El cine ha mitificado las despedidas. Penny Lane y William Miller a través de una ventanilla de avión en Casi Famosos; Ethan Hawke y Julie Delpy diciendo un «hasta dentro de seis meses» en la estación de Viena; E.T. señalando a la cabeza de Elliott, «Voy a estar aquí». La realidad es menos ingenua, menos dulce, menos espectacular. La realidad se parece más al adiós descafeinado de Griezmann ante el Levante que a la despedida heroica de Godín en el Metropolitano.
Porque aunque la semana haya estada marcada por la salida del francés, la sensación en la comunidad rojiblanca es de indiferencia. Su marcha ya se dio por segura el año pasado y muchos atléticos sólo vieron en esta temporada un vida extra con una muerte programada: la bajada de su cláusula el próximo 30 de junio. La indiferencia se hace más palpable si se comprara con el adiós de Godín, que se pudo despedir con los suyos y ante los suyos, con un estadio en pie y coreando su nombre, en una clara ilustración del hueco que deja uno y otro.
Así, el encuentro contra el Levante estaba marcado únicamente por estas y otras posibles despedidas, sin jugarse ningún equipo nada más que cerrar el curso con tres puntos más. El Levante fue el que con más ímpetu salió y abrió el marcador el en 6′, con un golazo de Cabaco de espuela. El Atleti reaccionó. Sobre todo Griezmann, al que se nunca se le podrá recriminar su falta de profesionalidad. Tuvo dos claras oportunidades (una de falta, otra desde la frontal) para, al menos, poder decir adiós con gol. También lo intentó Juanfran, al que Godín, Koke y Griezmann le cedieron la capitanía en el que probablemente también será su último partido con la camiseta del Atleti. A las oportunidades del Atleti reaccionó el Levante con otro tanto. En el 36′, Thomas intentó un peligroso pase a Rodrigo cerca del área al que éste no llegó; Roger robó y marcó. 2-0.
En la segunda parte Correa (que parece que se queda, ¿o no?) fue expulsado con roja directa tras revisión del VAR. Si el partido ya era un más un sucedáneo que un partido de fútbol parecía que la acción del argentino lo acaba de sentenciar. Pero lo desperezó Rodrigo (en la rampa de salida) que marcó un golazo en el minuto 68: un potente disparo desde fuera del área que entró por la escuadra. Y lo empató Camello, el canterano de 18 años que debutó y marcó su primer tanto con la rojiblanca.
Se acaba así la temporada con pocas certezas y varios interrogantes. La de Rodrigo, la de Filipe, la de Diego Costa. Pero las incertidumbres de llegadas y salidas no inquietan al Cholismo. El viernes en rueda de prensa ya sentenció sobre el futuro: «El Atlético es un club más grande que todos nosotros». Poco más que decir después de esto. Pasen un buen verano. Y que sea bueno para todos.