jueves, noviembre 7, 2024
Google search engine
InicioRELATOSCristiano Dickens

Cristiano Dickens

Fabio Coentrao se había retirado. De ello no había ni la menor sombra de duda. ¿O no? El caso es que nadie le había visto jugar en mucho tiempo. Ni siquiera el propio Cristiano, y habían sido socios durante muchos años. Precisamente por eso le sorprendió la visita en aquella fría noche turinesa, pues Coentrao se presentó en la sala de Cristiano sin invitación ni aviso previo.

“¡Cris!” gritó Coentrao, ante la sorprendida cara de su antiguo compañero de equipo “vengo a darte un mensaje: Tres espíritus vendrán a visitarte durante la noche y te enseñarán tu vida pasada, presente y futura. Debes cambiar, Cris, es lo mejor para tu futuro”. Cristiano hizo un gesto de protesta con el brazo derecho y exclamó “paparruchas”. Antes de que terminase la frase, el mensajero se había desvanecido. “Paparruchas” volvió a decir. Se puso su pijama de seda y su crema facial y se fue a dormir.

Una sola campanada, sonora como si estuviese dentro del campanario, fue suficiente para despertar a Cristiano. Ya sobresaltado por el ruido, su sorpresa fue aun mayor cuando junto a su cama percibió la presencia de una figura. “¿Sir Alex?” ¿Qué hace usted en mi cuarto? ¿Qué hora es? “Límpiate esa cosa da la cara y ven conmigo”, le respondió Alex Ferguson. “¡Ahora mismo!” Ferguson agarró a Cristiano del brazo como si fuera a abroncarlo y le llevó a través de una puerta “es el vestidor…” protestaba. Cruzado el umbral, Cristiano y Sir Alex se encontraron en una habitación en una residencia de Lisboa, donde se descansaba un niño con aspecto triste. “Es la residencia en la que vivía cuando me fui al Sporting. Al principio lo pase mal”. Ferguson y Cristiano cruzaron la habitación y la siguiente puerta les llevó a las instalaciones del Manchester United, en uno de los campos de entrenamiento

Aquí aprendí mucho”, dijo Cristiano. “¡Aquí te enseñamos a jugar al futbol!” protestó Sir Alex “Tu viniste aquí haciendo bicicletas que no iba a ninguna parte! ¡Te creías mejor de lo que eras demasiado pronto, y si no hubiera sido por mi no hubieras sido nunca un jugador de elite!” Cristiano agachó la cabeza y desafiante respondió: “Yo era el mejor del equipo. Ni Giggs, ni Rooney. Sin mí ya no pudiste competir en Europa”. Ferguson reaccionó ofendido y volvió a agarrar a Cristiano del brazo, aun con más fuerza, y atravesaron una pared de arbustos, tras la cual se encontraron en Madrid: “¿Y tuviste que venir aquí? ¡De todos los equipos del mundo solo odio más al Liverpool!”, dijo Ferguson. “Aquí fui el mejor del mundo, gané balones de oro, Copas de Europa y alguna Liga. Era mi sueño”. “Si!” volvió a gritar Sir Alex, cada vez mas enfadado “¡el maldito mejor del mundo!”. Empujó a Cristiano con tal furia y fuerza que cayó, pero en lugar de golpear el césped del campo de entrenamiento, descansaba sobre su cama en Turín.

Que sueño más raro”, murmuró. “No es un sueño” le dijo otra voz. “Ven conmigo”. “¿Luis Figo? Cómo puede entrar tanta gente en mi dormitorio? Voy a despedir al guardia de seguridad”. “Está en una fiesta”, respondió Figo “como tus compañeros”. Figo condujo a Ronaldo al final de la escalera y se encontraron en el centro de la celebración. Ronaldo miraba hacia todos lados “Están todos… Gianluggi, Gonzalo, Paulo, Mario, Alex Sandro… ¿Qué es esto? ¿Cuál es el motivo?” “Es la fiesta de esta noche, en casa de Higuaín”, -explicó Figo- “después del partido contra el Milán. Es casi Navidad, y están celebrando y pasando un buen rato juntos. Acércate”. Cristiano y Figo paseaban por la fiesta, Cristiano haciendo gestos a sus compañeros, llamando su atención. “No te ven, no te esfuerces. No te han invitado a la fiesta”. “Pero si soy el mejor… Meto más goles que esos 2 juntos”, protestaba Cristiano. “No se trata de eso… ¿crees que tienes el afecto de tus compañeros y la afición? Te pitaron en tu segundo gol” dijo Figo. “¡Paparruchas!» Soy su ídolo indiscutible”. “Calla y escucha a tus compañeros”, dijo el extremo luso. 

“¿Nadie ha llamado a Cris entonces?” preguntaba Chiellini. “No, nadie”, respondió Higuaín “lleva un tiempo demasiado centrado en sí mismo”. “¿Un tiempo? ¡Será toda la vida!”, rió Dybala. “Quitarle un gol a un jugador de 18 años que debutaba ha sido un acto muy feo. Otra vez” dijo Buffon. “Es normal que le piten”. “Paparruchas!” volvió a protestar Ronaldo. “¿Y si el defensa llega a sacar el gol en la línea? Entonces no hubiéramos ganado”. Figo volvió a explicarle “ya te he dicho que no te ven y por supuesto no te oyen. Y tú sabes que no hacía falta que tocases el balón. Era gol seguro”. “Ingratos… con todo lo que he hecho por ellos”. “¿Todo lo que has hecho? No les has hecho ganar la Copa de Europa y sin ti ya ganaban la Serie A. Tu forma de jugar obliga a todo el equipo a adaptarse a ti” explicó Figo. “Pero soy el mejor. Y soy mejor que tú”, le contestó Cristiano. “Es suficiente”, dijo Figo “sal de la fiesta por esa puerta”.

Al otro lado le recibió un espléndido jardín y allí se acercó una figura sonriente y dispuesta a darle un abrazo “¡Cristiano! ¡Bienvenido a tu casa!”. Cristiano se abrazó al visitante: “¡Eusebio! ¡Qué alegría! ¡No sabes qué mala noche he pasado. ¿Dónde estamos?”. “Es tu casa”, dijo Eusebio mientras paseaban por el jardín, “o lo será en el futuro” puntualizó la Pantera Negra. “¡Es una casa enorme! ¿Es Dubái? ¿Catar quizá? ¿Abu Dabi? No me digas más… ¡estoy jugando en el equipo de Beckham en Miami!”. “No, no. No es ninguna de estas. Es un equipo de China, que te pagaba mucho más. Beckham quería que jugases allí con Messi, y aunque Leo te pidió que te unieses al equipo preferiste ir a China”. “¡Esta casa es enorme!” repetía admirado Cristiano “¿Dónde está mi familia?”.

Eusebio se detuvo. Habían alcanzado la casa, junto a una sala con aspecto de museo. Cristiano miraba a través del cristal que ocupaba todo el lateral, sin prestar atención. “Tu familia se volvió a Portugal. No querían vivir aquí, ni tu madre, ni tus hijos, ni tu pareja. Todos querían otro tipo de vida, ya estaban cansados de viajar, así que estas aquí solo. Siempre dijiste que la familia te importaba más que nada y aquí estas, en una villa china sin verlos más de dos veces al año” le explico Eusebio. Ronaldo abrió la puerta y pregunto “¿Qué hay aquí?”. “Es tu museo personal, con algunos de tus trofeos, y tus 9 balones de oro”.

“¿Nueve? ¡Siuuuu!” Ronaldo rió de alegría y corrió hacia ellos. “Cris, Cris, escúchame. No se trata de esto, tienes que pensar en tu futuro y en tu familia. Cris… hazme caso y deja de besar esos balones de oro”. “Os quiero tanto” susurraba Cristiano, abrazando todos sus trofeos. “Cristiano… Escúchame” insistía Eusebio “va a ser tarde. Nos tenemos que ir”. Buscando en su bolsillo, Eusebio extrajo un pequeño pin de oro con la bandera de Portugal que le otorgó la federación de futbol y dijo “te voy a poner el pin en tu pijama, para que no creas que todo fue un sueño y puedas hacer lo correcto. Tenemos que partir”. Cristiano no escuchaba, abrazado a sus balones de oro. Eusebio chasqueó sus dedos y Cristiano despertó en su cama de Turín, abrazado a sus almohadas.

Mirando a su alrededor, confuso, se acercó a la ventana para comprobar que ya había amanecido. De reojo, en un espejo, vio algo pegado a su pijama. “Es un pin… es el pin de Eusebio!… no fue un sueño. ¡Voy a ganar 9 balones de oro!”

RELATED ARTICLES
  1. Genial,buenísimo.Llevo un rato riéndome y no dejo de ver la cara de Cristiano mientras celebra sus 9! balones de oro.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Recent Comments

Perikorro en Con contundencia
Alberto Patiño Varela en Los antimadridistas
Xavi Verger en Vinicius saca el cañón
Perikorro en Vivos con Fati-ga
Diego en Los sufridores
Diego en Viva el rey
Juan De Dios Luna Cijanes en La posesión y los tulipanes
Perikorro en Minority Report
Dr en Las viudas
Diego en Las viudas
Perikorro en Las viudas
Perikorro en Gaspartismo Reloaded
Diego en Viva la Vuelta
Dr en Viva Irlanda
Diego en Viva Irlanda
Diego en Decíamos ayer
Diego en Paz y amor
Dr en Paz y amor
Diego en Paz y amor
Diego en Vuela Supermán
Diego en Vuela Supermán
Diego en El trampolín
Perikorro en Salvar a Barrabás
Coral en Truman
Jose Avellaneda Perez en Los ídolos
María en Calles vacías
Amiguel en El pendejo de turno
Silvia Nebreda en Palabras y lágrimas
Manitu69 en This is Atleti
Alejandro Rincón Rubio en ¿Es Jovic un mediapunta?
Diego A. en Elogio de la locura
Juan De Dios Luna Cijanes en Efectividad máxima
Alfrez en Oda al populismo
Alfrez en Oda al populismo
Diego en Oda al populismo
Manitu69 en Oda al populismo
Fiodor Dostoievski en ¿Suerte o talento?
EUGENIO JORDAN en El cisne blanco
Frank Terraces en Historia del segundo Atleti
Hassandudeim en Historia del segundo Atleti
Perikorro en Aquí un Zidanista
Hassansudeim en Fichar a Descartes
Frank Terraces en Fichar a Descartes
Michael en Nacho y la tristeza
Irene García en Entre cero y nada
Roberto Gómez González en Entre cero y nada
Hassansudeim en Primeras impresiones
Rafael Sánchez Sánchez en Correa, Oblak y feliz año nuevo
Juanma Jiménez en Sólo fútbol
Jules en Sólo fútbol
Che en Trigo limpio
Gracias Faubert en Trigo limpio
Hassansudeim en Trigo limpio
Xabier en Trigo limpio
Juan carlos en Trigo limpio
Óscar Laguna en Ansiedad
Juan De Dios Luna Cijanes en El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
Joan Del Valle en El tamaño importa (y mucho)
Jose Carlos Torrenova Lozano en Mucho más importante que todo eso
Pascual Vicente Martínez Gimeno en Dos años A La Contra
Vicente Martin-Pozuelo Cantos en Good Bye, Lenin!
yerry en Don Cenizo
IGWT en Relatividad
Manitu69 en Hacerse viejo
Tony en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Grandes éxitos de ayer y hoy
Esuardo en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Victoria sin identidad
Frank Terraces en Bendita normalidad
Francisco en Victoria sin identidad
Julián Martín Fernández en Rodrygo hace viejo a Vinicius
J. J. Creamer en Los héroes de Bowie
Joselito en Éxito sin cimientos
Juan de Dios Luna Cijanes en Ansufatización
Juan De Dios Luna Cijanes en El ciclismo se ablanda
Frank Terraces en Desapego
Juan De Dios Luna Cijanes en Movistar no se rinde
Juan de Dios Luna Cijanes en Queremos tanto a Roglic
Frank Terraces en Hace dos meses
Juan De Dios Luna Cijanes en Nada por aquí, Neymar por allá
Juan De Dios Luna Cijanes en Hoy me he acordado de Lucho Herrera
Juan De Dios Luna Cijanes en Un colombiano en la luna
Juan De Dios Luna Cijanes en El Tour se achica ante Bernal
Juan de Dios Luna Cijanes en Bernal rompe el cielo
Juan De Dios Luna Cijanes en Bernal quiere el Tour
Eberhard Torres Calderón en Cuarenta años de La vida de Brian
Juan De Dios Luna Cijanes en Pinot quiere el Tour y Mikel Landa no se rinde
Frank Terraces en El Atlético más merengue
Juan De Dios Luna Cijanes en La suerte dispara contra Landa
Diego en El fugitivo
Diego en Sopor de France
Juan De Dios Luna Cijanes en El Talento Desperdiciado I: George Best
Juan De Dios Luna Cijanes en Friedenreich: Pelé antes de Pelé
Frank Terraces en La Feria de la Carne
Frank Terraces en El altar de Pérgamo
Juan De Dios Luna Cijanes en Ni cinco de bola
José Antonio Gutiérrez en No cambies tus sueños, cambia el mundo
Antonio Lopez Lobeto en Los doce trabajos de Hércules
Francisco Pedrajas Raya en Ramos-Florentino: Pimpinela en el Madrid
Antonio Lopez Lobeto en Mi pájaro es mejor que el tuyo
Stockton en Bon voyage
Juan De Dios Luna Cijanes en El problema del Barça es el relato
Perikorro en Tantas mareas, marean
Perikorro en No me gusta el cricket
Carmelo en La venda ya cayó
Antonio Jesús Zarza Moreno en ¿Marino o submarino?
Lorenzo Dominguez Sanchez en Gracias, Florentino
Joaquín en Camino a Vitoria
Robert Lee en El que se va, ya no es
victor martín marron en Quiten de ahí a esa loca
Martín Vallejo platero en El borde de la piscina
Diego en Gracias, Johan
jose antonio medrano en Gracias, Johan
Jorge Florido en Gracias, Johan
Javier en Gracias, Johan
Esteban en Gracias, Johan
Fran en Gracias, Johan
5contraelcalvo en Esperando a Zidane
Perikorro en Esperando a Zidane
Elaine Cristina en Casillas, el homenaje pendiente
Tomás Luis de Victoria en No, lo ponemos todo al centro
Tomás Luís de Victoria en Casillas, el homenaje pendiente
Lucas en Benzema FC
Carlos Antonio Suárez fornelino en Jugarse «nada»
Antonio Lopez Lobeto en Siete equipos para tres descensos
Víctor Raúl Valladares en El Real Madrid se queda solo
IÑAKI ASENSIO CALATAYUD en Ter Stegen, el portero de la T-10
José Ramón García en Ilusión en el nuevo White Hart Lane
JOSE ANTONIO FERNANDEZ PLAZA en Héctor del Mar, tal como éramos
Lucas en Oh, capitán
José Luis Heras en Usted tiene el faro roto
Juan J Rodriguez en Usted tiene el faro roto
Jairo Castillo en El Madrid de la triste figura
Rod en Au revoir
Cristian Galván en Motociclismo e hipocresía
Hassansudeim en La trampa perfecta
Juan De Dios Luna Cijanes en La trampa perfecta
Antonio Lopez Lobeto en Cuestión de fe
Martín Vallejo platero en Marcó Isco, ganó Zidane
Eliseo en Vuelve Zidane
Juan De Dios Luna Cijanes en La esperanza
Juan de Dios Luna Cijanes en La muerte del emperador
Maria Jose en Tropismo
María Jesús en Tropismo
Antonio Lopez Lobeto en El amor no siempre gana
SanEmeterio For Atle en Bienvenidos al espectáculo de minstrel
Elaine Cristina en El empate perfecto
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en La revancha perpetua
Antonio Lopez Lobeto en Al límite de la filosofía
Juan de Dios Luna Cijanes en La ley del mínimo esfuerzo
Antonio Lopez Lobeto en Milagro Kvitova
Carlos Leo Castellanos en Cristiano ya no va de farol
Marcos Da Silva en El tamaño importa (y mucho)
Antonio Lopez Lobeto en Promesas que todavía lo son
Gustavo Del río manzano en Quince años sin el mejor: Chava Jiménez
ROSA MARIA cuesta guerrero en A propósito de Laura
Irene García en Vidrio roto
AA - Rod en Vidrio roto
Juan Luna Cijanes en Solari y la teoría del melón
Antonio Lopez Lobeto en El valor de las palabras
Raúl Ávila en El traje de toda la vida
Miguel Morán en Godín es El Cid Campeador
Ricardo Moreno Castillo en La adolescencia duele
Aminie Filippi en La adolescencia duele
Miguel Angel Hidalgo Mena en Historia de un superviviente
Alfrez en Por los cojones
Paulino en Por los cojones
ROSA MARIA cuesta guerrero en La adolescencia duele
Luis Miguel en Y el presidente, ¿qué?
Oscar Redondo Callado en Tour 2019: Un espanto de recorrido
Santiago Peraza en A LA CONTRA, primer aniversario
Teddy Sagarrasantos@hotmail.com en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Conchita Minguez en Cinco apuntes para seis carreras