Tengo un compañero de trabajo, Dave, tan aficionado al futbol que cada pocas semanas viaja con un grupo de amigos a alguna ciudad europea y ven todos los partidos que pueden. Me llegó a contar que viajaban a una despedida de soltero en Letonia y que encontraron que había un partido de futbol de un equipo que no tenía ni web oficial ni sabían qué se jugaban, pero iban a ir. Hace unos meses viajó a Madrid y se fue a ver al Rayo, al Leganés y al Atlético.
Teniendo en cuenta que nuestro club local, el Hull City, transita sin mayores sobresaltos por el Championship y que el club más cercano de la Premier, hasta el ascenso del Sheffield United, era un poco atractivo Huddersfield, cuando se plantea ver un partido en Inglaterra, y analizado el precio de las entradas en la Premier League, viajar al extranjero con una compañía de bajo coste es una opción más que atractiva.
El fenómeno del turista en un campo de futbol no es nuevo, pero sí se ha hecho más frecuente y numeroso. Para algunos, es una mala noticia: los turistas van a vivir una experiencia, a ver un partido en Anfield, en el Bernabéu, en el Wanda, en el Camp Nou, en el Westfallen, pero no van verdaderamente a animar al Liverpool, al Madrid, al Atlético, al Barcelona o al Dortmund. Aplauden, viven el partido y cuando acaba, como mi amigo Dave, piensan si la próxima vez irán a ver al Borussia Moenchengladbach o si pueden encontrar la forma de ver a la Juve y al Inter el mismo fin de semana. El aficionado turista es una de las razones por la que los niveles de ruido en los campos de la Premier League no son los que eran o lo que nos cuentan que fueron, la pasión nunca puede ser la misma.
Es un fenómeno que no se puede evitar. La LFP, la Serie A, la Bundesliga y desde luego la Premier League buscan constantemente al espectador internacional, y si estos turistas viajan a los estadios no hace falta llevarse los partidos a Miami o Singapur: la montaña parece feliz acercándose a Mahoma. Los clubes ven con buenos ojos la llegada de turistas que pasen por el estadio, por la tienda oficial del club, por las cafeterías y si además pasan un par de noches de hotel y comen y cenan por la ciudad que visitan, todos felices. Si mi amigo Dave y yo, cuando vivía en Madrid, fuéramos al mismo partido en el Bernabéu, yo pagaría la entrada e iría al estadio andando y probablemente ni pasaría por la cafetería ni por la tienda del club. Él sería mucho mejor “cliente” para el Madrid y para la ciudad ese día.
Además, a todos nos gusta que nuestras cosas se aprecien fuera. Viajando en autobús junto al Bernabéu un día de finales del siglo pasado (cuántos años tenemos algunos) escuché una conversación entre dos viajeros ingleses hablando de fútbol. Todo se inició con un “el otro día vine a ver el partido, este estadio es increíble” y yo tuve un pequeño brote de orgullo, un tanto sin sentido, pero sirva para explicar lo que decía antes: nos gusta que se reconozca lo nuestro, y que alguien viaje desde Alemania, Francia o Inglaterra solo para ver a tu equipo produce una sensación agradable.
Y al contrario… ¿Se puede hacer turismo futbolístico en Inglaterra? El destino habitual es Londres, y aunque hay mucho que ver en otros sitios, empecemos por la capital. La oferta cultural y turística es de sobra conocida, se puede hacer de todo y se puede encontrar lo que se quiera, así que miremos a nivel futbolístico. El estadio del Tottenham, recién construido, puede merecer una visita, aunque no haya partido. El West Ham no suele llenar el estadio, así que puede haber entradas disponibles. He mencionado que las entradas son generalmente caras pero, como siempre, es cuestión de buscar y el futbol inglés no se acaba en la Premier League: El Championship tiene la fama de conservar el clásico estilo de futbol inglés, rápido, de ida y vuelta, menos cuidado tácticamente pero siempre partidos muy disputados.
Londres tiene muchos clubes en las siguientes categorías, y el Fulham tiene un estadio particularmente distinto, junto al Támesis y con una arquitectura muy típica de los estadios tradicionales. El Fulham en concreto esta habituado a la visita de turistas, pues cuenta con una sección de espectadores neutrales.
El noroeste de Inglaterra es el hogar de los clubes de Liverpool y Manchester, dos ciudades que se han ido remodelando y modernizando en los últimos años. Si las entradas para los grandes son muy caras hay clubes clásicos, que vivieron sus mejores días hace unas décadas, en los alrededores: Blackpool, Blackburn, Preston, Wigan, Bolton, Oldham o Tranmere Rovers tienen los estadios muy cerca de estas dos ciudades.
A una hora de Manchester por carretera o tren esta Leeds, otra ciudad con suficiente oferta para turistas. En cualquier caso, lo mejor de Leeds y la región de Yorkshire en general son las actividades al aire libre, siempre y cuando el tiempo acompañe. Yorkshire tiene clubes en la segunda división, además del Leeds United, a Huddersfield, Sheffield Wednesday, Hull o Barnsley. El área del norte de Yorkshire hacia Newcastle tiene una serie de pueblos pesqueros dignos de visitar. Por esa zona se puede ir a los campos del Sunderland, Middlesbrough o el Hartlepool.
La zona central de Inglaterra, las Midlands, tiene también variedad de clubes. En la zona de Birmingham, West Brom y el propio Birmingham juegan en la segunda división, Wolves y Aston Villa en la Premier. En la zona este, Nottingham Forest, Notts County —el club profesional más antiguo del mundo—, Derby County, Stoke o Leicester.
Para disfrutar de las ciudades o los entornos naturales es mejor visitar Inglaterra al principio o al final de la temporada, es decir, en agosto o esperando a finales de abril. Para ver un partido clásico inglés, con su lluvia y su viento hay que venir en invierno. De cualquier manera, el menú es suficientemente amplio para quien quiera acercarse a ver futbol inglés en vivo.
Bellissimo! The atmosphere of a Rayo, Leganes, BMG or Fenerbahce is a different world compared to Emirates, Etihad or even the Bernabeu. You feel like you are stood with true supporters, rather than tourists and the noise is as beautiful as the game itself.
I would rather be stood with 1,000 Ferencvaros fans or next to 10 Ventspils fans (they had a drum and were making some noise) rather than eat a prawn sandwich at Old Trafford.
I recommend the Groundhopper app for futbol y turismo.