En el Bernabéu hubo dos Atletis: el de la primera parte y el de la segunda. El primero pudo adelantarse en el marcador hasta en tres ocasiones (la más clara la de Correa al palo), forzó un penalti en el que el VAR ni intervino, fue intenso, llegador y alejó los fantasmas de las pésimas sensaciones que le están produciendo pesadillas este inicio de 2020. El segundo se hundió ante tres circunstancias que ocurrieron en diez minutos: el cambio de dibujo de Zidane, la lesión/cambio de Morata y el gol de Benzema. Tres circunstancias que pueden parecer independientes, pero que están íntimamente relacionadas.
Sí. Zidane supo leer que el partido con sus cinco centrocampistas iniciales ahogaba su juego y le puso remedio en el 46′, con un doble cambio que desatascó a los suyos. Si esto no hubiera sido un partido un de fútbol sino una partida táctica se le podría exigir a Simeone que le hubiera dado réplica desde el banquillo colchonero. El problema es que en el banquillo había un defensa, dos canteranos a los que ha tenido que llamar para completar una convocatoria, un delantero con el que ni se cuenta ni se le espera, un recién regresado de la liga China y un futbolista al que se intentó colocar en Inglaterra en este mercado invernal. El problema no es que Simeone no sepa jugar al ajedrez, es que desde que desde este verano (o antes) se le han estado cayendo piezas. Planificación deportiva, creo que se llama en otros clubes.
Y sí. El cambio de Morata torció el partido. Pero resulta que lejos de ser un cambio táctico fue uno obligado por las molestias musculares del delantero rojiblanco, que había sido el mejor del equipo hasta entonces. Salió Lemar, que ya no es un pan sin sal, es un pan sin miga, y la delantera rojiblanca quedó conformada por dos futbolistas que no son delanteros centros (oh, sorpresa) y a los que en verano se les buscaba acomodo fuera del Metroplitano. Lo de las lesiones del Atleti esta temporada podría ser un caso de estudio para una tesis de INEF. Quizá sólo así la parroquia colchonera pueda conocer exactamente qué pasa en eso que en otros clubes llaman preparación física.
Y, por último, sí. El gol de Benzema terminó de rematar a los rojiblancos. La personalidad había asomado en la primera parte, pero este equipo adolece tanto de ella que al primer rasguño se disuelve cual azucarillo. El problema es que la personalidad no se entrena: se tiene o no. El Atlético la ha perdido y si no puede recuperar la antigua tendrá que fabricar una nueva. Volvemos al inicio de los puntos, sí ese al que algunos equipos llaman planificación deportiva.
La cuestión ahora es cómo avanzar a partir de aquí. Porque tanto la planificación deportiva como la preparación física se trabajan a largo plazo y a mitad de temporada ese es un lujo que ya no te puedes permitir. Quizá todos los lesionados lleguen a tiempo al partido del Liverpool y quizá Carrasco se salga en lo que queda de temporada y veamos más al primer Atleti del Bernabéu que al segundo. Pero el elefante seguirá en la habitación.
Que bien, ya tenemos la excusa que buscábamos: La mala planificación deportiva y física.
Nos hemos librado de hablar del penalti clamoroso a Morata.
El penalty clamoroso de Morata (según usted) hubiera supuesto un parche en caso de haber conseguido salir del Bernabéu con un resultado positivo. La herida la tienen en la planificación deportiva y física. Pueden seguir mirando el dedo…
Por lo menos no esta echando a Simeone ni comparandolo con Churchill…
Tampoco se mete con la salida del balon del atleti, la cual se supone que solo es patadon «pa lante» supongo que para evitar los patadones de Casemiro, los cuales acabaron en tarjeta para el Cholo .. logicamente.
Saludos
Así está montado el circo, de se busca rival digno a Cholo quedate pués posiblemente se quedará y el cántico se volverá en contra como la pancarta, parece que la prensa escrita escribe para tontos insultando la inteligencia de la gente que sabemos de qué va este circo.