Este verano llegaba en silencio a San Sebastián, Martin Odegaard. El noruego aterrizaba en donosti con una cesión de dos años, -un 1+1 ya que en la liga española solo se puede hacer cesiones de un año-, que no aclaraba las intenciones reales del Madrid con este jugador de 20 años. Por un lado le renovaban hasta el 2021, pero por otro, se lo cedían a la Real por dos años, dando la sensación de que sin querer soltarle del todo, las expectativas con el centrocampista empezaban a ser bajas.
El caso es que su inicio de temporada en Anoeta no ha podido ser más deslumbrante. Imanol Alguacil le ha situado como interior derecho en su 4-3-3 de junto a Illarra y Merino, dándole inicialmente la llave del juego ofensivo, él era/es el nexo para asociar el juego asociativo que despliega la Real desde atrás con sus tres delanteros, eso sin reducir ni un ápice sus obligaciones defensivas. Con la lesión de Illarra, el noruego ha tomado más responsabilidades para la creación del inicio del juego, Martin se ha acercado más en la base de la jugada, ha sumado más compromiso con el equipo, ayudando tanto a Zubeldía como a Ander Guevara –los sustitutos de Illarra– para dar calidad a la salida del balón desde atrás, y de momento lo está haciendo de forma muy brillante.
Este Odegaard es un jugador muy diferente al niño por el que el Madrid se peleó con todos los grandes de Europa. Martin ya no es ese extremo o media punta frágil, de mucho talento, habilidad en la conducción y en el regate, el Odegaard actual es un futbolista mucho más hecho. Durante su cesión al Heerenveen y más tarde al Vitesse, nos acostumbramos a ver cada mes en la prensa las imágenes de una gran jugada suya, un gran pase o algún gesto de muchísimo mérito técnico, pero apenas si había noticias sobre su crecimiento futbolístico, dio la sensación de que era un jugador de Youtube. Un futbolista muy vistoso para ver de él tres o cuatro jugadas, pero insustancial, o sea el típico jugador más bonito que bueno, y aparentemente en la casa blanca parecía que esa era también la idea que empezaba a consolidarse.
En estos partidos en la Real todo ha cambiado, Martin está demostrando tener fútbol y físico para jugar tanto de falso extremo como de interior en la élite, es más, su sorprendente madurez en el juego le ha dado para tomar el mando y ordenar posicionalmente al equipo en ausencia de Illarra. Él es quien decide ahora en el cuadro txurri urdin cuál será la velocidad y la intención en cada jugada, por eso, gracias a su control de los espacios y a su gran abanico de pases, Odegaard es a día de hoy el líder del equipo.
En Atocha está ante una gran oportunidad para evolucionar como jugador, el noruego está cursando un máster en la que creo que va a ser su gran posición y donde más va a poder rendir en la élite, justo una posición, interior derecho, en donde «su club», el Real Madrid, tiene un hueco importante que rellenar para la próxima temporada, y es ser el relevo de Luka Modric.
Al igual que el croata, el noruego posee una gran habilidad para salir de presiones y activar la circulación del balón gracias a su calidad técnica. Ambos son jugadores que dominan el regate, la finta y el toque corto, algo que ya hemos visto con Modric, y que te da ventaja ante presiones agresivas tan de moda actualmente, además es un jugador de ritmo alto y que quiere estar siempre en contacto con el balón o cerca de la jugada.
Con 20 años, el Madrid puede haber encontrado en casa lo que pensaba iba a tener que buscar fuera y a coste de mercado, o sea caro, puede que, como tantas otras veces, había que mirar en casa lo que se estaba buscando fuera, puede que la solución no sea Erikssen o Bruno Fernandes cuando tienes a Valverde y Odegaard, como posiblemente la solución no era Mendy teniendo a Reguilón, pero con Florentino y Zizou al mando podemos esperar cualquier cosa. Veremos si el donostiarra corre la misma suerte que otros jóvenes valores fichados hace tiempo o salidos de la cantera blanca, o si por fin alguien decide apostar por el talento joven y ayudar a que madure vestido de blanco.
Elegido MVP de la Liga del mes de Septiembre, ahí es ná.