El CSKA Moscú remontó al Real Madrid en el último cuarto para llevarse la victoria en la segunda semifinal de la Euroleague. De esta forma, el equipo moscovita alcanza su séptima final en los últimos 17 años en la máxima competición continental. El domingo buscarán la corona ante el Anadolu Efes.
El conjunto español alcanzó los trece puntos de ventaja en el tercer cuarto, pero se le apagó la luz en los diez minutos finales debido a sus fallos en el tiro exterior, los problemas con las faltas personales de hombres importantes y su desesperación ante el bajo listón que impuso el trío arbitral para pitar las faltas personales. Llull tuvo una oportunidad para mandar el partido a la prórroga, pero erró su noveno triple en diez intentos.
El equipo ruso, en cambio, supo mantener el tipo en el peor momento y asestó el golpe definitivo cuando tuvo la oportunidad. Para ello, contó con dos experimentados asesinos: Nando De Colo y Sergio Rodríguez (23 puntos cada uno). EL base canario se encargó de sostener al CSKA en el primer tiempo, y el francés fue limando la diferencia a base de tiros libres (13-14) para luego golpear con un triple que colocó a su equipo con una ventaja que no volvió a soltar. Su mejor escudero fue Will Clyburn, autor de 18 puntos. El domingo se enfrentarán a la otra gran dupla de guards del basket europeo: Shane Larkin y Vasilije Micic.
Los más destacados del equipo madridista fueron Fabien Causeur (máximo anotador con 18 puntos) y Facundo Campazzo (10 puntos, 6 asistencias y un espectacular rendimiento defensivo). Walter Tavares, acosado por las faltas, no fue capaz de replicar en el segundo tiempo el pánico que sembró en la primera parte del choque. El Madrid echó de falta un generador de juego ofensivo capaz de labrarse sus propios lanzamientos. Con Llull en plantilla, ese perfil ya es necesario; pero con el balear acusando problemas físicos, la necesidad es aún más evidente.
El arranque del choque adquirió un ritmo lento, marcado por las numerosas interrupciones causadas por las constantes faltas de ambos equipos. El equipo moscovita adoleció su incapacidad para anotar. Sus puntos, mediado el primer cuarto, habían llegado únicamente desde el tiro libre y el triple. Enfrente tenían la inmensa figura de Tavares, que marcó territorio tempranamente con dos tapones. A raíz de su superioridad defensiva, los blancos alcanzaron los seis de ventaja (7-13). La entrada de Sergio Rodríguez desde el banquillo dio un pequeño impulso al CSKA, pero se encontró con una respuesta inmediata en forma de 0-7. La contraofensiva de los de Itoudis llegó con Tavares en el banquillo, momento en el cuál el Chacho se hizo con el control del partido (7 puntos y 2 asistencias en el 1Q) para colocar a su equipo a 4 puntos (18-22) al término del primer cuarto.
El dominio del exjugador blanco no se disipó en el segundo cuarto. Sus puntos lograron poner a su equipo por delante por primera vez. Los suplentes del cuadro madridista solo lograron frenar las acometidas de los rusos contra su aro con faltas personales. El bajo nivel de Llull y Ayón, incapaces de compensar su falta de ritmo defensivo con buenas acciones en el aro rival, pedía a gritos la vuelta al parquet de Campazzo y Tavares. El encuentro se sumergió en un constante intercambio de golpes auspiciado por el acierto exterior de ambos equipos, dónde destacó Causeur (9 puntos en el 2Q). Después de unos minutos de tregua, la inspiración de Will Clyburn y Trey Thompkins en la anotación volvió a dotar de color al choque. Al descanso, la ventaja del conjunto blanco era mínima (43-45).
El comienzo del tercer cuarto fue muy similar al del primero, aunque la tensión competitiva se disparó. A destacar, el intensísimo duelo que disputaron Sergio Rodríguez y Facundo Campazzo. En cada defensa del argentino sobre el exterior canario, ambos sobrepasaron continuamente el límite de la falta, tanto en ataque como en defensa. El base madridista terminó por imponerse tras firmar un 2+1 que forzó la tercera falta del Chacho y contagió al resto de sus compañeros la energía que irradia en cada acción. La intensidad defensiva del equipo madrileño, sumada a un mejor acierto exterior, aumentó su renta por encima de los diez puntos. La diferencia aumentó hasta los 14 tantos, pero los problemas de faltas del Madrid (Rudy con 4 y Campazzo, Tavares y Taylor con 3) y una pequeña reacción de los rusos la redujo hasta los ocho puntos con diez minutos por delante (65-73).
El Intercambio de golpes volvió durante los instantes iniciales del último cuarto. Poco después, el ataque de los de Laso se cortocircuitó, y esta vez no logró más oportunidades para anotar desde el rebote. Los blancos comenzaron a desesperarse tanto por sus decisiones como por las del trío arbitral. En medio de la batalla en el barro, el CSKA colocó un empate en el marcador. Su rival juntaba en cancha a tres jugadores con cuatro faltas personales (los tres acabaron eliminados). Un triple de Taylor y un mate de Randolph volvieron a colocar a los blancos por delante. El mazazo llegó con el triple de De Colo y el posterior fallo de Randolph. Una “mandarina” de Llull dejó con opciones al Madrid para la última jugada, pero la victoria ya pertenecía al CSKA.
[…] la primera parte: dos equipos muy igualados, pero con el CSKA mandando en el marcador. Muy pronto, Nando de Colo realizó su tercera falta personal y se marchó al banquillo. Sin el Chacho, ni el francés sobre […]