No es fácil decir cuál ha sido el maillot más feo de la historia del ciclismo. El asunto es subjetivo, la competición reñida y el catálogo variado. La cuenta comienza en 1962, cuando la organización del Tour aceptó que la carrera volviera a ser disputada por equipos de marcas comerciales y no por selecciones nacionales o regionales.

En un primer momento, los diseños fueron sobrios (St. Raphael, Mercier…). No olvidemos que el ciclismo es (era) un deporte que, desde un punto de vista visual, se basa (basaba) en los códigos de color. Hasta bien entrados los años 80, las zapatillas y los culottes debían ser negros, mientras se imponían los calcetines inmaculadamente blancos. Qué tiempos.

La irrupción en los años 70 del equipo Brooklyn demostró que todo es posible en el diseño de los maillots, de lo más sublime a lo más atroz. En este caso, y en consonancia con los tiempos turbulentos que nos toca vivir, nos vamos a centrar en lo atroz.

BROOKLYNG CHEWING GUM

Todo es psicodélico. Para empezar, el patrocinador. Se trata de una marca de chicles nacida en Italia en 1958. La inspiración evidente es la bandera de Estados Unidos, aunque el maillot también desprende aromas kistch que recuerdan al Capitán América. Este fue el uniforme de superhéroe del incomparable Roger de Vlaeminck, que corrió catorce veces la París Roubaix y ganó cinco veces la carrera sin sufrir un solo pinchazo. De esa misma guisa también se impuso en el Tour de Flandes de 1977. Como suele ocurrir con los objetos en la frontera del buen y mal gusto, el maillot de Brooklyn es hoy una prenda de culto para los ciclistas hipster, que los hay.

TONTON TAPIS

Fueron confusos los años 90. Y en el ciclismo nada hubo tan confuso como este equipo belga que nació y murió en 1991. Dirigido por el antes citado Roger de Vlaeminck, el equipo se dejó el presupuesto en los preparativos. Fichó a Stephen Roche y se quedó sin fondos pasada la primavera. Fue el justo castigo al diseño del maillot, donde aparecía la cara del dueño de la empresa, André Debor, un hombre que se hizo a sí mismo y se deshizo igual, sin ayuda. Después de tener más de 50 tiendas repartidas por Europa, terminó arruinado. Para la historia del horror quedará su maillot y el lema de su compañía: «Más barato es ilegal».

LICOR 43

Esto parece una broma, pero para desgracia de Fernando Manzaneque no lo es. En este caso, el fotógrafo merece peor condena que el diseñador del maillot, si es que existió; más bien se intuye obra (apaño) de la costurera de la empresa. Conste en acta que Manzaneque fue un notable ciclista: ganó tres etapas del Tour y dos en la Vuelta, en la que acabó tercero en 1958. Y conste también que el Licor 43 es un delicioso brebaje en combinación con Coca-Cola o Cacaolat (otro equipo ciclista, por cierto).

CHOCOLATES HUESO

Seguimos con los espantos nacionales, que me perdone Leanizbarrutia. La historia del ciclismo nos recuerda a cada paso que el color marrón sólo ha funcionado en el maillot del Molteni. El entrañable equipo de los Chocolates Hueso (conocidos sus integrantes como los Huesitos por mi no menos entrañable generación) se especializó durante los años 80 en la dignísima clasificación de las metas volantes de la Vuelta a España, sin hacer ascos tampoco a los sprints especiales. Jesús Suárez-Cueva fue la estrella más rutilante de una formación que ganó dos etapa de la Vuelta (Yurrebaso en 1981 y Suárez Cueva en 1983).

TEKA

Seguimos en España, como bien puede advertirse por las enseñas nacionales. El maillot del Teka no hubiera tenido nada de malo de no ser por los lunares de las mangas. Ese adorno resultaba desconcertante, cuando no irritante. Los lunares sólo están permitidos en el maillot de la montaña del Tour de Francia y cualquier otra apropiación debería ser castigada severamente. Como todo el mundo sabe, el maillot de puntos rojos del Tour tiene origen en el envoltorio de los chocolates Poulain, primer patrocinador del jersey que distingue al rey de la montaña en el Tour.

TOSHIBA

Estamos ante un caso de horror inaudito. Así vistió Laurent Jalabert cuando tenía 22 años, lo que no le impidió completar luego una brillantísima carrera. La equipación sólo tiene sentido como homenaje a los presidiarios del mundo. En ese mismo equipo estaban el veterano Marc Madiot y Jean-François Bernard, tercero en el Tour de 1987 y desde entonces cuesta abajo en la rodada.

MAPEI

Pobre Paolo Bettini. Y pobres sus compañeros, que se hartaron de ganar y sembraron el mundo de fotos parecidas. Mapei, empresa dedicada a los materiales de construcción, paseó su marca con semejante orgía de cubos y colores en el maillot de los ciclistas. Eso sí, entre 1993 y 2002 no hubo equipo mejor. Ni equipación más horrenda.

ATALA

Otra imagen de pesadilla. El suizo Urs Freuler, un gran campeón en la pista, posa con una salami y con un jersey imposible. El crimen es grave porque Atala ya aparecía anunciado en el pecho del primer ganador del Giro de Italia, Luigi Ganna. Aquel primer maillot era de una sobria hermosura, gris y con una franja horizontal azul. Con el paso de los años, las rayas se multiplicaron y el mal gusto, también.

Mario Cipollini.

DOMINA VACANZE/ACQUA & SAPONE

Un mal día alguien decidió vestir al Rey León como una cebra. La cosa empezó como Domina Vacanze, un operador de vacaciones, y prosiguió con Acqua & Sapone, productos de belleza e higiene. La calamidad estética no cambió, aunque la planta de Il Bello Cipollini amortiguaba considerablemente el desastre.

AMAYA SEGUROS

La cosa no mejora. A la tropelía contribuye el corte de pelo de Mikel Zarrabeitia. A pesar de su complicada juventud, Mikel hizo carrera en el ciclismo. Fue segundo en la Vuelta de 1994 y no voló más alto por culpa de las lesiones. Quien lo vio no olvida que se seccionó la falange de un dedo al intentar ajustar una rueda en plena carrera. Amaya corrió entre 1990 y 1993 con Javier Mínguez a los mandos.

Y una de propina…

Fede Etxabe.

CLAS

Me dirán que ha habido maillots peores y algunos los hemos visto ya. El drama de este maillot, que tampoco es bonito, radica en la casi nula repercusión del patrocinio. La mayoría de la gente no asociaba CLAS con la Central Lechera Asturiana, que era quien ponía el dinero. Fue un mayúsculo error de marketing que no dio réditos a la marca, a pesar de los triunfos de sus ciclistas, incluidas las dos Vueltas de Rominger.

4 COMENTARIOS

  1. pero si ahora hay alguno por ahí paseándose con un maillot que parece una de esas esculturas horribles hechas con cadaveres reales…!!!!????? y que listen el de brooklyn!!! AAAAAAAARGH !!!! ANATEMA !!!!

  2. Hay maillots realmente bonitos en la selección que has hecho.
    No se que problema encuentras con los maillots a rayas.
    Este maillot que llevaba Lemond era terrible y no lo has puesto.
    https://greglemondfansfr.wordpress.com/2013/11/08/repliques-de-maillot-et-cuissard-la-vie-claire/
    En la historia del ciclismo hay muchos maillots de gusto cuestionable.
    Podrías haber empezado por que eres un clásico y te gustan los maillots sobrios.

    Los hay preciosos como el Peugeot. Bic. Faema. Bianchi. Kas

    Saludos

  3. Pues a mí el de Teka me parece precioso, con esos lunares, y si los llevaba eran porque la reglamentación lo permitía. Creo que hay auténticos maillots horrorosos que no has puesto.

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