Avisados de la gran pasión de Cammarata por el mar y las olas, concertamos la charla en lo más parecido que la capital de España tiene de paseo marítimo: Madrid Río. La Riviera queda a la izquierda, a escasos 200 metros. “Ojalá pudiese tocar algún día allí”, dice Fabrizio con calidez, modestia y un español más que correcto. Su hilo con el país, con lo hispano, será algo en lo que se vaya ahondando conforme avance la conversación.
Fabrizio Cammarata es un cantautor de Palermo con más de diez años de trayectoria y cuyos últimos dos trabajos “Of Shadows” (2017) y “Lights” (2019) han sido producidos por el valenciano Dani Castelar, que también está detrás de grupos como ‘Editors’ o ‘Snow Patrol’. Su música destila aires pop y folk y sus letras, basadas en sus vivencias “en los amores” –comenta- son “melancólicas pero con un mensaje positivo. Me considero solar, luminoso. Cuando estoy melancólico escribo y cuando feliz salgo a la calle”, apunta riendo.
“Lights”, que salió al mercado a principios de marzo, tiene como primer single “Run, run, run”, cuyo mensaje es en realidad el contrario al título de la canción. “Tiene que ver con pararnos a escucharnos, porque si no vamos a correr sin llegar a ningún lado. Hay que leer lo que nuestra propia alma tiene que decirnos y escuchar hasta nuestros rincones más oscuros”, dice este italiano del sur sobre el mundo acelerado en el que vivimos.
En este mismo CD también se incluye “La Llorona”, un tema cantado en español e inspirado en la famosa canción de Chavela Vargas. A ella llegó gracias al cantautor madrileño Depedro, cuando ambos estaban en Estados Unidos, y en un primer momento pensó que era suya. “Hay un antes y después en mi música de Chavela”, afirma con contundencia Cammarata, que destaca de la mexicana –de origen costarricense- como una “chamana”. “Y yo creo en la versión chamánica y catártica de la música”, continúa Fabrizio, quien nos cuenta que es una canción que siempre toca en sus conciertos y suelen ser de las que más emocionan “hasta en países como Alemania. Sin entender la letra. Es la magia de la música”. Y confiesa, con una sonrisa, una cosa más: “Si la gente llora en mis directos, yo me voy contento”.
Los días 6 y 8 de mayo, las salas Costello (Madrid) y Sidecar (Barcelona) acogerán sus primeros conciertos en España con banda. No será su debut en nuestro país, sin embargo, donde tocó por última vez en diciembre y cita sitios en los que ha podido actuar como el Libertad 8, un sitio “con una atmósfera increíble”, a su juicio. Cammarata se declara admirador de Xoel López y de Rosalía “pero más de su primer disco”, matiza, profundizando en su fascinación por el flamenco. “Yo sé tocar la guitarra, he estudiado música pero el flamenco tiene algo que no comprendo. Solo puedo fijarme en su belleza”.
Fabrizio Cammarata… el futbolista, el surf y el calcio
Fabrizio Cammarata es un nombre que en Italia no solo tiene ecos musicales. Y es que hace siete años se retiró un futbolista –ahora entrenador– llamado igual. Cammarata estuvo en la Juventus, aunque sin llegar a debutar con el primer equipo, y desarrolló el grueso de su carrera en el Verona y Cagliari. También se quedó a las puertas de debutar con la absoluta, pero sí vistió la camiseta azurra con la Sub-16, Sub-18 y Sub-21. “En las búsquedas de Google salimos los dos y a veces nos confunden”, comenta sin perder la sonrisa el cantautor, que no ha podido tratar personalmente con su homólogo pero “me encantaría conocerlo”.
Fabrizio se declara aficionado al calcio “aunque me pasa como con el flamenco. Me quedo con la belleza. Me gusta quedar con los amigos para ver los partidos y que me expliquen las tácticas”. Seguidor, por supuesto, de su Palermo natal, Cammarata se recuerda de niño yendo al estadio, impresionado por el ambiente que generan los tifosi. Hay una fecha futbolera que el cantante no olvidará: 2004. El Palermo volvía a subir a la Serie A 31 años después: “Fue una auténtica revolución. Un amigo alquiló un camión y yo toqué mientras íbamos por las calles. La gente estaba totalmente loca. Fue una gran unión entre música y fútbol”, nos cuenta recordando también 2006, cuando Italia ganó el Mundial, “que también se vivió mucho, pero sin comparación”. Preguntado por si seguirá el Juve-Ajax (la entrevista se realizó el pasado 16 de abril, día del partido, por la mañana)…
-En Italia sucede que o quieres mucho a la Juve o todo lo contrario –contesta el transalpino.
-Como aquí con el Real Madrid –replicamos.
-¡Eso es! Hoy no me importaría que ganase el Ajax, pero no me hagas decir más cosas (risas).
Pero el deporte que de verdad llena a Cammarata es el surf. Él se encuadra, por su propia manera de entender la vida, entre los seguidores de los llamados “soul surfers”, con tanto nivel como los profesionales, pero que apuestan por viajar sin ataduras y sin tanta competición con el fin de encontrar la ola perfecta. “Cuando estás a punto de salir, logro un gran momento de meditación y concentración, de encuentro con la naturaleza. Es estar conmigo mismo y con la ola”, apunta. Fabrizio, que se desenvuelve en Longboard, descubrió el surf como estilo de vida que le interesaba hace ocho años en las playas de México, en concreto en la playa de Zicatela (Puerto Escondido, provincia de Oaxaca). Al sitio al que más le gusta volver para practicar su deporte favorito se encuentra también en México, en la playa Saladita (estado de Guerrero) “donde siempre está la ola que nunca termina” y como mayor ídolo señala a Rob Machado (soul surfer que compitió profesionalmente hasta 2001), aunque también admira a la campeonísima española de kitesurf Gisela Pulido.
Dentro de la terna de grandes deportistas que ha dejado Italia en otras disciplinas, le citamos nombres actuales como Valentino Rossi, el golfista Francesco Molinari o la nadadora Federica Pellegrini, además de nombres históricos como Marco Pantani o Alberto Tomba, pidiéndole que para cerrar nos deje su favorito. Se queda con Leonardo Fioravanti, que ha peleado con Kelly Slater, el mejor del mundo, en los últimos campeonatos. “Es muy joven (tiene 21 años) y además es un poco soul surfer. Le sigo mucho”. Apuntamos su nombre. También, por supuesto, el de Fabrizio Cammarata.