso cómo se modifica, con el paso de los años, nuestra conducta de cambio y adaptación a lo más actual (o más cool). A la pregunta de qué música es la que escuchas en el coche dejas de responder algo moderno —C. Tangana o similar—, para reconocer que los Hombres G son los que más te suben el ánimo. De repente nos llega una nostalgia incontrolada y nuestros gustos regresan a lo que, probablemente, ha sido una de las etapas más libres y felices de nuestra vida. Es curioso cómo queremos crecer y avanzar rápido de jóvenes y retroceder de adultos.

El concepto de juventud vende en proporciones gigantescas y esa nostalgia es posiblemente la clave del regreso de los 80 en los últimos años. El marketing a veces es impredecible. Una nostalgia que podemos detectar en ámbitos tan dispares como la televisión, el cine o la moda y que curiosamente ha enamorado a los más jóvenes. El incuestionable éxito de las series de Netflix Stranger Things o Cobra Kai ha acercado esa época a los más jóvenes generando un tsunami perfecto para convertir la nostalgia en un negocio enorme y millonario.

Hoy en día podemos ver ropa con Naranjito en marcas como El Ganso. Yo fui de EGB ha vendido miles de libros convirtiéndose además en un fenómeno en redes sociales y los conciertos de artistas que creíamos desaparecidos llenan estadios.

Es entretenimiento a priori para padres que llega a toda la familia con la mejor campaña de marketing de la historia. Una generación ha perdido el pudor para reivindicar sus referentes culturales y contar sus historias de juventud. Ahora los frikis son los padres (por cierto, magnífico podcast de obligado cumplimiento).

Los 80 han regresado con fuerza, ensalzando sus puntos positivos, como el valor de la amistad sobre todas las cosas: los Goonies son una influencia difícil de olvidar. El espíritu emprendedor es la seña de identidad de una generación que necesitaba sentirse realizada buscando innovar y cambiar el mundo. Y por supuesto, la libertad y, con ella, los excesos ochenteros.

Las modas vienen y van, pero es de celebrar y revindicar sin complejos lo que te hace sentir bien. Si encima tienes la opción de disfrutarlo en la actualidad es una oportunidad para aprovechar y disfrutar. Las cosas ya no son como antes, o quizá sí. No lo sé, pero yo escucho Kiss FM…

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here