Situada en la costa sur de Inglaterra, en el condado de Dorset, Broadchurch es una de esas localidades donde la vida transcurre tranquila y todo el mundo se conoce. Así era hasta que una mañana, en la que en la playa y a pie del acantilado, apareció un cadáver.
Broadchurch es una serie británica de tres temporadas de ocho episodios cada una originalmente estrenada en ITV y ahora disponible en España a través de Netflix. El éxito de la serie llevó a una adaptación para la televisión americana, versión que no he visto (estos párrafos solo hablan de la serie original).
La aparición del cadáver inicia una investigación que es encargada a Ellie Miller (interpretada por Olivia Colman, premiada con un Oscar por su papel en La Favorita) y el recién llegado a Broadchurch Alec Hardy (David Tennant). Como va a ser habitual en la serie estamos ante dos personajes muy bien escritos, con su personalidad bien definida, y perfectamente mostrados en pantalla por dos actores de primerísima línea. Junto a Colman y Tennant cabe destacar a Jodie Whittaker en el papel de Beth Latimer.
En las primeras escenas descubrimos que Miller conoce a la víctima… y, como decían en 1, 2, 3, hasta aquí puedo leer. Porque la mejor manera de recomendar la serie es no contar nada más, dejar que transcurra, y que el excelente guion nos cuente paso a paso cómo las relaciones personales entre los personajes pueden interferir en las profesionales, que cada escena nos descubra algo más de un lugar que no es tan idílico, pues la vida no sigue igual: el crimen afecta a toda la comunidad de Broadchurch y cada personaje, cada uno de ellos bien escrito y bien interpretado, nos muestra cómo.
Cada temporada de la serie es una historia que progresa episodio a episodio, sin finales cerrados. La primera temporada cubre un caso, principalmente, y la segunda está estrechamente relacionada con la primera. En la tercera temporada un nuevo caso, pero siempre dentro de ese ambiente, en el que el cadáver al pie del acantilado ha dejado una marca difícil de borrar.
Broadchurch es de lo mejor que ha pasado por la televisión británica en los últimos años, tanto por su guion como por su interpretación. Merece la pena cada minuto de cada episodio.
Bueno, pues me la voy a ver. Eso sí, como no me guste te voy a poner dos velas negras.