Es difícil discernir el deseo de la realidad en esta historia. Porque hay un anhelo común en todos: ganar, aunque para ello haya que encontrar los caminos que llevan a Turín. No es solo cuestión de músculo económico o de arquitectura deportiva para levantar un proyecto de magnitudes similares a la Mole Antoniana que domina la capital del Piamonte. Se trata también de romper lazos casi sanguíneos, de dar la espalda a la lealtad y de dejar atrás una afición y una ciudad, que al menos en su vertiente azul, te idolatra. Guardiola tendría que hacer todo eso para abandonar el Manchester City y volver al Calcio, un fútbol que le encanta ya desde su época de jugador en un viaje inesperado que se podría precipitar por la posible sanción de la UEFA al City. Una sanción que impediría a los ingleses competir en la Champions.
En Italia llevan semanas apuntando el nombre de Maurizio Sarri como el primer candidato para sustituir a Massimiliano Allegri al frente de la Juventus. Pero este sería el Plan B. Esas son las informaciones que han aparecido en la prensa deportiva, desde Tuttosport, siempre cercano a la cúpula bianconera, hasta la La Gazzetta dello Sport. En alguna de ellas se ha reafirmado incluso con los nombres y apellidos de las fuentes. Alberto Galassi, abogado de Módena y miembro de la junta directiva del club inglés constestaba así a los primeros rumores que colocaban al de Santpedor al frente de la Juventus: “Dejad que Pep disfrute de los pocos días de vacaciones que tiene, es nuestro entrenador”. Nadie podía esperar otra cosa, desde el City se negaba la mayor.
Todo hacía indicar que, una vez terminada la temporada de Sarri con la disputa de la final de la Europa League, se aceleraría su contratación por la Juve. Pero todo cambió cuando el pasado 23 de mayo el nombre de Guardiola alcanzó las portadas de la prensa deportiva italiana. El matiz en esta ocasión es que la filtración procedía de varios periodistas expertos en información económica. Periodistas cuyas fuentes no proceden directamente de la Juventus, ni se rigen por los rumores que en esta época del año pululan en el Calciomercato. Periodistas que incluso ni residen en Italia —como es el caso de Simone Filipetti, afincado en Londres y experto en economía o Ale Vaughn, que lo hace en Nueva York— pero que apuntan que el elegido por la Juventus es Pep Guardiola, la primera opción para intentar definitivamente el asalto al trono europeo.
Al hilo de estas informaciones no fueron pocos los periodistas italianos que se subieron a la ola de Pep. Uno de los más significativos fue el periodista deportivo Luca Momblano, este sí muy afín a la cúpula directiva de la Juventus y con línea directa con la familia Agnelli, propietarios del club. También él ha afirmado que Pep Guardiola es el objetivo número uno de gran parte de la directiva para ocupar su banquillo. En su haber, cuenta Momblano con ser el primer periodista italiano que adelantó que la Juventus estaba intentando abordar el fichaje de Cristiano. «Aquello también parecía imposible, como esto», aseguran en Italia.
La operación adquiere con estos precedentes un cariz económico que no muchos clubes de Europa pueden asumir. Recordemos en este punto que Pep Guardiola cobra en el Manchester City alrededor de 22 millones netos por temporada y que renovó su contrato en mayo del año pasado para extenderlo hasta junio de 2021. Desde el entorno económico de la Juventus se asegura que la entidad estaría en disposición de asumir ese sueldo, gracias a la llegada de nuevos patrocinadores y contratos de publicidad asociados al fichaje de Pep. La rentabilidad sería inmediata. Algunos periodistas incluso afirman que Adidas y Maserati (el fabricante italiano de coches de lujo perteneciente al grupo automovilístico FIAT, propiedad de los Agnelli) serían los encargados de financiar la llegada de Guardiola a Turín.
Mientras tanto, las filtraciones desde el entorno económico del club ya se han hecho sentir en la Bolsa. La Juventus cotiza como club y sus acciones cerraron el pasado viernes con una subida del 5,11%, teniendo en cuenta que la temporada está cerrada, que el club turinés no ha realizado todavía ningún fichaje y que el nombre de Sarri no ilusiona especialmente a la parroquia bianconera, hay algo más que desata esa confianza en los inversores.
¿Y qué hacemos con Sarri?
Nada más terminar la final de la Europa League, en la que el Chelsea se impuso por 4-1 al Arsenal de Unai Emery, Sarri habló con Marina Granovskaia, mano derecha de Abramovich y Directora General del club londinense. El italiano, con el título europeo bajo el brazo, le aseguró que se quedaría en el Chelsea si le daba todo su respaldo y plenos poderes a la hora de confeccionar la plantilla para el año que viene, tal y como publicó The Times. Pero eso es algo que desde la llegada de Abramovich a Stamford Brigde solo ha conseguido un entrenador, José Mourinho.
Ni siquiera el reciente título conseguido garantizaba que el matrimonio Chelsea-Sarri se prolongara en el tiempo, a pesar de restarle al técnico italiano dos años más de contrato. Su salida de Londres también tenía precio, cinco millones de libras compraban la libertad del entrenador napolitano. Y las informaciones de hoy mismo que llegan desde Inglaterra (desde el Times, pero también desde el Daily Express o Talksport) dicen que la Juventus estaría dispuesta a pagar esa cantidad para hacerse con sus servicios y que tanto el técnico como el club blue habrían acordado ya su salida rumbo a Turín.
La sanción que lo cambia todo
De puertas para adentro, en el Manchester City no las tienen todas consigo. Sobre ellos planea una sanción que no saben si podrán regatear. Y la UEFA ha tomado ventaja en esta particular partida de ajedrez al filtrar a mediados de mayo que trasladan la investigación que están realizando a la cámara adjudicatoria del órgano de Control Financiero (CFCB). Esto supuso un paso más en las sospechas que tiene el máximo organismo del fútbol europeo ante un posible incumplimiento del Fair Play Financiero por parte de los Sky Blues. El castigo sería ejemplar para el actual campeón de la Premier: no podría competir en la Champions League, al menos durante una temporada.
Ese posible incumplimiento del Fair Play Financiero vendría derivado de la ocultación de diferentes inyecciones de dinero que podrían provenir de Emiratos Árabes Unidos y del jeque y dueño del City, Sheikh Mansour bin Zayed. Unos contratos que ya fueron denunciados en las filtraciones de documentos publicadas por Football Leaks y que desataron esta investigación. Tal y como informaba The New York Times, tras la consulta de la UEFA a expertos independientes han considerado oportuno llevar el caso al órgano de Control Financiero, así como no emitir ninguna comunicación más al respecto hasta que el CFCB tenga una resolución sobre el caso. Es decir, cuando sepan si sancionan o no al City, para lo cual no hay fecha prevista.
El City también mueve sus fichas y se ha mostrado muy crítico con la investigación: “La acusación de irregularidades financieras sigue siendo totalmente falsa y el informe de la CFCB ignora una prueba irrefutable proporcionada por el Manchester City. La decisión contiene errores, interpretaciones erróneas y confusiones que se deben a una falta de garantías procesales”, decía el comunicado citizen. Y mostraba su tranquilidad en cuanto a la resolución: “Confiamos totalmente en un resultado positivo cuando el asunto sea considerado por un cuerpo judicial independiente”.
Entretanto, en Turín aguardan agazapados, trabajando en la sombra según Ale Vaughn: “La negociación (con Guardiola) está bien avanzada y en buenas condiciones de producirse”. Aunque reconoce que todavía no hay ningún contrato firmado. La posible sanción de la UEFA sobre el City se plantea crucial. Eso, unido a la cláusula de salida de Pep (cero euros si se confirma la sanción), así como su pronta resolución, allanarían el camino de Guardiola hacia Turín. En el horizonte, además, el reto deportivo de ganar una Liga en Italia y una Champions con Cristiano. Alicientes no faltarían.
Me sorprendería que Pep dejase un equipo hecho por uno sin hacer donde ganar liga y Copa se considera lo normal y donde le van a pedir la Champios si o si. En Turin pasan de protectos , de estilos y de gustos futbolisticos, la Juve quiere la orejona por eso ya no está Allegri, dudo que pep se la juegue .