Los siete primeros en un minuto y cuatro ciclistas por encima del resto: Roglic, Pogacar, Bernal y Landa. El panorama es de lo más sugerente para haber concluido una primera semana con más montañas que nunca. O quizá no haya concluido todavía. Mañana, en la jornada de descanso, ciclistas y auxiliares se someterán a más de 600 test PCR. Recuerden la norma: el equipo con dos positivos tendrá que abandonar la carrera.

La última jornada de Pirineos no dejó grandes diferencias entre los favoritos, seguramente porque no hay grandes diferencias entre los favoritos. A esta hora. Habrá que ver cómo asimilan unos y otros el cansancio según pasan los días. Este Tour no sólo es extraño por la amenaza del virus. También por las fechas, por cómo trastocó la preparación el confinamiento, por la ausencia de un jefe y por esta primera semana salvaje.

El movimiento entre los candidatos resultó emocionante, aunque se concentró en los últimos kilómetros de la Marie Blanque. No hizo falta más. Cien metros ganados son un triunfo y en esa distancia se jugará este Tour salvo que alguien rompa la baraja. El ritmo del Jumbo Visma los llevó a todos con el gancho hasta que reventó Dumoulin, el último gregario. Habrá que preguntarse en algún momento si es buena estrategia la de tomar el control para dejar al líder solo en el instante decisivo, rodeado de chacales. No tardaremos en saber quién tiene razón.

La victoria de Pogacar en el sprint de favoritos le señala como el primer adversario de Roglic por piernas y por optimismo desatado. El chico se siente capaz de cualquier cosa. En ese grupo, junto a los eslovenos, Bernal y Landa se encontraba el suizo Marc Hirschi (22 años), tercer clasificado. Él fue el verdadero héroe de la etapa. Se escapó a las primeras de cambio y le ganó el pulso a un Jumbo Visma que no quería fugados. Hirschi llegó a circular con más de cuatro minutos de ventaja y parecía encaminarse a la victoria con una tenacidad admirable y una clase desbordante. Entendida la clase como la capacidad para disimular el sufrimiento, para no torcer el gesto y la figura, para mantener una armonía imposible en una situación de extrema tortura.

Antes de la Marie Blanque le proclamamos ganador seguro. Al poco de coronar, con los gallos a sus espaldas, dimos por hecho que sería engullido. En el descenso volvimos a creer en sus posibilidades, volaba otra vez. Hasta que fue atrapado con la meta en el horizonte. No nos dio tiempo a tacharlo de nuevo. Se metió en el sprint y acabó tercero porque no todas las buenas historias acaban bien.

Está prohibido quejarse del tiempo que perdió Landa en el abanico. Por si nos oye. Lo mejor es disfrutar de la carrera que se despliega ante nosotros, en la que cualquier cosa es posible. Esto es lo que queríamos. No dormir una siesta.

3 COMENTARIOS

  1. También me quedo con la idea de que esos 4 pudieran ser los más fuertes. Tiene pinta, hoy, de que Landa será quien no pise el podio en Paris, pero quién sabe.

    Nacionalidades aparte, yo voy con Pogacar hasta que deje el ciclismo. El Tour está bonito pero lo mueve él más que nadie. Roglic quizá le mira como a un hermano pequeño que no le hará daño, pero aquello fue en la Vuelta, donde se repartieron etapas como quisieron.

    Solo preferiría que las etapas no acabasen cuesta abajo, pero esta ha sido bonita. El suizo Hirschi tiene pintaza. Nos falta una joven promesa nacional?

  2. Pues sí,como para dormirse con etapas como estas.Despues de los años de ciclismo-control que dejó como legado el Sky,esto es una maravilla.
    Y la historia no tuvo final feliz,pero ¿Casablanca lo tuvo?No,pero sí.Se acabó un gran amor y comenzó una gran amistad.Y todos tenemos la sensación de que el ciclismo le debe una a Hirschi.A partir de ahora puede ocurrir como con Alaphilippe:En cuanto asoma,deseas que haga un disparate y que le salga bien.Como un colega de toda la vida.
    Porque es verdad que «tiene pintaza «.Salvando distancias,me recuerda al Bob Jungels del 2017.Era muy joven,sub-23 prometedor y gran rodador.Hizo una segunda etapa espectacular -que ganó Gaviria,en Cagliari,Cerdeña-en el Giro de ese año,y dos días después era maglia Rosa tras la subida al Etna.Me pareció entonces que quizá estaba en plena mutación de clasicómano a vueltas de tres semanas.Me impresionó tanto que pensé que el futuro era él y no Dumouline,que ya era una realidad…y que ganó ese Giro.
    Y no sabemos qué será de Hirschi,pero le necesitamos.Y sigo sintiendo una punzada en algún lugar cuando pienso en Jungels(¿Qué pasó,dónde se torció?).La misma que siento cuando veo a Dumouline abriéndose reventado para dejar paso a Roglic.
    Si esto es como parece,a la última semana Bernal llegará muy bien y Roglic veremos.Pero el factor definitivo será con qué ayuda de equipo pueda contar Pogaçar en la última semana.Y no para las etapas alpinas,sino para llegar fresco a la última crono,que es perfecta para él.

  3. Cuántos se torcieron? Kreuziger de conformó con ser un gregario de lujo y supongo que bien pagado. Incluso Landa cayó en la trampa de ser gregario demasiado tiempo, ayudando a Aru, a Froome…

    De vez en cuando aparece un tío en la pantalla y dices “este iba para crack”. Sobre todo en Francia, que siguen buscando al heredero de Fignon.

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