El final del mercado de fichajes nos deja muchas cosas sobre las que reflexionar, algunas incógnitas por resolver y certezas como pintas de litro, por si alguno aún no se había dado cuenta. Procrastinar es el deporte nacional y en estos días se corrobora.
Otra constatación: en los medios de información mayoritarios ya no queda ni un ápice de dignidad por la profesión. El espectáculo dantesco que han protagonizado durante el esperpento del NO fichaje de Mbappé y el desmantelamiento del Barça hasta quedar reducido a equipo de Europa League y gracias ha superado todos los límites de la vergüenza ajena. La sumisión ante el duopolio, ya sabida, se ha multiplicado por mil para justificar gestiones penosas de ambas directivas. Unos silenciando los escandalosos audios de Florentino, otros publicitando operaciones imposibles de una directiva histérica. La gran Carmen Calvo, la buena, la tuitera, comparó los bandazos de los culés con los patosos que entran a todo lo que se mueve a las seis de la mañana en la discoteca porque van a cerrar.
Sorprendente la indignación de la prensa capitalina con el PSG, por hacer lo que siempre ha hecho el ahora equipo agraviado con el resto de clubes más pequeños. Lo de la paja, la viga, el madrugón y todo eso.
Entre las incógnitas, ¿que estaba haciendo Mariano el día que enseñaron en el cole lo que era amor propio? Con menos competencia en la delantera y siendo tan joven, ¿batirá Vinicius Jr. el récord de rebotes de Felipe Reyes? Camavinga, Roco, Piccini, Nacho Vidal, Fali, Palazón, Soldado, Pino, Raba, Duro… ¿alguien duda de que esta Liga va a ser la polla? ¿Qué tiempo supone algo inminente?
Me voy a centrar a la cuestión más importante que tenemos que afrontar los colchoneros. Es, sin duda, qué hacer con Griezmann. Yo mismo soy un mar de dudas y no lo tengo claro. He hecho una campana de Gauss y ha salido empate…
La primera reacción es de rechazo, porque, aunque son situaciones diferentes, se va a asociar su llegada a la salida de Saúl. El aficionado rojiblanco de verdad con algo de poso, no el circunstancial que tenemos que sufrir ahora, hubiera preferido a ojos cerrados quedarnos como estábamos, aunque ello significara no lograr ningún título este año. Este club está por encima de los resultados y tiene valores arraigados mucho más profundos, una fidelidad, un compromiso y un sentido de pertenencia que le hacen único.
Por eso, la vuelta de alguien que ha jugado con esos sentimientos, que se ha reído de una afición dejándose ir en el partido más importante del año y que tiene a gala exhibir una irritante superficialidad en muchos momentos, no puede tomarse bien. Otra cosa sería traicionarnos.
Por otro lado, deportivamente y a priori damos un salto de calidad que nos puede permitir aspirar a todo sin complejos. El Atlético puede ser la mejor y más compensada plantilla en la actual Liga. Además, es un fichaje que ha solicitado Simeone, quien aporta todo el crédito perdido por el jugador en este movimiento. Sin el apoyo del Cholo esta operación no se hubiera dado, o de hacerlo habría desembocado en una guerra civil en el Metropolitano. Incluso con este comodín de mano, el club va a tener que hilar muy fino y jugar muy bien sus cartas para manejar tiempos y formas en este asunto.
Siguiendo con los pros, me niego a estigmatizar a alguien por equivocarse, incluso con todos los agravantes que llevó aparejada la salida de tiesto del francés. El primer perjudicado fue él, por el estancamiento que ha supuesto en su carrera. No será porque no se lo dijeron, hasta su mujer le radiografió la situación que iba a vivir con precisión de cirujana.
Pero algunas veces necesitamos abrirnos la cabeza nosotros mismos para confirmar que todos los demás tenían razón. Pues bien, ya tiene una buena brecha que curar, de las que cicatrizan despacio y siempre dejan marca.
Para tener alguna opción de recuperar su sitio en este club, lo primero es tener una actitud humilde y una disposición para aportar en el grupo como el que más. Ahora hay más gallos en el corral y no va a tener privilegios. Cabeza gacha, trabajo, sacrificio y a dejarse vida y corazón en el verde (no digo el alma porque esa ya la vendió).
Si eso lleva consigo un gran rendimiento deportivo mejor, pero esto último sin los otros ingredientes no nos va a valer.
Este no es un año para bailecitos, peinados y gilipolleces, es una temporada para convencernos de su compromiso y demostrar que de verdad se arrepiente de su comportamiento con el club. Y lo que sí puedo asegurar, es que vamos a saber si es verdadero. Somos indios y tenemos un sexto sentido para esas cosas.
Todo el mundo tiene derecho a equivocarse y a redimirse de sus errores. La vida es mejor gracias a personas que han aprovechado segundas oportunidades.
Para finalizar, una última certeza. El Atlético de Madrid depende de sí mismo, si gana lo que le queda es campeón. La clave es llegar al calor de mayo con opciones, las pausas de hidratación harán el resto.