Hace unos días, el fútbol español se despertaba con una noticia: el equipo de Setién había dado más de 1000 pases en un partido. De pronto volvimos a épocas pasadas, al halago y la crítica del tiki-taka y su recuerdo. Había quienes opinaban que el Barça ha vuelto a su ADN y quienes pensaban que esto es involucionar lo que se estaba evolucionando, volver a un fútbol, el de Pep Guardiola, que curiosamente ya ni Pep practica en el City de forma tan radical, era dar un paso atrás.
Ese día, el Barça recuperó muchos gestos tácticos que nos hablaban de fútbol posicional, pero ¿qué es el fútbol de posición? ¿de qué hablamos cuando decimos que tal o cual equipo juega en posicional?.
El juego de posición no es más que una idea de cómo debe jugar un equipo de fútbol, es decir, de cómo se debe colocar en el campo y cómo debe transitar por él durante 90 minutos tanto cuando ataca, como cuando defiende, pero solo es una opción, aunque para muchos tal vez sea algo más. En Barcelona por ejemplo, se ha elevado este estilo casi a la categoría de religión, de una identidad inseparable del propio club, pero realmente no deja de ser un estilo, una manera de ver o entender el juego como hay otras, y no es ni mejor ni peor, solo es otra más.
El juego de posición habla fundamentalmente de cómo te organizas, y en este caso, es siempre a través del balón. Un equipo que juega en posicional, se moverá siempre como un bloque compacto en torno a la pelota, y eso define tanto el cómo atacas como el cómo defiendes.
Para poder jugar en posicional o fútbol de posición, no hay que tener un perfil muy específico de jugadores, es decir, cualquier equipo puede jugar así, por supuesto, entrenándolo, ya que evidentemente necesita de ciertos mecanismos diferentes a otros estilos. ¿Qué se debe entrenar? Pues muchos conceptos que también son válidos para diferentes estilos, pero fundamentalmente: el ritmo en circulación del balón, velocidad en el pase, jugar a uno o dos toques, entender el concepto del tercer hombre, saber moverse para buscar y aportar apoyos (dar líneas de pase al compañero), comprender que muchos pases los crean los receptores y no los pasadores, la importancia de la movilidad., saber perfilarse según se mueve la jugada, o sea, tener una buena orientación corporal, pulir la técnica individual (mejora del control, el pase, etc…) y para el aspecto defensivo, intensidad, agresividad y concentración máxima.
Fútbol posicional le hemos visto jugar al Barça de Pep, a la Roja de Aragonés y más tarde de Del Bosque, a la Alemania de Low, al Mexico de Lavolpe, la Colombia de Maturana, al Villareal y Málaga de Pellegrini, al Granada y Tenerife de Lillo, al Rayo de Jémez, o a las Palmas y Betis de Setién, equipos inicialmente de potencial y perfiles muy diferentes, eso sí, que deben realizar con cierta armonía una serie de cuestiones básicas. De la misma forma que lo han jugado equipos con perfiles y jugadores diferentes, tampoco hay un dibujo preferente: se puede hacer con un 4-3-3, un 4-4-2 , con el 3-4-3, que tanta controversia generó y genera durante años en la liga española, o jugando con tres centrales en el 3-5-2.
Digamos que para jugar fútbol posicional hay una serie de cuestiones o herramientas que si son básicas, pero no olvidemos, son herramientas, no leyes:
1. La posesión: La idea es que el equipo se mueva en torno a la pelota, por eso es fundamental tener la posesión. Si no tienes el balón y tu plan es organizar te entorno a él, no tener la posesión te desorganiza y descoloca. La idea es moverlo rápido para desorganizar tú al contrario. Pero no confundir, se toca para jugar, no se juega para tocar. La idea de este juego de pases, es ir generando superioridades, fundamentalmente 2×1 a la espalda de la línea de presión que atosiga al poseedor de balón.
2. La disposición: Los jugadores se “organizan” a diferentes alturas, escalonados, formando triángulos de asociación, y de esta manera creando líneas de pase. Estos triángulos serán la base de la circulación de la pelota y los que dan salida al juego.
3. La amplitud: El espacio lo tienes que crear tú, así que para que aparezcan líneas de pases y pasillos interiores, se necesita que el equipo se sitúe muy ancho, ya sea con los extremos o los laterales. Un equipo en posicional será corto pero ancho, eso que Bielsa llama la ley del 40×70.
4. El tercer hombre: Es fundamental si tienes la posesión, que tu jugador que tiene la pelota esté de cara siempre a la jugada, de ahí que es imprescindible encontrar ese pase al tercer hombre para que este lo facilite. La formación de continuos triángulos facilitan el pase y permiten ir jugando apoyados el “tercer hombre” siempre con jugadores de cara al juego.
5. La conducción: Si hablamos de un estilo que se juega a uno o dos toques, ¿conducir? Se hace para dividir líneas, se conduce para atraer contrarios y se suelta. Básico sobre todo que tus defensas tengan claro el concepto de cuándo conducir y cuándo pasar. Solo se conduce con la idea de dividir y pasar.
6. El hombre libre: Es aquel que aparece como receptor de un pase tras la conducción del balón de un compañero. La conducción permite precisamente eso, atraer rivales que se descuelgan de su posición liberando así o una zona o una marca, y provocando así la aparición de “hombres libres”.
7. Superioridades: Como es un estilo que busca crear superioridades en zonas del campo, es fundamental que el juego se vaya creando desde atrás, desde la defensa. De ahí que para este modo de jugar, contar con un portero con buen juego con el pie te da de inicio la primera superioridad numérica, fundamentalmente ante presiones adelantadas.
8. Balance defensa/ataque: Si el equipo actúa y se mueve como un bloque es lógico pensar que el ataque condiciona la defensa. Así que si los jugadores, las posiciones y el balón se mueven juntos cuando atacamos, ante una pérdida, el equipo se encuentra junto, así puede presionar inmediatamente tras perderlo, y esos triángulos cercanos de los que hemos hablado se convierten en 2×1 o 3×1 para recuperar, además convierte en muy difícil atacarles con una contra.
9. Si en un equipo que actúa en posicional, tanto la defensa como el ataque son acciones que conforman un único concepto, de ahí que a la idea ofensiva supedita todos los movimientos en las fases del juego.
10. El juego de posición no es juego de posesión como muchos creen. La posesión es solo una herramienta y desde luego, no sube al marcador. Lo más importante es que en el fútbol posicional no es pasarse el balón como meta, lo importante es mover el balón con el objetivo de mover al contrario y de esa manera encontrar su espacio débil.
El Barça de Setién dio 1008 pases y eso creó gran expectación, pero el fútbol de posición no habla de número de pases. Setién lo sabe y está buscando asentar un estilo sin tiempo para entrenarlo y prepararlo, usando partidos de competición como campo de pruebas, porque es de lo que dispone. Pero es evidente que entre el Barça que ganó al Granada y el que va a jugar en San Mamés, hay diferencias positivas, y ese juego de posición se va limando lentamente tanto en la forma como en el fondo.
Tal como tiene el patio Culë. Mejor se hubiera quedado con las vacas con las que estaba.Le iban a dar menos disgustos.
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