Alfonso del Corral cumplió el pasado junio 65 años y los aficionados madridistas que le vieron jugar recuerdan una acción por encima de las demás en sus cuatro temporadas de blanco. Se trata del mate que el escolta de 1’92 realizó sobre el gigante ruso Viktor Pankrashkin (2’14). Sin embargo, pocos ubican a Del Corral en otro mate histórico. Sucedió dos semanas antes de su vuelo sobre Pankrashkin. En este caso, no fue el protagonista, sino la víctima. Aunque demostró la misma bravura. Cuando Sabonis (2’21) aplastó el aro en el Pabellón del Real Madrid lo hizo con la oposición de Del Corral, que saltó a taponarlo en un acto de valentía y optimismo. Nadie vio tan cerca cómo el tablero se hacía añicos.
Viajemos en el tiempo. El 10 de enero de 1985 el Madrid disputó el tercer partido de la liguilla que daba acceso a la final de la Copa de Europa (perdió el título ante la Cibona de un estelar Drazen Petrovic, 36 puntos). Aquel día recibió al CSKA de Moscú, uno de sus cinco rivales de grupo. El Madrid ganó (84-72), pero el partido se hizo inolvidable por el mate de Del Corral sobre Pankrashkin. Aquella fue su noche. Acabó como el máximo anotador del partido (25 puntos) y las crónicas se rindieron a él. «Una vez más, el mejor jugador blanco ha sido Del Corral, que atraviesa un excelente momento de forma y cuya actuación ha culminado en un segundo tiempo portentoso con un mate espeluznante en una contraataque frente a Pankrashkin» (El Mundo Deportivo).
Del Corral no se vio intimidado por lo sucedido dos semanas antes en el Torneo de Navidad de 1984. El Real Madrid se enfrentaba a la temible selección de la Unión Soviética. A falta de 2:08 para el final y con victoria soviética en el marcador (78-92), Arvydas Sabonis enfiló el aro y sólo Del Corral se interpuso. El mate del pívot destrozó el tablero y el partido se dio por concluido. Del Corral recordó la jugada en Endesabasketlover.com: “Yo era un chaval lleno de testosterona, que me comía el mundo. Entonces, creía que podía matar a Sabonis con un tapón, en una especie de fortaleza interna. Y recuerdo que yo iba a taponarle como lo hacía con cualquiera. Y él iba a meterla para abajo, porque él sí que lo hacía con cualquiera. La anécdota de todo esto es que yo, posteriormente médico de Sabonis en el Real Madrid, lo traté cuando llegó y fichó por el club. Arvydas, con el que entablé una amistad fraternal, se reía mucho conmigo porque me decía: “¡Pero loco!, ¿cómo te atreviste a hacer eso? ¡Estás loco, estás loco!”. Y me abrazaba, porque era muy cariñoso. No le enganché, porque si le engancho… a lo mejor me parte el brazo este animal. Me di cuenta de que había roto el tablero porque me cayeron en la cara algunos fragmentos que me hicieron sangrar”.
A día de hoy todavía nos sorprenden los mates de jugadores bajitos sobre pívots rivales, pero el contexto de la época hizo aún más recordada la hazaña de Del Corral. En los años 80 el arte del mate estaba casi reservado en nuestro país a los jugadores americanos, a los que puntualmente acompañaban Fernando Martín (2’05), Andrés Jiménez (2’06) o Romay (2’13). Para encontrar al primer jugador español en terminar con éxito un mate hay que remontarse a los años 50. Varios jugadores de la época apuntan el nombre de Luis Trujillano como el del primer matador nacional de aquellos años. Con su 1’85 de altura, ocupaba la posición de pívot. Formó parte de la plantilla merengue entre 1949 y 1956,.
No muchos continuaron la estela de Trujillano y hubo que esperar a los 90 para que más jugadores españoles se animaran a desafiar los vuelos de los americanos. La participación de Rudy Fernández en el concurso de mates de la NBA del año 2009 fue el broche de oro al proceso iniciado por Trujillano y espoleado por Del Corral.