La asistencia de público y la media de edad de los titulares (vacas sagradas aparte) nos podían hacer pensar que estábamos viendo un partido del Barça B. Dado que el filial del Elche se encuentra en tercera no cabía otra: estábamos en la 18ª jornada de Primera División.
Los rumores previos al partido hablaban de un posible interés del Barça por Ferrán (Torres) en el mercado de invierno. Ante la improbable llegada del valenciano, Xavi decidió improvisar con otro Ferrán. La economía del club lo aconsejaba. Y como no lo tenía difícil el chaval para mejorar las prestaciones de De Tronk, en su primer balón vio puerta. Anulado por fuera de juego. Pero no se vino abajo y al segundo intento volvió a marcar, de cabeza. Para avergonzar más al holandés. Y a quien pidió su fichaje. Debut oficial y gol, como muchos elegidos.
Entre ese grupo debe estar Gavi quien, con sus 17 años y 4 meses, y tras un control orientado de espuela arrancó en jugada messiánica para encarar la portería, aprovechó el arrastre de defensas de Jutglá (Cómo avergonzar a De Tronk, capítulo 2) y chutó a la base del palo de Badía. La chavalería tirando del carro nuevamente mientras las vacas sagradas observaban sus evoluciones. Los sospechosos habituales, mientras tanto, seguían a lo suyo. Frenkie DecepJong sigue sumido en la intrascendencia absoluta. Nula participación en el juego. Por momentos, parecía ser él el canterano recién ascendido. Y en el extremo, DembeLOL, el único futbolista del mundo que no juega contra 11, sino contra 21. A Ousmane le da igual donde le pongan: su cabeza ordena lo que quiere sin pensar en táctica alguna. Alternó algún buen pase en profundidad con sus habituales carreras pollosincabecísticas. Muchas de ellas saliéndose del campo. LOL.
Con el imperial Gavi, el bullicioso Abde, el necesario Jutglà y el 2-0 en el marcador terminaban los mejores 45 minutos de la era Xavi. Que sí, que enfrente estaba el Elche, pero dada la situación actual del equipo, quien más quien menos dudaba de estar ante un partido resuelto. Y la duda comenzó a ser certeza cuando se llegó al fatídico minuto 60. Ese en el que el equipo comienza su desplome. Coincidiendo (o no) con el inefable bajón de Busquets. En apenas minuto y medio, todo se vino abajo con dos llegadas ilicitanas y remates de Milla y Tito Morente. Acaso una alegoría al cante jondo que daba la defensa azulgrana con tres centrales. A ello se le sumaba la colaboración necesaria del portero: estatua en el primero y carrera cochinesca hacia atrás en el segundo. La mutación de Ter Stegen a Titer Bonanen se ha completado.
Tocaba remar de nuevo. Y el banquillo solo ofrecía dos opciones: mirar al pasado (Chutinho, De Tronk) o al futuro (Nico, Baldé, Riqui ENP). Se trajo a Xavi pensando en el mañana y el técnico corroboró la apuesta: hasta ocho jóvenes canteranos acabarían disputando el partido. No fueron los mejores minutos de juego pero sí de intensidad y valentía. Y nadie mete más que Gavi. Ya se sabía de su oficio, de su garra y de su entendimiento del juego. Esta vez le añadió el gol y la asistencia del 3 a 2 para Nico.
Tres goles de futbolistas del Barça B (dos desde la segunda línea) para seguir creciendo. A las vacas y a la clase mediocre ya nadie los espera. Especialmente tras ver a DembeLOL centrando de rabona donde no había nadie en el minuto 92. Hay que quererle… lo más lejos posible del Camp Nou. Porque con personajes secundarios como él, los partidos acaban convirtiéndose en una película de terror: empieza siendo idílica y maravillosa pero al final siempre te entra el miedo. A veces tiene finales pésimos y otras, como esta, acaban con final feliz.