El primer fin de semana de mayo anuncia el final de las distintas divisiones de la Liga inglesa, excepto la Premier League, que aún esperará una semana mas para decidir si City o Liverpool se convierten en el subcampeón con mayor puntuación de la historia. Arsenal y Manchester United han evitado clasificarse para una Champions League donde no darían la talla y descendieron el Huddersfield y el Fulham hace ya varias semanas y este fin de semana se confirmó el descenso del Cardiff City.
Durante las tres próximas semanas se disputan los playoff de ascenso a las distintas categorías del futbol inglés, un periodo que suele pasar desapercibido para el aficionado internacional, pero que el aficionado local vive intensamente. Entrar en los cuatro puestos de playoff suele ser el objetivo de cualquier club que no sea claramente favorito al ascenso. Es un partido más, televisión en directo y la posibilidad de ascender en una final en Wembley. Jugar en ese estadio es un logro especial para los jugadores y para los aficionados, que cantan en las gradas “¡Vamos a Wembley!”.
El Championship, la segunda división, ha finalizado con el ascenso directo del Norwich City y Sheffield United y ha preparado unos emparejamientos muy interesantes en el playoff. El Norwich City, the cannaries (los canarios), han ascendido de la mano de Daniel Farke, un entrenador alemán llegado del filial del Dortmund hace dos temporadas y que, pese a lucir barba, no es Klopp por mucho que la prensa quiera dibujar similitudes. Farke ha mejorado al equipo continuamente desde su llegada, la temporada pasada acabó bien y esta, sin ser favorito al ascenso, ha ganado la Liga con un fútbol ofensivo y fichando con acierto. Los medios pronostican que el equipo, bien trabajado, no debería sufrir para mantener la categoría.
Con ellos ascendió directamente un club histórico como el Sheffield United, que no ha estado pasando por sus mejores momentos, y que llegó a jugar en la tercera categoría hace dos temporadas, viendo cómo su rival, el Sheffield Wednesday, subía al Championship a su costa y disputaba la final del playoff de ascenso a la Premier League (final que perdieron contra el Hull City). El equipo ha estado dirigido las ultimas tres temporadas por Chris Wilder, exjugador y aficionado del club, y de su mano ascendieron a la segunda categoría y empezaron con fuerza la temporada pasada, hasta que no pudieron mantener el ritmo. Personalmente creo que su estilo de fútbol, tan inglés, tan adecuado para otras categorías, quizá no sea el ideal para enfrentarse a la variedad táctica que plantea la Premier League. Dependerá de lo que puedan fichar, porque el presupuesto no será alto, y de cómo mantendrán el espíritu del club cuando las cosas vayan mal. Su fichaje tipo será alguien como Phil Jagielka, ex internacional ingles que queda libre en el Everton y que fue capitán del United —muchos cubes se llaman a sí mismos United— cuando estuvieron en la Premier.
El playoff de ascenso no lo suele ganar quien acaba tercero, que suele terminar ahí tras perder el sprint por el ascenso directo, lo que supone un bajón moral para la plantilla. En esta tesitura esta el Leeds United de Marcelo Bielsa, el hombre espectáculo de la temporada. Sus mejores momentos incluyen obligar a los jugadores a limpiar la basura de Ellan Road, el estadio del Leeds, para que aprecien lo bueno de su trabajo comparado al de los hinchas que les apoyan, ser incapaz de decir Ipswich en la rueda de prensa, hacer a un entrevistador abandonar la entrevista postpartido (en lugar de contestar a la pregunta, Bielsa lanzaba una pregunta al entrevistador), obligar a su equipo a dejar que el rival marcara un gol o la admisión de espionaje habitual a sus rivales, situación que se supo en un partido con el Derby County y que abrió un debate entre prensa, aficionados y entrenadores. El Leeds United ha ido perdiendo fuelle, algo habitual en los equipos de Bielsa, pero quizá menos de lo esperado. Ha jugado su habitual fútbol intenso y de buen gusto por el balón y mantuvo la primera posición hasta que llegó un bache y no pudo reaccionar, primero ante el empuje del Norwich City y al final de la Liga contra el Sheffield United. A cuatro partidos del final lo tenían hecho.
Su rival será el sexto clasificado, precisamente la víctima del “spygate”, el Derby County de Frank Lampard. Han entrado sextos muy a última hora después de haber estado bien clasificados toda la temporada y hacer buenos papeles en ambas copas, y pareció que se quedaban sin gasolina por lo largo de la temporada, cerca de sesenta partidos. Lampard, fundamentalmente, ha hecho una gestión lógica de su plantilla. Identificó rápidamente qué jugadores necesitaría y obtuvo cedidos a Harry Wilson, galés ya internacional del Liverpool, y Mason Mount, inglés del Chelsea, ambos jugadores con muy buena pinta. Recuperó a Ashley Cole para dar un punto de experiencia al equipo y ha mantenido un nivel competitivo alto. Lampard ha tenido entrenadores de todo tipo en su carrera y para mí aún es difícil identificar quién le ha marcado más. Ascender al Derby County sería un logro inesperado, y por supuesto su nombre ha sonado como próximo entrenador del Chelsea —y es que no se puede hablar del Chelsea sin cuestionar el futuro del técnico—.
El segundo emparejamiento es un derby de la región de Birmingham —aunque no es “el derby” real de cada uno de estos clubes—, entre West Brom, cuarto clasificado —el único descendido de la Premier de la pasada temporada que ha logrado meterse en la lucha por el ascenso—, y el Aston Villa, quinto, otro clásico ya no solo del futbol inglés, sino del europeo. El Aston Villa se presentaba con nueve victorias seguidas, pero quizá esa racha llegó demasiado pronto, y ha acabado la liga con un empate en Leeds y una derrota en casa contra el Norwich.
El Aston Villa ha tenido que hacer cambios en la plantilla porque la pasada temporada apostaron fuerte y perdieron. Han mantenido algunos jugadores ya veteranos y retuvieron a Jack Grealish, un jugador que tiene nivel de Premier League y que esta en la agenda del Tottenham. El West Brom, sorprendentemente, cambió a su entrenador hace ocho o nueve partidos porque perdieron el tren del ascenso directo. La reacción de los medios y los hinchas neutrales fue de incredulidad. Darren Moore era uno de los pocos entrenadores de raza negra en el fútbol profesional inglés y se esperaba que su buen hacer abriese puertas que parecen cerradas. Cuentan con jugadores expertos en la Premier que se quedaron tras el descenso, y eso quizá desnivele la balanza.
No vislumbro esta vez un favorito claro, un corredor que entre en la ultima recta remontando posiciones hasta subirse al podio final. Me gustaría ver a Bielsa en la Premier —se sospecha que si no asciende optará por irse— o lo que pueda ofrecer Lampard. La solución la tendremos en las próximas semanas: las semifinales se inician la semana que viene y las finales serán el último fin de semana de mayo, a final diaria por división, aprovechando un fin de semana de tres días. Tradición inglesa.
Aston Villa–West Brom, sábado 11 (13:30)
Derby County–Leeds, sábado 11 (18:15)
West Brom–Aston Villa, martes 14 (21:00)
Leeds–Derby, miércoles 14 (20:45)
Final, lunes 27 (aun sin hora)
Pedazo de artículo !!!!
Escribiendo así, aún se entiende menos lo del Brexit. Felicidades, Diego, el artículo es tan bueno que huele al té de las cinco.