Aquí se vive A la Contra. Por eso hemos dejado pasar la moda de las listas que cierran el año y hemos esperado para repasar lo que fueron los últimos 10 años del Real Madrid. 10 momentos en 10 años.
1. El 5-0 al Madrid de Mourinho. La década anterior a los años 10 casi podría haber sido bautizada como la Ominosa por el madridismo. El Galacticidio, seis eliminaciones consecutivas en octavos de final de la Copa de Europa, el 2-6 del Bernabéu, Alcorcón, la irrupción de una suerte de anticristo made in La Masía… Casi todo desgracias. Y la deriva no cambió en el primer Clásico en el Camp Nou. Un Madrid en construcción se plantaba con aire tímido en Barcelona y salía vapuleado desde el minuto 0. Perfecta metáfora la de un sonriente Xabi Alonso tratando de bromear con Busquets en el túnel de vestuarios —“Sin dar palos, ¿eh, cerdo?”—, mientras los jugadores culés mantenían un rictus serio, de absoluta concentración y agresividad. La primera jugada de ese partido, un entradón de Villa a Ronaldo que casi lo desguaza contra la valla publicitaria, demostró las intensidades tan diferentes con que ambas escuadras afrontaron el encuentro. Los blancos fueron arrollados por un vendaval.
2. El gol de Cristiano en la final de Copa de 2011. Una vez asumida su inferioridad en el plano futbolístico, un amplio sector del indefenso madridismo se aglutinó en torno al caudillo spengleriano de Madeira. En aquellos años de catacumba se creó una camaradería, favorecida por la necesidad, que reforzó el vínculo de muchos aficionados con el equipo. El cabezazo del Bicho se gritó no como celebración de un título, sino como impugnación de un relato.
3. La Liga de los récords. El Madrid del siglo XXI solo ha ganado una Liga más que Copas de Europa. Sirva el asombroso dato para señalar el idilio del club con la competición más prestigiosa del mundo, mas también para acusar su incapacidad para mantener la constancia en los torneos de la regularidad. De ahí que completar treinta y ocho jornadas sin perder la concentración constituya un hito en este período. Por más que debiese resultar lo esperable.
4. Real Madrid 2 – Borussia de Dortmund 0 (30 de abril de 2013). Tras la debacle de Signal Iduna Park, que encumbró a Robert Lewandowski como el delantero del lustro en Europa, el Madrid estuvo a punto de revivir las históricas remontadas que en los años ochenta convirtieron el Bernabéu en un fortín inexpugnable. Con un Sergio Ramos que se ganó para siempre —¡y lo que había de venir!— el corazón de los madridistas con su pundonor en el marcaje, más allá del reglamento en algún instante, al punta polaco provocador de tantas pesadillas. El pandemónium de los diez minutos finales convenció a la grada de que el milagro era posible, y también a los propios alemanes, encerrados en el área pequeña. Nunca un pitido final dolió tanto.
5. El gol de Ramos en Lisboa. Si Sergio ya había dado un paso adelante en su papel como segundo capitán y verdadero líder del equipo, en mayo de 2014 dio un paso más allá y escribió en letras de oro su nombre en la historia de la entidad. Cualquier guionista hubiese desechado la historia por inverosímil, de puro épica. El cabezazo salvador en el minuto 93, frente al eterno rival, para obtener la ansiada Décima, constituye la mejor rúbrica para su candidatura a mejor central blanco de todos los tiempos.
6. La llegada de Zizou. Casi por la puerta de atrás, en un período convulso, sustituyendo a un desafortunado Benítez —herido de muerte tras el 0-4 del Barça, pero ya en el punto de mira mucho antes por su relación mejorable con los pesos pesados del vestuario—, el entrenador llamado a hacer historia en el Real Madrid fue la tabla a la que se aferró Florentino. La arriesgada apuesta no pudo salir mejor: tres Champions League consecutivas, acompañadas de una imagen inmejorable para la institución.
7. Lucas Vázquez haciendo malabares con la pelota. Si el infierno existe, debe de parecerse mucho a una tanda de penaltis en una final contra el Atlético de Madrid. En semejante circunstancia, las fuerzas flaquean y hasta los más atrevidos sienten temblar su autoestima. Y, sin embargo, un chaval gallego tuvo el cuajo de, ante millones de espectadores, acercarse al punto fatídico jugueteando con el balón para batir a uno de los mejores porteros del continente. Cristiano metería a la postre el lanzamiento considerado como decisivo, pero cualquier experto en psicología destacará por encima la valentía —con su punto de inconsciencia— de Lucas.
8. El penalti de Lucas Vázquez ante la Juve. El episodio que sirve de paradigma de los odios del peor antimadridismo. Transformar una decisión por parte del colegiado, quizá puntillosa pero innegablemente acertada, en un escándalo mayúsculo por la cantidad de ilusiones rotas que genera el desenlace. No importa tanto la justicia de la decisión concreta como la crueldad dolorosa, intolerable, para el anti jadeante. Desde luego el escenario era prometedor: un 0-3 en el Bernabéu, con un Madrid asumiendo riesgos y sumamente débil en defensa, la primera ocasión verdaderamente factible en tres temporadas de perder una eliminatoria europea… Hay que saber disfrutar de todo, y aquello fue fastuoso.
9. La chilena de Gareth Bale. El jugador más indescifrable de los últimos tiempos, perdida su condición de titular estrella, regala el día que sale desde el banquillo el mejor de sus goles con la elástica blanca. En la cita más importante posible. Y aún habrá quien niegue que el Real Madrid es una superproducción encubierta de la Metro Goldwyn Mayer.
10. Despedidas y esperpento. Zidane y Cristiano abandonaron el club pocas semanas después de proclamarse tricampeones de Europa. Existe la creencia de que saber irse de los lugares en el momento adecuado te aporta un plus de elegancia. Quizás. El problema reside en que, cuando solo hay recuerdos bonitos al no dar tiempo a que la relación se pudriera, siempre existe la tentación de volver al lugar donde uno ha sido feliz. En el caso del francés el retorno se ha culminado, y en el del portugués habría que entrar en su mente esos domingos por la tarde en el campo del Empoli o el Cagliari. Entretanto el Madrid no permitió el aburrimiento, protagonizando un polémico fichaje del seleccionador nacional a escasos días del debut en el Mundial de Rusia, enfrentándose a un presidente de la Federación que perdió los papeles para luego despedir al técnico a los pocos meses. Show must go on.
Me falta un flash: CR metiendo una chilena descomunal en el Juventus Stadium, mientras el público aplaudía admirado y Buffon reconocía que aquel era el mejor delantero del mundo.
La final contra la Juve también tuvo su aquel. Un partido memorable dónde los juventinos recibieron en un solo partido (la final) el doble de goles (4) que había recibido a lo largo de todo el campeonato (2). Fue un victoria por aplastamiento.