Todo lo escrito hasta el gol de Rodrygo no sirve de nada. Todo lo dicho, tampoco. El partido del Real Madrid pasa a segundo plano ante la fulgurante irrupción de un chico de 18 años que se nos había traspapelado entre las esperanzas y las decepciones. Pocos son los debutantes que marcan un gol a los dos minutos de estrenarse. Muy pocos son capaces de inventarse la oportunidad. Eso hizo Rodrygo y luego lo celebró como si todas sus noches fueran así. Bendita inconsciencia. Alguien debería susurrarle al oído que, desde hoy, quizá mañana, todo irá a peor.
Es curioso. El gol de Vinicius (34’) borró una pésima media hora del Real Madrid y el gol de Rodrygo (71’) difuminó la hazaña de su compatriota, de manera que el partido fue encajando como las muñecas rusas, ocultando a cada paso lo anterior.
Eso sí. La comparación es inevitable. Vinicius celebró su gol como quien se encuentra con su familia después de diez años. Lloró, apuntó al cielo con los índices y se hincó en la hierba de rodillas. Tanto se estremeció que dejó ver el tamaño de su complejo. La ansiedad le vence. Pocos minutos antes de marcar, el estadio había castigado con silbidos su enésima pérdida del balón. Justo al borde del descrédito definitivo, el gol le permitió recuperar su condición de favorito de la grada. La disfrutó durante 37 minutos.
Que Rodrygo hiciera un gol nada más saltar al campo dice mucho de sus cualidades, pero también, por extensión, señala el trauma Vinicius. El contraste es doloroso. Uno tiene gol y el otro es probable que no lo tenga nunca, porque hay cosas que no se aprenden, como el estilo, el encanto o el aplomo. Es duro tener 19 años y que te haga viejo un chico de 18, pero a todos nos ha pasado.
Es probable que el efecto Rodrygo, si Zidane sostiene la apuesta, sea similar al de Ansu Fati en el Barcelona. En tiempos turbulentos no hay nada mejor que un niño. Antes eran canteranos los que salían al rescate; ahora son chavales de cualquier lugar y condición que comparten el ánimo de subvertir lo establecido, porque no tienen la menor idea de qué es lo establecido.
Vinicius y Rodrygo salvaron a Zidane en una noche en la que no se le hubiera tolerado un traspié. En una decisión de alto de riesgo, el entrenador del Real Madrid contó con sólo tres titulares en el once inicial (Ramos, Casemiro y Kroos). El resto fueron reservas o meritorios de diferente grado, incluido Areola. Es obvio que pensaba en el Derbi, pero también es evidente que asumía mucho peligro. Al final, salvo Jovic, todos cumplieron, especialmente cuando el partido se puso cuesta abajo. Señalo a Jovic a pesar de que el VAR le anuló un gol por un número del zapato. Al margen de esa jugada concreta, sigue pareciendo un mecano rodeado de Madelman (Geyperman, Big Jim o lo que gusten).
RÉCORD HISTÓRICO – Rodrygo Goes es el debutante que menos tiempo ha tardado en marca en La Liga (95 segundos) en TODA la historia del Real Madrid. Supera el récord de Beckham que necesito 124 segundos para anotar en su debut liguero ante el Real Betis (30 agosto 2003). pic.twitter.com/bE4SYJTSvk
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) September 25, 2019
#OJOALDATO – El Real Madrid ha enlazado dos partidos oficiales consecutivos sin conceder un solo tiro a puerta (Sevilla y Osasuna).
NO HAY UN SOLO PRECEDENTE IGUAL EN LA ÚLTIMA DÉCADA.
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) September 25, 2019
Extranjeros que marcaron más jóvenes en Liga con el Real Madrid:
Varane (18 años y 152 días)
Vinícius (18 años y 206 días)
Rodrygo (18 años y 260 días)— Pedro Martin (@pedritonumeros) September 25, 2019
En efecto, en estos tiempos vertiginosos, en los que cada día crece la frontera del conocimiento y lo que se creía conocido del astro rey, por ejemplo, resulta erróneo, tal vez, milagrosamente el Madrid va a revelar su contenido oculto.
Era aún más grande y, tal vez hasta los planes de futuro de uno de sus profetas, Florentino Perez, se adelantan al tiempo.
Nota: La cosa va «de coña», pero es para chinchar a los agoreros que creían que unas manchas anunciaban el ocaso del eterno Real Madrid….