Una negociación interminable. Veinticinco periodistas en la puerta de un hotel. El arrendamiento de la finca de un torero. Una cantante argentina para amenizar un cumpleaños. Un aficionado colgado de un autobús. Un incidente con la policía. Un coche quemado. Un detective en motocicleta.

La llegada de Maradona al Sevilla en septiembre de 1992 eclipsó la finalización de la Expo. Su etapa en el conjunto sevillano continúa siendo la menos documentada de su carrera, aunque el periodista italiano Adolfo Mollichelli escribió un libro sobre aquel año. Para repasar su periplo en el conjunto sevillano, A La Contra ha contactado con Manuel Aguilar, Juanma Ávila, José Manuel García, Pepe Prieto, Rafa Paz, Fabiana Cantilo y Juan Antonio Ruiz Espartaco. Tres periodistas, dos excompañeros, una cantante y un torero.

El fichaje de Maradona por el Sevilla se confirmó el 22 de septiembre tras tres meses de intensas negociaciones. Debutó seis días después en un amistoso frente al Bayern de Múnich. “Traer a Maradona fue un proceso de auténtica ingeniería financiera. Su fichaje costó 750 millones de pesetas y el Sevilla no pagó casi nada. Lo pagó Berlusconi, Mediaset. En aquel tiempo, Telecinco. De ahí que le organizaran las giras de amistosos en Suiza, Turquía y Argentina. Y también en la presentación frente al Bayern de Múnich, aquí en Sevilla. Eso no lo organizó el club. Lo televisaba Telecinco. Formaba parte del pago. Además, Maradona tenía que ir de vez en cuando a los programas de prensa rosa de Telecinco. En el fichaje tuvo que intervenir la FIFA porque le interesaba que estuviese en el Mundial de 1994”, afirma José Manuel García, entonces periodista de Marca que dio la exclusiva de su fichaje.

Portada de la revista don Balón tras su debut frente al Bayern.

La llegada de Maradona fue un acontecimiento extraordinario. También la cobertura de su fichaje durante su alojamiento en el hotel Andalusí Park (actual Abades Benacazón). Así lo confirma Manuel Aguilar, periodista de la Ser dedicado en exclusiva a la información del argentino: “Cuando llegó, podíamos coincidir todos los días 25 o 30 periodistas entre argentinos y españoles. Unos días nos atendía su representante y otros días él. A los que íbamos con Diego siempre nos intentaba agradar. Sabía quiénes íbamos de enviados especiales. Después del calentamiento de los partidos, cuando se metían en el vestuario para cambiarse y salir a jugar, nos solía atender a mí y a Ismael Medina, que iba con José María García. Terminaba el calentamiento y en la misma escalerilla del vestuario se paraba y nos daba una pequeña entrevista. Cuando pedía paso, en Carrusel Deportivo cortaban todo. Con nosotros tuvo un trato bastante cercano”.

Juanma Ávila, periodista de ABC que entrevistó a Maradona en su casa, recuerda que «lo que cambian son las facilidades con la prensa». «Podíamos hablar con Maradona después de cada entrenamiento. Algunas veces se le hacían cuatro o cinco preguntas y las contestaba al vuelo. Él tenía acuerdos con las dos cadenas, la Ser y la Cope. Con la Cope cobraba en cheques de El Corte Inglés, gracias a los cuales se equipó el gimnasio. Hacíamos guardias por si le daba por hablar o por comentar algo que fuera interesante. Nos llamó la atención que vinieron muchos periodistas argentinos que vivieron varios meses en Sevilla”.

José Manuel García comenta que “al principio, vinieron periodistas de todo el mundo”. “Después, poco a poco, la cosa se fue normalizando. Al final apenas iban periodistas a cubrir la información de Maradona. Entre otras cosas, porque no iba a entrenar”.

Maradona fichó por el Sevilla, a pesar de haber afirmado que prefería a la afición del Betis. Lo hizo en 1988, en el España 1-1 Argentina celebrado en Sánchez Pizjuán correspondiente a la Copa de la RFEF. El sevillismo no se lo tuvo en cuenta.

Maradona afirma que prefiere a la afición del Betis.

A Sevilla llegó tras cumplir una sanción de 15 meses sin jugar por dar positivo por cocaína en el Nápoles-Bari (1-0) el 17 de marzo de 1991. “El peso ideal de Maradona eran 78 kilos. Lo llegó a tener durante gran parte de la primera vuelta. Cuando dejó el Sevilla, pesaba 95 kilos”, resalta García.

En opinión de Manuel Aguilar, “tampoco llegó en su peor momento, pero tuvo que entrenarse”. “Venía gordito y tuvieron que hacerle unos cuidados especiales. Bilardo vio que el Sevilla era un buen equipo para recuperarlo”.

Pepe Prieto, compañero de Diego y futbolista del Sevilla entre 1989 y 2003, describe que “antes del fichaje, Bilardo actuó”. “El nos trasladó los beneficios y peligros de tener a Diego. La plantilla lo entendió. Además, el grupo ya llevaba trabajando cuatro meses cuando él llegó. Ya habíamos hecho la pretemporada y la cohesión grupal. Maradona fue el refuerzo maravilloso que te puede llegar del cielo. Manolo Jiménez, que era el capitán, le cedió la capitanía al llegar. En ningún momento, trató a los compañeros de manera altiva”.

Cuando aún residía en el hotel, tuvo un percance con el coche. Así lo relata José Manuel García: “La casa Mercedes le cedió a Maradona un Mercedes 300. Tenía seis, siete marchas. No era automático. Estuvo en el Groucho (un bar de Sevilla) con varios compañeros. A las dos de la mañana, regresó al hotel. No entendía el coche y fue en primera. Lo quemó”.

Página de la revista don Balón tras su debut.

Maradona llegó a Sevilla acompañado de una numerosa comitiva. Así lo confirma Rafa Paz, integrante de aquella plantilla y futbolista del Sevilla entre 1984 y 1997: “Vivían con él su mujer, Claudia Villafañe, sus dos hijas, Gianinna y Dalma, un par de asistentas, alguna argentina, y su chófer, que era argentino y estaba pendiente de los coches”.

“El tenía a su representante, Franchi, que vivía prácticamente con él; su chófer, que lo llevaba a todos los sitios; otro matrimonio que vivía en la casa, que eran amigos de la familia. Era un círculo de ocho o nueve personas que vivían con ellos y sus hijas. Les servían de apoyo a la mujer para su adaptación”, recuerda Prieto.

José Manuel García explica que “tenía un peluquero sevillano que iba a pelarlo a su casa». «El peluquero le dejó el pelo igual que lo tenía en México 86. Ese pelado se lo hizo previo al partido frente al Barcelona de Cruyff en el Pizjuán (0-0)”.

Maradona, durante el Sevilla-Barcelona.

El argentino llegó acompañado, pero no se rodeó en exclusiva de su núcleo. En Sevilla también tuvo tiempo para entablar amistad con sus compañeros. Rafa Paz afirma que “afinidad mostró con todo el plantel”. “Diego es una persona muy dada a la gente y a sus compañeros. Es una persona que se entrega mucho en el aspecto afectivo. Igual que con la prensa no tenía una estrecha relación, con sus compañeros y amigos moría. Íbamos a entrenar juntos muchas veces porque vivíamos a escasos 200 metros. A nosotros no es que nos sorprendiera, pero que una estrella como era Diego fuera tan sencillo y humilde era muy de agradecer. Tenía muy buena relación con Conte, Bango, Marcos Martín, Monchu, Monchi…”

“Él tiene una capacidad social alta. Cuando entró en el grupo, todos teníamos una expectativa de que Maradona fuera una persona altiva. Pero desapareció el primer día que llegó. Él se relacionaba exactamente igual con el último de los jóvenes que con el más veterano. Tenía más cercanía con la gente joven, la que estaba empezando. Quizá también porque éramos la gente más libre a la hora de ir a cenar o hacer cualquier plan. Estábamos Bango, Monchu, su compañero de habitación, Conte, que hizo muy buena relación con él, Martagón, Marcos Martín, Rafa Paz y yo. Ese grupo estaba muy unido. Dentro de ese grupo, teníamos muy buena relación dos o tres compañeros más, pero por cercanía de vivir o por ser compañeros de habitación. Conte vivía en el Aljarafe y lo traía con frecuencia. Yo vivía en Sevilla Este, donde también residía Bilardo. Así que cada vez que iba a ver al entrenador, comíamos juntos”, comenta Prieto.

Portada de Marca tras confirmarse el fichaje.

Juanma Ávila, en cambio, sostiene que “a algunos los arrastró a los malos ambientes; otros acabaron alejándose”. “Algunos frenaron su proyección con eso. Está el caso de Nacho Conte, que no tuvo una buena influencia. Dejó una huella muy profunda. Toda la plantilla habla maravillas de él. El Diego persona sí era un tipo que se hacía querer. Siempre estaba velando por los compañeros con la directiva, defendiéndolos, capitaneando las exigencias de la plantilla. No pedía cosas para él, sino para el grupo. De hecho, durante sus primeros días en el Andalusí Park, les dejaba a sus compañeros sus coches deportivos para probarlos por la autovía de Huelva”.

Los integrantes de la plantilla estuvieron expectantes en el primer viaje para saber quién sería el compañero de habitación de Diego. Finalmente, fue Monchu. “A Monchu le resultó impactante y le agradó. Su reacción fue positiva. La cara de gratificación de Monchu la recuerdo. Ellos eran dos personas que se compenetraban bien. Su relación fue llevadera y de entendimiento total”, recuerda Rafa Paz.

La plantilla no se ha olvidado de Diego aún. Por su cercanía y por algunos regalos que les hizo: “Él nos trajo a todos una camiseta de Boca en uno de sus viajes, menos a Marcos Martín, que se la trajo de River. En Navidad tuvo el detalle de regalarnos una foto familiar suya a cada compañero felicitando la Navidad. No sé si a Monchi le regaló algo más personal, un reloj o una pluma”, describe Rafa Paz.

Maradona y Stoichkov, antes del Sevilla-Barcelona.

Maradona pasó sus primeras semanas en el hotel, hasta que le arrendó una finca a Juan Antonio Ruiz Espartaco en la urbanización Simón Verde. Así lo relata el torero: “Él vio varios lugares en la ciudad y mi finca le gustó. Para mí fue un orgullo tener como inquilino a Diego Armando Maradona. No hizo ningún cambio en la casa, lo único que mi pidió fue que le comprara una barbacoa más grande. El asado es sagrado para los argentinos”.

Juanma Ávila, que lo entrevistó en su casa, recuerda que “la vivienda estaba con decoración taurina: cabezas de toro y carteles taurinos”. “Era un chalé bastante grande. Tenía unas vistas de Sevilla espectaculares porque estaba en una esquina. Es uno de los mejores chalés que hay en Simón Verde”.

El Pelusa celebró su 32 cumpleaños en la finca de Simón Verde. Una celebración a la que acudió casi toda la plantilla y que no estuvo exenta de sorpresas. «Él le había alquilado el chalé a Espartaco por 800.000 pesetas al mes y celebró allí el cumpleaños. El regalo sorpresa fue que la cantante de moda argentina, Fabiana Cantilo, estuvo presente en la fiesta, viniendo expresamente desde Los Ángeles”, expone José Manuel García.

Imagen
Celebración del 32 cumpleaños de Maradona.

Fabiana Cantilo, una de las artistas favoritas de Diego, recuerda cómo surgió aquella invitación: “Yo estaba de gira en Los Ángeles cuando me dijeron que querían que fuera al cumpleaños de Maradona. Tuve que coger un avión de Los Ángeles a Madrid y luego uno a Sevilla. En Madrid perdí el avión dirección a Sevilla, así que tuve llamar desde el aeropuerto para decir que llegaría con retraso y que me recogieran a otra hora. Fue una inconsciencia por mi parte, porque llamé a casa de Diego y él no sabía nada. Menos mal que no le pilló allí. En la fiesta, recuerdo a Diego bajando por las escaleras con una camisa hawaiana y cuando me vio dijo: ‘Grabad, grabad’. Yo me fui pronto de allí. Al día siguiente, estuve con Claudia en la casa y me contó que se la habían alquilado a un torero”.

En opinión de Prieto, “fue una fiesta en la que él no esperaba que estuviera todo el mundo”. “Vino mucha gente, muchos excompañeros, y nos invitó a todos, porque él fue siempre un tipo que hacía mucho equipo. En una fiesta de Maradona, hay muchas sorpresas. Aparece gente que tú no esperas. Vinieron dos o tres jugadores del Nápoles, creo recordar. Careca estaba. También un par de jugadores de la selección argentina. Al final, nos juntamos entre 60 y 70 persona en su casa. Fue una noche muy divertida, pero si la gente espera que esa fiesta fuera una locura, no fue así. Fue una fiesta que tuvo su principio y su fin. Fue la primera vez que entendimos la cantidad de gente que podía reunir la familia Maradona”.

Declaraciones de Maradona y Bilardo tras su debut frente al Bayern.

La sorpresa de Fabiana le gustó muchísimo. Los demás nos quedamos un poco perplejos, pero nos percatamos del mérito que tenía ese regalo especial. Fue una fiesta entrañable. Había gente de prensa, compañeros de otros equipos… De la prensa recuerdo algún periodista, tanto fuera de la finca como dentro. Había mucha gente reconocida: artistas, excompañeros, amigos de Diego… No recuerdo quiénes vinieron del Nápoles, pero sí recuerdo que había compañeros de los equipos en los que él había estado”, relata Rafa Paz.

Portada de El Mundo Deportivo.

“Me invitó a su cumpleaños, pero me pilló fuera. Yo lo invité a varias corridas mías y vino con su mujer y sus hijas a la corrida del Domingo de Resurrección. A mí me invitó a varios partidos, pero no recuerdo si llegué a ir en alguna ocasión o no”, comenta Espartaco.

Su celebridad no le impidió salir en algunas ocasiones con sus compañeros. Así lo recuerda Prieto: “El vivía mucho tiempo encerrado y cuando tenía necesidad de salir se iba a Málaga, a Jerez… Hacíamos cenas de equipo e íbamos alternando de local. Bilardo tenía la costumbre de concentrarnos después del partido. Entonces, hacíamos cenas de equipo. Siempre había un grupo de 8 o 10 jugadores que cada dos o tres semanas teníamos una cena. Maradona era mucho de esa historia. Recuerdo ir a una pizzería en la calle Cuna varias veces, a un par de restaurantes… Sitios normales. Cuando íbamos con Maradona, avisábamos y normalmente nos cerraban un salón”.

Rafa Paz recuerda que “las cenas de equipo fueron en Sevilla Este, Los Remedios…”. “Con él salíamos principalmente cuando había reunión de equipo”.

Maradona, con su mujer y sus hijas en el Andalusí Park. Foto: don Balón

Diego no sólo estuvo presente en los momentos de diversión. Su liderazgo siempre buscó el mayor beneficio para sus compañeros. “Era muy buen líder de grupo. A la hora de negociar con Maradona unas primas, era más difícil porque era un hombre que venía de ser campeón del mundo, de ganar ligas con el Nápoles, de ganar trofeos europeos… Que fuera él a negociar las primas era un mecanismo que tuvo la plantilla para conseguir las mejores opciones económicas. Ese conflicto no tuvo nada que ver en el deterioro de su relación con la directiva. Para Maradona, el dinero nunca fue demasiado importante. Él ha malgastado mucho y ha ganado mucho. Pero no era una persona avariciosa”, explica Prieto. 

Los entrenamientos del Sevilla solían ser por la tarde, una medida que fue interpretada como un privilegio a Maradona. Prieto lo desmiente: “Los entrenamientos se cambiaron a la tarde porque Bilardo tuvo una experiencia, antes de venir al Sevilla, en Colombia. Él nos explicó que a los jugadores colombianos les gustaba mucho disfrutar de la tarde y de la noche; decidió entrenar por la tarde para que pudieran descansar por la mañana. Al llegar aquí, le habían hablado de la Feria y de las fiestas. Y entendió que era más adecuado hacer entrenamientos por la tarde que por la mañana. Pero entrenamos también muchísimos días por la mañana, la mayoría. Esa historia de que siempre entrenábamos por la tarde no era real. Bilardo hacía un par de entrenamientos durante la semana por la tarde. No tomó la decisión por Maradona, sino por el grupo y su experiencia”.

El Mundo incluyó el traspaso en su portada.

Manuel Aguilar sostiene algo diferente: “Tenía libertad para ir a entrenar o no. Se le explicó a los jugadores y lo aceptaron. Él era muy buen compañero y se pegaron fiestas extraordinarias. Ponía los entrenamientos por la tarde y era un acontecimiento cuando aparecía. Otros días, no aparecía ni tan siquiera a entrenar. Siempre había alguna excusa. Tuvo una época en la que estuvo más o menos en orden; después otra en la que se desató y se complicó muchísimo la cosa”.

Para la financiación del fichaje de Maradona, el Sevilla realizó varios partidos amistosos frente al Bayern de Múnich, Lazio, Boca, Galatasaray, Sao Paulo y Oporto. “Diego era otra dimensión en Argentina, España, Turquía… Cuando salíamos de los entrenamientos, había 50, 60, 100 personas esperándole. Cuando llegó, en los entrenamientos a puerta abierta podía haber 2.000 personas. En Argentina, era el Dios supremo. Se veía en la calle. Por donde pasaba se hacía pasillo. El autobús en el que íbamos no podía ir a 70; se creaba una cosa increíble porque iba el autobús del Sevilla con Maradona dentro. La perspectiva y la dimensión era otra, sobre todo en su tierra. En Turquía, el aeropuerto de Estambul se paralizó. Cuando llegamos allí y entramos en la terminal, él tuvo que salir por otra parte porque se creó un bullicio increíble. Le hicieron honores, le pusieron un collar de flores… Las autoridades recibieron al club, particularizando en Diego Maradona”, comenta Rafa Paz.

En opinión de Prieto, “la gira fue alucinante”. “Nosotros teníamos en Argentina un ala del hotel reservada. Y un guardia de seguridad en cada una de las dos entradas de esa ala. A todas horas intentó entrar gente. Cuando salíamos de los campos, la gente se colgaba del autobús. Eso es una cosa que a mí me sorprendió muchísimo. No vi un fanatismo igual con un jugador hasta que no llegué a Argentina y vi eso”.

La fluidez predominó en su relación con la directiva cuando llegó al club. Sin embargo, todo cambió tras la derrota por 2-0 frente al Logroñés el 21 de febrero de 1993. “A Maradona lo convocó la selección argentina para dos amistosos. El Sevilla no le dejó ir porque en aquella época no había parón liguero. El Sevilla tenía que jugar contra el Logroñés y no le autorizó a ir al amistoso. Diego dijo que iba sí o sí. Alquiló un avión para cumplir con Argentina y llegar a tiempo al partido. Lo acompañó Simeone, que también estaba convocado. Maradona estaba feliz en Sevilla, pero su enfado con Cuervas, el presidente, y su acólito de entonces, José María del Nido, propició su salida del Sevilla. A raíz de ese enfado, dejó de ir regularmente a los entrenamientos. Cuando se marchó, se fue debiéndole el club un millón de dólares”, comenta José Manuel García.

La llegada de Maradona, acompañado de Simeone, a Logroño generó un revuelo impensable tras una metedura de pata de Bilardo. Así lo expone Juanma Ávila: “La prensa estaba esperando que Maradona llegara de Argentina. José Antonio Sánchez Araújo le preguntó a Bilardo en qué aeropuerto iban a aterrizar. Bilardo le dijo que en Logroño. Al lado, estaba un periodista de la radio de Logroño y le dijo que lo único que había en Logroño era un aeródromo militar, el aeródromo de Agoncillo. Araújo empezó a fabular con eso, lo comentó por la radio y se generó esa bola. Finalmente, aterrizaron en Vitoria y vinieron desde allí en taxi hasta el hotel de concentración de Logroño. La polémica se generó por el propio desconocimiento de Bilardo de los aeropuertos que había”.

“A partir del partido de Logroño hay un antes y un después”, comenta Prieto. “La sensación que nos dio a la plantilla fue que el club determinó que Maradona no era el futuro y que su función ya había terminado. Económicamente, era un costo muy alto e intentaron renegociar y cambiar situaciones del contrato. Él entendió que el club no confiaba en él y esa relación se deterioró. Que el Sevilla le pusiera trabas para volver a la selección le supuso un antes y un después. A Bilardo el conflicto directiva-Maradona le cogió en medio. Era frecuente que Maradona bromeara con Cuervas y Del Nido, pero esa cercanía dejó de existir”.

Antes de ese encuentro frente al Logroñés, la relación de Maradona era bastante cercana también con los periodistas. Así lo confirma Manuel Aguilar: “Los periodistas jugamos un partido de fútbol contra el cuerpo técnico y lo arbitró Maradona. Esa fue la cercanía que tuvo cuando estaba bien”.

La prensa y Bilardo en el encuentro arbitrado por Maradona. Foto: ABC

A partir de esas divergencias con la directiva, Diego cambió sus planes con respecto a Sevilla, algo totalmente inesperado. “Yo quería que marcara muchos goles porque así renovaría y se quedaría en la finca. No me esperaba que se marchara tras un año, porque las veces que estuve con él estaba muy contento y hablaba muy bien de Sevilla”, explica Espartaco.

“Maradona no vio Sevilla como un lugar de paso. Tenía previsto quedarse tres, cuatro, años. Hasta se trajo sus dos Ferraris, que cada uno tenía un valor que oscilaba entre 20 y 50 millones de pesetas. Uno era rojo y otro, negro”, comenta José Manuel García.

En opinión de Prieto, “la plantilla se dio cuenta de que había un conflicto tras la vuelta de Logroño”. “Todos pensábamos que ese problema era solucionable. La sorpresa fue cuando finalmente el contrato se canceló. En 5 días se cambió todo. Fue un shock duro para todos, especialmente para Bilardo, que tenía muchísima ilusión en tener a Maradona”.

Rafa Paz lo ve así: “A la mitad de su etapa en Sevilla, él se distrajo y se despreocupó. Pasó una etapa difícil para él y los demás. En mitad de su periplo, apareció y desapareció. Después supimos que la cosa no iba bien encaminada y que Diego acabó su contrato lo mejor posible. En la recta final, si se hubiera centrado, porque él en dos semanas se centraba, hubiera vuelto a resplandecer. Él era capaz de hacerlo en dos semanas, mientras que otros necesitaban tres meses”.

Los mejores partidos de Diego en Sevilla fueron el 2-0 frente al Madrid y el 1-0 ante el Sporting, ambos en casa. No obstante, su rendimiento desde el episodio de Logroñés sufrió el mismo descenso que el de una montaña rusa. “El tenía siempre un nivel alto. Cuando estaba mal y cuando estaba bien. Era un jugador distinto. En cuanto a rendimiento, creo que fue su primer cuarto de temporada, hasta diciembre, cuando mejor estuvo. Después empezó a faltar. Cuando llegó, venía con mucha ilusión: perdió peso, iba al gimnasio… Fue intermitente, pero las pocas cosas que hizo se le notaba que tenía esa magia distinta a los demás”, explica Rafa Paz.

Programa Fiebre Maldini sobre el Sevilla 2-0 Madrid, el mejor partido de Diego en Sevilla.

Cuando la salida de Maradona se antojaba como el desenlace más previsible, la directiva contrató a una agencia de detectives para que siguiera al futbolista. El detective que elaboró el informe de Diego, Perfecto Cuesta, declinó la invitación de A La Contra para hablar.

José Manuel García cree que “el Sevilla chantajeó a Maradona con papeles y detectives para no pagarle el millón de dólares que le debía”.

Prieto afirma que “la plantilla era consciente del seguimiento del detective porque las vigilancias fueron muy chapuceras”. “El detective le perseguía en un scooter y él iba en un Porsche. Empezó a darse cuenta de que siempre iba un señor con la misma scooter. Nos reíamos de todo aquello porque era muy gracioso cómo lo contaba”.  

“La plantilla sabía quién era el detective. Hay una leyenda urbana, que no sé si es así exactamente. Algunas veces se lo hemos preguntado a Del Nido. Se supone que Del Nido le mostró un maletín con una cinta de vídeo y le dijo que le tenía que perdonar al Sevilla unas cantidades. Si no lo hacía, la cinta saldría a la luz pública. Se supone que en las cintas había un poco de todo, aunque dicen que realmente no había nada. Se lo he preguntado a Del Nido alguna vez y él se ríe. Entonces no sé si es cierto o no. Le enseñó la cinta, no las supuestas imágenes que contenía”, expone Manuel Aguilar.

El binomio formado por Bilardo y Maradona dejó anécdotas para el recuerdo en el conjunto sevillano. La más recordada, el famoso “pisalo, pisalo” del técnico argentino. El pie de Maradona impactó en la cabeza del Albístegui, y Domingo Pérez, fisioterapeuta del Sevilla, atendió al jugador del Deportivo tras comprobar que Diego estaba bien. Así lo recuerda Prieto: “Él no entendía como Domingo se fue a atender al jugador rival cuando vio que Diego estaba bien. Ese ‘pisalo, pisalo’ era como decir que no le tenía que ayudar, sino echarle agua. Era una forma de transmitir competitividad. En ningún momento quiso decir que lo pisara de verdad”.

Rafa Paz explica que “fue algo de Bilardo que todavía se puede oír en los campos”. “Bilardo no lo hizo con una intención maligna ni antideportiva, fue algo que le salió de dentro. Era una circunstancia que a Domingo se la quiso hacer ver de esa manera. Quizá pudo dar mejor impresión”.

El famoso «písalo, písalo» de Bilardo captado por las cámaras de Canal+.

Su primer partido en el Pizjuán fue frente al Zaragoza. El resultado fue 1-0 gracias al gol de penalti de Maradona, el primero con la camiseta del Sevilla. Sin embargo, no fue su gol, sino los toques que le dio a una bola de aluminio lo que recuerda la afición de aquel partido. “Lo hacía siempre. Era defecto profesional. En aquel partido lo hizo con la pelota de orillo, pero si encontraba una naranja hacía lo mismo. También con las chapas del suelo. De hecho, Maradona y Pineda se retaban. En los entrenamientos, como Bilardo tenía la costumbre de salir cinco, diez, minutos más tarde que el grupo pues nos dejaba libertad para charlar. Pineda también era un malabarista del balón y Diego se quedó sorprendido cuando vio que podía hacer esas cosas”, expone Rafa Paz.

Maradona le da los toques a la bola de aluminio en el Sevilla 1-0 Zaragoza.

Maradona dejó de acudir con asiduidad a los entrenamientos. El 13 de mayo, el equipo se entrenó en el estadio, pero, como no iba a entrenarse, no se enteró del cambio de emplazamiento. Se presentó en la ciudad deportiva y le dijeron que tenía que irse al Pizjuán. Cogió su Porsche y llegó a ir a 120 kilómetros por hora por el casco urbano. La policía lo vio y lo siguieron varios centenares de metros. Se le acusó de conducción temeraria. “Llegó al entrenamiento con el aplauso de todos. Cuando llegó, nos contó que lo había parado la policía y que había corrido un poco más de la cuenta. Él nos dijo que casi le sacaron la pistola. Es un hombre muy divertido contando historias”, afirma Prieto.

El último partido de Diego con la camiseta del Sevilla fue el 1-1 frente al Burgos en el Pizjuán. Maradona se infiltró en el descanso, pero Bilardo lo sustituyó por sorpresa en el minuto 52. El argentino mostró toda su ira, revoleó el brazalete al suelo y enunció el famoso “Bilardo, la puta que te parió”. Para Rafa Paz, “los compañeros reaccionamos de forma sorpresiva porque la relación entre ambos era extraordinaria”. “Para Bilardo fue un doble signo: valoraba mucho la implicación que tenía Diego, pero no admitió el desprecio que hizo a la figura del entrenador. Después de aquella trifulca, los compañeros intentamos que aquello se normalizara; concertamos una cena para la reconciliación. Fuimos todos y aquello sumó para que todo volviera a su cauce”.

Maradona, en un encuentro con el Sevilla. Foto: Efe

Prieto explica que “no sucedió nada más en el vestuario”. “Él se marchó cuando fue sustituido. Ambos expusieron sus puntos de vista a posteriori. Durante la semana, se generaron noticias y fue cuando se empezó a hablar de que iba a salir. Y a los ocho o nueve días había salido”.  

El romance entre Maradona y el Sevilla finalizó el 23 de junio de 1993. El astro argentino abandonó el conjunto sevillano y se marchó a Argentina. Lo último que hizo en Sevilla fue interponer una demanda contra el club por impago del último plazo de su contrato.

El fichaje de Maradona fue la guinda al proyecto que capitaneó Bilardo. A pesar de no ganar ningún título, ni lograr la clasificación para Europa, a El Pelusa no se le ha olvidado en Sevilla. Por sus excentricidades y por la ilusión que generó su llegada. Y porque los sevillistas pueden presumir de que en su templo oraron a Diego Armando Maradona, uno de los dioses del fútbol. Tristemente fallecido un 25 de noviembre de 2020.

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