Domingo. Agosto. 22:00 horas. El Metropolitano lleno. Otra entrada involuntaria al talón de Aquiles, otra expulsión. Poco de Joao Félix, pero una jugada de crack como carta de presentación. El Atleti-Getafe tuvo poco fútbol pero mucha historia. En concreto, la que puede hacer Joao Félix si deja a menudo jugadas como la del partido de su debut como rojiblanco; y en especial, la de la expulsión de Jorge Molina por una entrada involuntaria al talón de Aquiles de Thomas. Ambas historias darán mucho que hablar durante los próximos meses. Veremos si tanto como los centros de Trippier.
Por partes. Desde el inicio, Simeone pedía a sus jugadores que abrieran el campo todo lo posible ante un Getafe que con las mismas armas que en la Liga 18-19 dejó claro que seguirá siendo uno de los equipos más complicados de batir del campeonato. Y lo pedía, primero, porque al equipo de Bordalás es muy difícil hacerle daño en zonas interiores del campo; y, segundo, porque este año dos de las nuevas incorporaciones son dos laterales, Lodi y Trippier, con recorrido, velocidad y guante en la pierna buena. Así llegó el 1-0 de Morata en el 22′. Buena apertura de Thomas, mejor centro de Trippier y primer gol del madrileño. Necesitará muchos más el equipo de Simeone si Diego Costa no recupera su mejor nivel y deja a un lado las lesiones.
A pesar del tanto, el Getafe, que notó la baja de Maksimovic, siguió con su hoja de ruta de siempre: buena colocación, pocas imprecisiones, menos complicaciones. Con faltas, sí. Pero a excepción de Damián Suarez, sin ánimo de hacer daño o buscar conflicto. No tenía intención de hacer daño a Thomas Jorge Molina en el 37′ en un pisotón. Intención de hacer falta al ghanés, sí. De hacer daño, no. Pero si la entrada es en el tendón de Aquiles, sea o no fortuita, sea o no voluntaria, sea más o menos dura, supone esta temporada la expulsión por roja directa. Curioso que la primera decisión del árbitro fuera la de mostrar amarilla al delantero azulón. Curioso por lógico, se entiende. Tras la revisión en el VAR, anuló la amarilla y enseñó la roja al veterano delantero. Entre interrumpir el juego y hacer daño hay diferencia, y ahí es donde debería actuar el árbitro. Pero las normas están para cumplirlas y la norma dice que las entradas en esa zona serán castigadas con tarjeta roja. Ni era para tanto la de Modric ni lo fue la de Jorge Molina. O todos o ninguno, debieron pensar en el comité de árbitros.
El caso es que lo que parecía un partido venido a menos con la expulsión duró muy poco, concretamente lo que tardó Lodi en recibir la segunda amarilla y dejar el partido equilibrado en cuanto a jugadores se refiere antes del descanso. En la segunda parte, Saúl que estaba en modo todoterreno en el centro del campo, pasó al lateral izquierdo hasta la entrada al partido de Hermoso para cubrir la baja del brasileño.
Bordalás no alteró apenas el dibujo ni la idea sin Jorge Molina. A falta de ocasiones y con un Metropolitano lleno en agosto, la afición colchonera esperaba mucho de Joao Félix. Y hasta el 55′ no obtuvo algo de su inminente nueva estrella. En ese minuto firmó la acción del partido en la que acabó provocando penalti tras un espectacular movimiento en el que demostró regate, desborde, velocidad y jerarquía. Jugada de crack. Jugada que no veía la afición colchonera desde que vestía de rojiblanco un tal Agüero. Jugada para entender por qué se ha pagado un precio desorbitado por el chico que va parecer como poco justo en próximas fechas. Morata no marcó el penalti. Lo falló. Más que fallarlo, lo paró David Soria, tercer portero menos goleado la temporada pasada solo por detrás de Oblak y Ter Stegen. Poca broma. Otro mérito de Bordalás.
Después comenzaron los cambios. Se retiró Thomas tras una hora de partido como mediocentro posicional en la que repartió juego y cometió pocos errores en la distribución; se marchó tocado Joao Félix y salió Vitolo por Lemar antes del último cuarto de hora. Comparten el francés y el canario ese aire de revancha individual, futbolística y mental, que lo único que puede y debe conseguir es hacer dudar a Simeone en el reparto de minutos en el once. En los últimos compases, pudo marcar el segundo el Atlético en un par de jugadas a la contra de Morata y pudo empatar el Getafe con un disparo al larguero de Ángel en e 85′.
Primera victoria rojiblanca de la temporada ante su hermano menor futbolístico, un equipo que hace del trabajo en equipo, la intensidad y la efectividad sus señas de identidad. ¿Les suena? Puede que por eso no sea suficiente. Puede que a partir de ahora los partidos del conjunto de Simeone tengan más aficionados neutrales que rojiblancos. Puede que sea por culpa de Joao Félix.
Hola ¿Puedes explicarme la diferencia entre «poco fútbol» y «mucho fútbol»? Si se trata de tocar el balón en horizontal y para atrás durante 80 minutos de partido te daré la razón.
Si se trata de una ocasión de Joao Felix y un pase de la muerte (fallido) de Tripier en el primer tiempo, un penalty fallado y una ocasion de Vitolo en el segundo tiempo pues podríamos hablar de un 4 -1 o 4-2.. entonces..¿seria mucho o poco futbol?
Sauldos
Para Simeone era muy importante los 3 primeros puntos, pero es evidente qué el Getafe sigue teniendo las mismas señas de identidad del curso pasado, obviamente todos esperamos mucho más de Simeone este curso.