El mundo de la señalización en carretera siempre me ha fascinado. La lógica aplastante a veces convive con interpretaciones surrealistas para hacernos la vida más entretenida.
Con este fin se ha creado sin duda la señal de Atención Bandas Sonoras. Nada mejor para evitar la somnolencia al volante que escuchar Apocalypse Now y sus valquirias wagnerianas. Yo excluiría a Michael Nyman o Ludovico Eunidi, que tienen su momento sin duda, pero en el sofá y con el coche bien aparcado.
Otra curiosa: Zona de Concentración de accidentes. Eso es adelantarse a los acontecimientos y lo demás tonterías.
—Hola Pinchazos, ¡cuánto tiempo…!
—Pero Campanas, por fin estás de vuelta.
—Ya ves, me he vuelto a juntar con el Prisas y con el Cervezas.
—Pero, ¿tú que haces aquí Andamios? Si esto no es para ti. Ah, que te chocan patinetes ahora todo el rato. Vale, entonces pasa y que te ponga una copa el Pastillas.
Si ya sabes lo que va a pasar en ese tramo, ¿no será mejor acondicionarlo a la seguridad necesaria, antes que conformarse con el fatal resultado? Vamos digo yo.
Siempre me he preguntado quién revisa las cargas de los camiones para calificarlas como Mercancías peligrosas. Si por mí fuera, incluiría discos de Taburete o de reggaetón, zapatos de borlas, tortillas sin cebolla y cerveza sin alcohol.
¿Y el gálibo? ¿Alguien lo ha visto? Te avisan todo el rato para que tengas cuidado con él pero nunca se manifiesta, no aparece. Es como el fichaje de Mbappé.
Mención aparte para el cartel de Todas direcciones. Ole, ole y ole, asegurando. Así también señalizo yo…
Y luego están los paneles con mensajes variables, en los que está muy presente el factor humano y nos deparan diversiones inesperadas. El otro día pude leer uno que decía:
Aten ón Controles de Alco l y drogras. Yo empezaba las pruebas por el que transcribe en el ordenador.
Con Filomena, use cadenas. Cómo tiene que ser la señora.
Coronavirus evite viajes. Mejor nos hubiera ido a todos si el Covid 19 hubiera atendido la recomendación.
Mi tía es, sin duda, la estrella en los puentes y en las operaciones de salida o entrada de las vacaciones: Prudencia. Que siempre te tiene que acompañar, que no la olvides, de todo.
Quién sabe si su tocayo, el hermano de Miguel Induráin, con otro nombre hubiese hecho mejor carrera. Raudomiro, Espido, Induráin. O Nyke, nombre griego que poca gente sabe que significa Velocidad y que inspiró a la famosa marca deportiva. Pero Prudencio Induráin estaba condenado al fracaso en eso de llegar de los primeros a meta.
La actitud, el nombre y la forma de ser deben relacionarse adecuadamente con el trabajo de uno. La peor crítica musical que jamás he leído, de una crueldad inmisericorde, hacía referencia a Bruce Kulick. Fue guitarrista en una etapa del grupo Kiss y técnicamente no se le podía poner pega alguna. Era intachable a la hora de ejecutar sus riffs y sus solos sin fallar una nota. Pero para el ácido crítico de Kerrang! (revista alemana especializada en rock duro y metal) no era suficiente:
“Tal y como se comporta en el escenario tengo la impresión de que dobla la ropa antes de acostarse”
No sé si el pobre Bruce ha vuelto a ser el mismo tras aquello.
Además de mí tía, hay más gente citada en la señalización vial y mucho más famosa, pero como salen menos y no son familia ni nada, los nombro de pasada; Evita, Cascos, Socorro, Glorieta…
También me parece contradictorio que se defina como “circular” a conducir por una vía totalmente recta. Debe ser por eso que los actores delante de un croma o subidos a una grúa mueven el volante como si estuvieran calentando neumáticos en Le Mans.
Entre las señales cada uno tiene sus preferidas. Gil Manzano es muy partidario de la indicación de Visibilidad Reducida y su tocayo Gil Marín de la que señala Perfil Irregular.
La de Viento Transversal es la que no pueden ni ver Anasagasti o el gran Isaías Lafuente.
En algunos sitios han dado una vuelta de tuerca a la hora de concienciar, como en aquel pueblo de la España vacía en el que se podía leer en un cartel:
Conduzca con precaución, en este pueblo no sobran los niños
De la medida de la que sí soy muy partidario es de los Controles de Uso de Móvil.
Lo primero que haría sería revisar el Whatsapp. Al que se le encuentren mensajes de audio, tres puntos menos y trescientos euros. Si exceden la mayoría de tres minutos, retirada de carnet de seis meses y bofetón.
Al que tenga fotos o videos realizados en un concierto, la misma pena que a los de los audios. La retirada del carnet y el capón con anillo gordo sólo si son de actuaciones de Nacho Cano o de Juan Magán.
Más de cinco fotos de platos en restaurantes, ayuno obligatorio de un día. Y para los reincidentes, una semana comiendo sólo tofu, brócoli y agua con gas para pasarlos. La letra con sangre entra.
Parecen medidas muy drásticas, pero creo que nos iría mejor.
Yo esperaba estos días algún mensaje Pro Balón de Oro para Benzama en la M-40, pero no lo he visto. Y me hubiera dado tiempo a leerlo, al contrario que al propio Karim, que por allí conduce a 220 km/h y se le habría pasado.