El Real Madrid se llevó la victoria en el Clásico en un duelo marcado por las carencias que ahora presentan ambos equipos. Madrid y Barça andan muy lejos de su mejor versión, y no hablo de los tiempos de Messi y Cristiano, o de Xavi y Xabi, sino de la mejor versión que estas plantillas deberían dar de sí hoy. Al Madrid le valió con defender con un bloque medio-bajo para que el Barça se le apagaran las luces. Sólo tuvo que dejar en manos de un efervescente Vinicius las llaves del ataque para que descosiese una defensa blaugrana que está muy lejos de ser competitiva. Los blancos, como ante el Shakhtar, se asentaron en sus certezas, que son pocas pero muy fiables. Pese al pésimo partido de Casemiro, el duo Kroos-Modric, la seriedad del bloque y la viveza en ataque de un Vinicius al alza, fueron suficientes para vencer a un Barça que está muy lejos de ser mínimamente fiable.
ALINEACIÓN: (4-3-3) Courtois; Lucas V, Militao, Alaba, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Rodrygo, Benzema, Vinicius.
EL PLAN: Ancelotti repitió la idea de Kiev. Colocó un 4-3-3 con bloque medio-bajo para cerrar los pasillos interiores a los culés y, a la vez, potenciar las ayudas a su mediocampo en defensa e insertar en muchas ocasiones a Casemiro entre los tres centrales cuando el Barça se asentaba en campo blanco.
LO MEJOR: En lo individual el rendimiento en la primera parte de Vinicius y en lo global el partido de los centrales.
LO PEOR: El partido con balón de Casemiro, un desastre con continuas pérdidas, alguna de ellas en zonas de muchísimo peligro.
LA CLAVE: Para el resultado, la ocasión de gol fallada por Dest, que podría haber cambiado el devenir del partido.
UNO POR UNO:
Ancelotti: Puso el acento en tapar las deficiencias de su equipo, más que en potenciar las virtudes de los suyos. Con un equipo de nuevo más reactivo que propositivo, el plan de Ancelotti nos deja muchas dudas, ya que ha permitido a un pobre Barça tener muchas opciones de haber podido cambiar el resultado. Su plan cortoplacista deja la sensación de ser una idea muy pobre en un equipo como el Madrid, que además pone en dificultades a sus centrocampistas más talentosos (Kroos y Modric), de las pocas certezas del equipo. En la segunda parte, dudó y tardó mucho con los cambios, que llegaron tarde y no tuvieron peso ni en el juego ni en el resultado. Decepcionante su dirección de campo.
Courtois: El Barça apenas le puso en aprietos, pero sus errores impidieron al belga tener que emplearse como en otras tardes. Terminó el partido con molestias en una de sus rodillas.
Lucas Vázquez: Mejoró con mucho actuaciones pasadas. Muy serio en sus enfrentamientos cara a cara tanto con Fati como con Depay. La salida a última hora de Carvajal al campo, le permitió adelantar su posición y con ello poder acompañar el ataque a Asensio en el 0-2. Marcó tras una acción donde demostró más determinación que un blandito Eric.
Militao: Muy serio todo el partido, sufrió en los pocos momentos en que los blancos apostaron por presionar arriba. Poderoso en acciones defensivas: dominó gracias a su físico. Apenas tuvo peso en la salida del balón de los de Ancelotti. Buen partido.
Alaba: Uno de los más destacados en el equipo blanco. Muy acertado en defensa, sobre todo en cruces a la espalda de la línea, volvió a destacar sobre todo en acciones con balón y ofensivas. Su gol, golazo, sus desplazamientos en largo y su lectura de cómo desdoblarse en ataque, abren el debate sobre cuál es su posición ideal. La mayoría de sus acciones brillantes han sido en gestos ofensivos.
Mendy: Una certeza defensiva. Aporta algo imprescindible en una banda, la izquierda, donde Vinicius y Kroos necesitan de esa seguridad a su espalda. También es un complemento perfecto que permite a Alaba jugar con menos obligaciones laterales. Dominó con claridad a Dest y cuando subió al ataque no tuvo peso, aunque sí supo aguantar el balón en la circulación sin perderlo ayudando a Kroos.
Casemiro: Jugó muchos minutos incrustado entre los dos centrales y, aunque ganó algunos balones en zonas de peligro, su partido resultó muy decepcionante. Estuvo esperpéntico con el balón, encadenando pérdidas en zonas nunca negociables para un medio centro. Su nula presencia en la circulación de la pelota y esos errores hicieron por momentos que su presencia casi restase más que sumase.
Modric: El planteamiento de Ancelotti hacía que el decorado del partido hiciese muy difícil que brillasen tanto Kroos como él, ya que son dos jugadores que lucen más en la posesión y cuando juegan en campo contrario, que corriendo y tapando huecos. Como siempre, se movió mucho y dejó detalles de calidad con el balón, pero no logró asociarse con el alemán para controlar el juego.
Kroos: Sin destacar como en Kiev, el juego de toques del alemán fue el que mantuvo en muchísimas ocasiones la circulación de la pelota de los blancos y les permitió descansar con ella. Como le pasó a Modric, el perfil de partido diseñado por el técnico alemán no le favorecía.
Rodrygo: Tenía claro que la banda fuerte del Barça en ataque era la suya —Alba, Fati y Depay— y no paró de correr hacia atrás, centrado en dar ayudas a Lucas Vázquez. Apenas tuvo presencia en ataque, aunque volvió a dejar claro con algunos toques que su relación con el balón y su golpeo son élite. Ancelotti tardó en sustituirle cuando le falló el físico.
Benzema: Como en tantos y tantos partidos, sus movimientos en mediocampo y recibiendo de espaldas estuvieron a la altura de su calidad. No fue influyente en ataque y falló un par de remates claros. En la balanza de un partido es difícil poner más juego y menos acierto en el remate.
Vinicius: Su primera parte es de las que le aseguran a un jugador la titularidad durante tiempo. El escenario parecía que era perfecto para él: podía correr al espacio y así volvió loco a Mingueza. En la segunda mitad acusó el tremendo esfuerzo de los primeros 45 minutos.
SUSTITUCIONES:
Valverde: Entró en el 72 por Rodrygo. Salió tarde con la idea de dar oxigeno al mediocampo y poder dañar desde su zancada, pero un encontronazo con Piqué le lesionó.
Asensio: Entró en el 87’ por Vinicius. El partido y el cansancio del brasileño pedían a gritos su presencia muchísimo antes. Ancelotti se durmió y le restó minutos en un partido cuyo decorado le podía haber sido muy propicio. Participó en el segundo gol blanco, con una galopada y un disparo cuyo rechace remachó Lucas Vázquez.
Carvajal: Entró en el 91’ por Valverde. Saltó al campo tras la lesión del uruguayo, lo que permitió a Lucas Vázquez adelantar su posición, algo posiblemente básico para que el gallego acompañase la jugada del segundo gol blanco.