Hace algún que otro lustro, el mundo del PC aportaba una limitada pero significativa relación de títulos que satisfacía la necesidad de ponernos a los mandos de una nave espacial para protagonizar épicas batallas. Desgraciadamente, los juegos que han apostado por este tipo de propuestas se han ido prodigando poco en los últimos años respecto a aquella época gloriosa en el PC. El último ejemplo fue el más que atractivo Star Wars Squadrons, que nos devolvía a una época anterior que uno recuerda con cariño. Ese testigo lo tomará ahora Chorus.
Una ejecución a la altura
La aventura que nos trae Deep Silver Fishlabs nos sitúa en la piel de Nara, una más que aventajada piloto que posee capacidades casi sobrenaturales. Pertenecía a un grupo cultista llamado El círculo, pero ha sido capaz de dar la vuelta a su vida para ser punta de lanza de la propia resistencia contra sus antiguos compañeros. Mientras, batalla a lo largo de seis enormes escenarios de los que se compone este mundo espacial abierto. Se ofrece un contenido más que interesante tanto en lo que es la propia historia principal como en las misiones secundarias, que se van presentar ante nosotros de cara a completar una campaña que nos va a atrapar en una horquilla de 15 a 20 horas, dependiendo de nuestro afán por completarlo todo.

A los mandos de una sensacional nave que responde al nombre de Forsaken —tendrá una consciencia que va a ser un aspecto muy bien aprovechado en los intercambios con su nuevo piloto—, Nara va a protagonizar una historia que quizás no invente la rueda, pero sí que desarrolla una trama atractiva que va a ofrecer algo diferente en términos de narrativa. Es un añadido a la parte crucial de un juego de estas características, que no deja de ser un gunplay.
Variado y divertido
Chorus es capaz de ejecutar una propuesta interesante mientras hacemos un buen uso del armamento que tendremos a nuestra disposición, como son los cañones Gatling destinados a lidiar con los adversarios más débiles o que los láseres que buscarán mermar los escudos enemigos; los misiles serán nuestra gran baza para acabar con los rivales que posean una mayor robustez en el casco.
Como se puede ver, las alternativas (y sus respectivas mejoras) serán cruciales a la hora de dar con la tecla respecto al abanico de adversarios, desde los más básicos hasta las naves capitales que tendrán que irse debilitando en sucesivas etapas con escudos o células de energía que posibilitarán su destrucción.

La Forsaken responde de forma muy intuitiva a la toma de nuestras decisiones. Durante estas refriegas el gran trabajo realizado por la desarrolladora brilla con enorme intensidad, capturando el espíritu arcade que destila el juego. No se trata sólo de un simulador aunque cumpla en este sentido. Aquí la prioridad es divertirse y en eso cumple con creces. Ofrece también una progresión que hace las veces de componente rolero al propio título y que nos permitirá ir desbloqueando no sólo las mejoras de armamento, escudos, velocidad y demás de la propia Forsaken, sino las sobrenaturales capacidades de Nara, que se irá convirtiendo en una piloto más capaz según progrese la historia y a buena fe que lo necesitará.

Destacar que lo hemos jugado en una PlayStation 5 y la fluidez que ofrece en pantalla es gloriosa, agradeciendo de antemano un componente tan crucial en un título de este dinamismo en las vibrantes batallas espaciales que vamos a encontrarnos. También es destacable la dirección artística que presenta por la variedad de escenarios y la brillantez de su ejecución, lo que supone un extra más que apreciable, al igual que la banda sonora.
Conclusiones
Como aficionado a los arcades del pasado, el anuncio de Chorus y la propuesta que ofrecía me despertó un enorme interés. Este es un terreno que está poco aprovechado para los potenciales compradores de un juego de estas características, pero Deep Silver Fishlabs ha sido capaz de ofrecernos una gran sorpresa cuando ya se acaba 2021.
Es cierto que Chorus no alcanza el pináculo del género, pero representa un ejemplo más que notable entre los arcades espaciales. La historia está bien hilada y destacan unos vibrantes combates, clave para un título de esta condición. El caso es que ha logrado atraparnos como hacía tiempo que no sucedía, lo cual es un síntoma de lo más positivo.