Las mujeres están rompiendo puertas en el fútbol. Las noticias en los medios empiezan a ser habituales. El cambio ya está aquí desde hace tiempo. Un camino que está siendo largo, pero que seguro será la gran clave de su consolidación. Al éxito parece que solo se puede llegar si tienes talento y grandes habilidades y, obviamente, de eso anda sobrados el deporte femenino, pero las grandes claves están siendo la determinación y la constancia y, de esta forma, se están consiguiendo los grandes éxitos.
El fútbol femenino ha crecido de manera exponencial en estos últimos años, sobre todo en España siendo el deporte de equipo que más ha crecido en la última década. Todo apunta que las licencias federativas se duplicarán en todo el mundo en el 2020. Las perspectivas de futuro son muy favorables. Pero no solo fútbol, el número de mujeres que practican deportes en la actualidad está creciendo exponencialmente. Su crecimiento es espectacular… y las marcas lo saben. Las marcas empiezan a ser habituales y, llegan con ganas de ser mucho más que una acción de “responsabilidad social” y ese, es su gran éxito. Las marcas se incorporan porque potencia las estrategias de las marcas y, sobre todo, les ayuda a vender.
Iberdrola ha sido la gran valedora. El genio de Aladdín del deporte femenino, en este caso de color verde. Está cumpliendo los deseos de cientos de deportistas apoyando e involucrándose en el deporte femenino. Y el fútbol fue de los primeros. Lleva 3 años impulsando a la mujer en el deporte a través del proyecto de Universo Mujer, programa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que es una buena muestra de entender la relación publico/privada. Iberdrola ha sabido ver la oportunidad, entenderla, ser coherentes en su estrategia de marca e involucrándose en el proyecto demostrando que existen otras vías a la hora de buscar patrocinios.
Durante el mundial estamos viendo grandes ejemplos de marcas que entienden ese apoyo y lo están haciendo de manera excepcional. El primero de ellos, Nike, que ha lanzado una campaña impresionante e inspiradora con estrellas del deporte mundial que invita a las mujeres a soñar alto. Esta vez, el lema que lleva por bandera es “Dream Further” y busca transmitir la importancia de los roles femeninos a la hora de empoderar a las nuevas generaciones de mujeres deportistas.
Otro gran ejemplo ha sido Visa, socio oficial de servicios de pago de la FIFA. Su campaña ‘Un momento puede cambiar el juego‘ amplifica los momentos significativos que las mujeres crean dentro y fuera del terreno de juego, ya sea inspirando deportividad en el campo, influyendo en las decisiones de compra o manejando resultados en las salas de reuniones
Y, por último, la aseguradora Pelayo, una marca de referencia en el mundo del patrocinio deportivo y que lleva apoyando a la selección desde el 2008 ha lanzado una campaña bajo el lema #siemprejuntoaellas para apoyar a la selección femenina de fútbol en el Mundial de Francia. Pelayo quiere abanderar y dar a conocer a las jugadoras con una comunicación realista y motivacional.
Coco Chanel icónica diseñadora y considerada una de las mujeres más influyentes del siglo XX dijo una vez que: «Una mujer debe ser dos cosas: quien ella quiera y lo que ella quiera». Y parece que ha escogido jugar al fútbol. Disfrutemos de ello. Las marcas seguro que lo aprovecharán, ya que los patrocinios ayudan a conectar y emocionar y, de eso las mujeres, saben mucho.
El deporte es espectáculo. El espectáculo necesita ventanas audiovisuales y espectadores. Si se producen buenos espectáculos deportivos que sean relevantes para el público, tendrán espectadores. Cuando haya ídolos y equipos que muevan las emociones, los espectadores se convertirán en fans (ojo, fan «es más» que espectador). Cuando el fan, además, es practicante de ese deporte, el enganche emocional es mayor.
Hasta aquí, nada depende del sexo del target.
Ahora, una hipótesis: en deporte, las mujeres abandonan pronto (en torno a los 14 años) su práctica habitual, lo que hace que se desenganchen emocionalmente y reduzcan sus posibilidades de convertirse en fans (de cualquier deporte, masculino o femenino). Consumen la mayoría de ellas espectáculo deportivo por pura socialización más que por afición (ej. motor, fútbol,…).
La super exposición de deportes femeninos (positiva y deseable) debería generar más fans (tanto masculinos como femeninos). El enganche emocional de los fans masculinos no será nunca total porque la posibilidad de encontrar ídolos -esos deportistas que nos sirven de guía- en el deporte femenino es menor. Nos faltan las fans, que necesitan ídolos o «ídolas»-mejor en el deporte femenino que las empieza a haber- y una base de practicantes mayor.
Conclusión: necesitamos que las jóvenes no abandonen el deporte a los 15 años. Necesitamos más mujeres deportistas en la base. Así funcionará mejor el deporte espectáculo femenino porque habrá más posibilidades «ídolas» y más aficionadas.