Queridos Reyes Magos:
La otra carta que os envié no vale. Bueno; en realidad sí que quiero el Lego de Star Wars, el juego para la Play y las botas nuevas. Me encantaría que me lo trajeseis todo, pero lo que de verdad deseo con todo mi corazón es otra cosa y no me atreví a pedíroslo.
Sé que aún estamos a tiempo porque faltan unos días hasta que lleguéis. Y lo he estado pensando mucho antes de dormirme cada noche. No les he dicho nada a mamá y a papá; va a ser una sorpresa también para ellos.
Vosotros sois magos y los únicos que podéis hacerlo por mí. Yo ya lo he intentado todo, y nunca lo consigo. Estoy seguro de que vais a ayudarme.
Porque queridos Reyes Magos, yo lo que quiero… es jugar en los partidos de mi equipo.
Como vosotros lo veis todo para comprobar cómo nos portamos los niños, ya sabéis que nunca me sacan. Puede que sea un poco malo jugando, que yo no digo que no, pero es que me gusta tanto el fútbol… En los entrenamientos me esfuerzo, y en casa veo muchos partidos con mi hermano para aprender, aunque luego no me salen las cosas.
Cuando me convocan, me pongo muy contento, pero me paso casi todo el partido sentado, deseando que no acabe nunca para ver si el entrenador de repente me mira y me pone a calentar.
En eso envidio mucho a mi amigo Quique. A él lo sacan siempre en baloncesto, porque es obligatorio que todos los niños jueguen varios tiempos. Ya podrían los que mandan en el fútbol poner esas normas también… Él me ha dicho que me cambie a su equipo, que salen todos hasta los que son muy malos, pero es que a mí lo que me gusta es chutar al balón. Desde pequeño. Tan pequeño que hasta me ha contado mamá que le daba tales patadas cuando estaba en su tripa que siempre decían: “Este va para futbolista…”.
Ya sé que nos tenemos que clasificar lo mejor posible para la siguiente fase y que cuando llevamos ventaja no podemos arriesgar y que cuando vamos perdiendo tienen que intentar marcar los mejores… ¡Pero yo también quiero jugar! Aunque sea un día que esté lloviendo o en un campo patatero o contra un equipo que nos meta 30-1.
Por eso os lo pido a vosotros. Y no solo a Gaspar, que es mi preferido, sino también a Melchor y a Baltasar, a ver si entre los tres me dais esa alegría.
No me importará no ver nada en mis zapatos. Porque si juego cada fin de semana seré tan feliz que ni siquiera me acordaré de los regalos de mi primera carta.
Muchas gracias (y lo digo de verdad de la buena, no solo por educación),
Nico
PD: El primer gol os lo dedicaré a los tres. Prometido.
Me ha encantado. Es una realidad que ocurre con frecuencia en los partidos y hace que los niños se frusten mucho.
Creo que los mayores deberían tenerlo en cuenta y faciltaran que todos los niños participarán en el juego. No sólo los que son mejores.
Es una verdad como un camión. Todos los niños quieren jugar aunque sepan que son malos… Y si su entrenador es bueno lo sabe y los pondrá.. Eso les dará seguridad en la vida… Ánimo banquilleros .. Cada vez hay más entrenadores que los entienden
Mi hijo juega en el equipo de futbol del cole. Ha salido a jugar siempre,desde el primer dia, a pesar de que era el mas pequeño del equipo y el que estaba mas perdido. Si no hubiera sido asi, no seguiria yendo, buscariamos otro equipo donde sí jugara partidos. Tenemos mucho que agradecer a su entrenador, padre de otro niño del equipo, que se comporta como un educador más. Y en mi opinion así debe ser siempre.
Terry eres una periodista excelente pero no solo por tu título sino por la persona y madre tan excepcional , q vives y sientes lo q escribes con una claridad y sensibilidad q nos haces sentirlo como si fuera nuestros pensamientos y vivencias , muchas personas q trabajan con niños tendrían q vivir como madres su labor profesional para q nunca tengamos q leer una carta de reyes como esta, es tan fácil hacer feliz a un niño y q difícil es q lo aprendamos los adultos . GRACIAS Terry por escribir siempre como una súper madre en la q todas nos sentimos reflejadas . No lo dejes nunca te hemos echado de menos .????
Esto que nos cuentas en tu carta ocurre muy a menudo. Y lo curioso es que lo vemos como algo inevitable. Debemos pedir a los Reyes Magos que la fuerza nos acompañe para modificar estas situaciones: sino caeremos en la autocompasión , autocomplacencia , etc… los papas. Los niños están en edad de jugar, no de competir.
El equipo ganador debería ser el que más rotaciones hace. No el que más gana. Con la espada laser y con la máscara de Darth Vader YO JUEGO , TU JUEGAS , EL JUEGA, ….
En el partido de futbol vemos al CR7 de dentro de 10 años, y cuando han pasado esos 10 años, y no hay sitio para aquella promesa, ni siquiera en el banquillo, las fuerzas del IMPERIO nos han gastado la luz de la espada de la ilusion.
Afectuosamente, CHEWAQUA