El Inter pasó por el Bernabéu como lo que es, un hueso duro de roer. Así se comportó durante 60 minutos, hasta que Inzaghi decidió que la segunda plaza era suficiente botín y no merecía la pena desgastar a los suyos, que se están jugando la liga con Nápoles y Milán. En la primera mitad sólo la falta de acierto del Inter impidió que se fuera al descanso con un marcador a favor. Los de Ancelotti supieron sufrir y dar respuesta a un equipo que tácticamente crea infinidad de problemas que no son fáciles de resolver.
ALINEACIÓN: (4-3-3) Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Vinicius, Jovic, Rodrygo.
EL PLAN: Hasta el gol de Kroos, el Madrid estaba siendo muy superado por el planteamiento del Inter. Los jugadores no tenían claro cómo tapar a Dumfries y Perisic, que superaban una y otra vez a Carvajal y Mendy.
LO MEJOR: En lo individual, es difícil escoger entre Militao, Kroos y Modric, los tres a un nivel altísimo. En lo colectivo, la paciencia para defender sin balón y la solidaridad en el esfuerzo defensivo de los once jugadores.
LO PEOR: El partido de Mendy. Continuamente descolocado en defensa, con errores imperdonables de colocación y con una lectura del juego que es puro caos.
LA CLAVE: La solidez defensiva mientras el Inter dominó, con Militao de nuevo liderando la defensa. Aunque fue un partido problemático desde el punto de vista táctico, Modric y Kroos terminaron por dominar el partido.
Uno por uno:
Ancelotti: Competir ante un equipo que juega con tres centrales es un problema y más si, como el Inter, se atreven a defender con ellos a los tres puntas. Ese 3×3 tan valiente en defensa —y por momentos suicida, al Inter solo le valía la victoria— dio a los italianos superioridad numérica en mediocampo y les permitió presionar muy alto. Cuando tenían la pelota la circulaban con facilidad. Ancelotti tardó en resolver el problema. Mendy, en su eterno caos posicional, veía cómo Dumfries le ganaba la espalda. Esto obligaba a balancear su posición a Alaba, que dejaba espacios en el carril central. Ancelotti colocó a Jovic algo más atrás para tapar las líneas de pase de los centrales a Brozovic. Sin embargo, desde fuera, dio la sensación que fue Kroos con su zurdazo y no Ancelotti quien comenzó a apagar el fuego. Ese 1-0 generó dudas en la defensa italiana, que dio un pequeño paso atrás. Esto lo aprovechó el Madrid para sacudirse de encima la presión interista. Entonces Kroos y Modric comenzaron una nueva master class. Si al descanso se llegó con un 1-0 poco merecido, tras la continuación el trío de centrocampistas blancos se hizo con el mando. Ancelotti tardó en mover el banquillo —algo habitual en él— y dio poco descanso a varias de sus piezas más castigadas.
Courtois: Pese a que el Inter chutó mucho a puerta, sobre todo en la primera mitad, casi ningún disparo fue entre los palos. La presión del Inter le obligó a más de un pelotazo, que normalmente dirigió con acierto sobre Jovic. En la segunda mitad blocó con seguridad un remate de cabeza muy centrado de Skriniar.
Carvajal: En la primera mitad estuvo muy superado por Perisic. Le costó mucho entender a qué altura debía jugar. Torpón ante la presión de los italianos, le costó salir jugando. No ayudó mucho en ataque. Como siempre, su agresividad le hizo aparecer con acierto en situaciones de desventaja defensiva. Salvó un remate de Perisic que tenía pinta de gol.
Militao: De nuevo fue el baluarte defensivo de los blancos. Se multiplicó en muchas acciones, en las que mostró más velocidad, potencia, ganas y actitud defensiva que colocación. Muy dominante en los duelos físicos y en el juego aéreo. Moderadamente bien con el balón, se fue agigantando en el partido con algunos gestos técnicos sorprendentes.
Alaba: Menos brillante que el brasileño. El austriaco puso clase en la salida del balón. Sobre todo en la primera mitad, cunado el Madrid sufría la presión interista. Dubitativo en algunos balones colgados al área. El descontrol posicional de Mendy le obligó a balancearse demasiado a la izquierda.
Mendy: De nuevo el elemento discordante del equipo blanco. Da la sensación que el francés juega un partido aparte del resto de los jugadores blancos. En la primera mitad su banda fue un coladero y nunca supo cómo defender a Dumfries. Volvió a ser el futbolista tácticamente caótico, solo que muy lejos de su nivel infranqueable en defensa de otros años.
Casemiro: Dio la sensación que jugaba muy encorsetado para evitar que le mostraran tarjeta. En la primera mitad, cuando más le necesitaba su equipo, le costó hacerse notar en el carril central. Como en tantos y tantos partidos, su fútbol fue creciendo cuando Kroos y Modric se adueñaron del balón. Siguió ante el Inter en la línea de perfil bajo de esta temporada.
Kroos: La presión alta de los italianos y que estos jugasen con superioridad numérica en la zona central hizo que tardase en encontrar acomodo para su fútbol. Poco a poco se fue adueñando del balón y comenzó a ser dominante con su juego de primeros toques y aperturas a banda. Un golazo y un recital de pases para dominar el partido.
Modric: Sorprendentemente volvió a jugar los 90 minutos. En los primeros fue quien manejó el balón cuando lo tenía su equipo. Durante esos minutos entendió que era mejor no perderla que hacer ataques rápidos y rifar balones. Poco a poco, y con Kroos como socio, se fue apoderando del balón y del tempo de partido.
Rodrygo: Esta vez fue él y no Vinicius quien se mostró más efervescente y dañino ante la puerta de Handanovic. Buscó mucho el 1×1 y no dudó en encarar a Bastoni. Trabajó mucho en defensa y dio continuas ayudas a Carvajal para tapar esa banda. La explosión Vinicius está tapando mediáticamente a un Rodrygo cada día más útil y maduro.
Jovic: Ocupó la posición de Benzema en el eje del ataque blanco y su partido fue más que completo. Trabajó para fijar a los centrales y tapar el primer pase sobre Brozovic. Recibió continuamente de espaldas y supo aguantar el balón y darle continuidad al juego. Además de varios remates de peligro, demostró buenos movimientos en el área.
Vinicius: No fue su día. Esa defensa de 3×3 que planteaba el Inter era una invitación a que Vinicius buscase 1×1 contra su marcador, pero se le vio falto de chispa. Pese a su modesto partido, dejó un par de buenas acciones y no perdió balones, hizo circular la pelota con inteligencia en una muestra de madurez futbolística.
Sustituciones
Camavinga: Entró por Casemiro en el 71′. Se colocó como mediocentro, como ya hiciera ante la Real. Muy serio posicionalmente, aguantó bien la zona y estuvo muy aseado con el balón. Poco a poco va entrando en la rueda del juego, participa más con el balón y se muestra para recibir. Buenos minutos.
Valverde: Entró por Kroos en el 77′. El Madrid movía la pelota de un lado a otro y él participó de esa circulación del balón.
Mariano: Entró por Jovic en el 77′. Fue protagonista de la jugada tonta del partido: falló un gol a puerta vacía en un robo de Carvajal que no acompañó.
Asensio: Entro por Rodrygo en el 77′. En el primer balón que tocó hizo un gol de bandera. Un golazo que solo pueden marcar jugadores con un golpeo de balón privilegiado. Cada vez que hace una cosa así, uno piensa en el jugador que nos estamos perdiendo.
Hazard: Entró por Vinicius en el 81′. Jugó diez minutos con un ritmo que podríamos denominar de “trote cochinero”. Parece estar desconectado del fútbol.