En el currículo de una persona, pesa más un fracaso que un triunfo. Del mismo modo, en el de un futbolista, un descenso tiene más peso que un título. En parte, porque no somos educados en la cultura de la derrota y, por tanto, no aprendemos a admitirla. Sin embargo, como cada año, a tres plantillas de Primera División no les quedará más remedio que aceptarla. A falta de un mes para que termine la Liga (seis jornadas, 18 puntos), hasta siete equipos luchan por la permanencia. Clubes, entrenadores y futbolistas hacen cuentas; entre 38 y 39 puntos podría estar la salvación que hoy, a falta de seis jornadas, marca el Celta, decimoséptimo con 32.
El primer tercio de temporada amenazaba lo que vemos: una de las ligas más igualadas y competidas en años. No tanto por el primer puesto, ya que el Barcelona distancia en nueve puntos al Atlético, pero sí por las plazas europeas (Champions y Europa League) y el descenso, la zona más caliente de toda la tabla. Básicamente, porque quienes finalmente bajen de categoría se enredarán en el infierno de Segunda División, en donde se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale. De hecho, a algunos les lleva lustros o décadas desenredarse y a otros, acuciados por sus deudas y/o mala planificación, jamás lo consiguen.
➕3⃣ para @AthleticClub, @VillarrealCF y @valenciacf en este domingo en #LaLigaSantander. pic.twitter.com/4UmAcW0GsO
— LaLiga (@LaLiga) 14 de abril de 2019
De los siete equipos hay por lo menos dos, Villarreal y Celta, que fueron concebidos para objetivos bien distintos. Eso sí, en el fútbol, como en la vida, nada está escrito y siempre da lugar a sorpresas. El Villarreal, al mismo tiempo que lucha por la permanencia, también lo hace por una plaza en semifinales de Europa League, eliminatoria que precisamente alcanzó el Celta hace dos años. Efectivamente, los mejores corredores de Bolsa tampoco se libraron del Crac del 29 y la Gran Depresión. De los dos (incluso de los siete), el Villarreal es el que transmite mejores sensaciones. Ahora, ha logrado reponerse después de sufrir sendas remontadas ante Celta (3-2) y Barcelona (4-4) que lo habían catapultado a los puestos de descenso. Tras ganar a domicilio al Girona (0-1), ocupa el decimoquinto lugar de la clasificación con 33 puntos. Por delante, tiene compromisos ante rivales directos, como el Huesca, y equipos que podrían estar todavía inmersos en la pelea europea, como Getafe (19 mayo, última jornada). Sin embargo, otros, para su encuentro, podrían encontrarse en tierra de nadie: Leganés, Real Sociedad, Real Madrid y Eibar.
Por su parte, el Celta también parte con cierta ventaja (no tanto a nivel de sensaciones, pero sí de efectivos). En el sprint final, tras pasarse tres meses apartado de los terrenos de juego por una lesión muscular en su gemelo, cuenta en sus filas con Iago Aspas. Ninguno de sus contrincantes disfruta de una baza como esa. Con su regreso triunfal, el equipo consiguió siete puntos de nueve posibles (el 77%) en apenas una semana, cuando, en su ausencia, el Celta tan solo había cosechado cuatro de 33 (el 12%). Como era de esperar, sus compañeros se resintieron en el Metropolitano (2-0) y volvieron a echar de menos a su líder natural dentro y fuera del campo. Forzó la quinta amarilla contra la Real Sociedad (3-1) para poder descansar ante el Atlético de Madrid y poder estar en plenas condiciones físicas las seis finales que tiene por delante (Girona, Espanyol, Leganés, Barcelona, Athletic y Rayo). Definitivamente, Iago Aspas es un estado de ánimo y solo con él el Celta podrá lograr la permanencia. Todo Vigo lo sabe y también los trabajadores del club, quienes le han construido una especie de altar con velas para que El príncipe de las bateas no coja ni un catarro.
Valladolid, Rayo y Huesca son los que, a día de hoy, volverían de donde vinieron el año pasado. Antepenúltimo, penúltimo y último, respectivamente, son los tres equipos favoritos para tomar el ascensor que los lleve de vuelta a Segunda División unos meses más tarde de haber hecho el camino a la inversa.
A diferencia de los otros seis equipos involucrados, el Pucela no tiene gol (26 en 32 partidos) ni a nadie capaz de hacerse responsable de sus registros anotadores. Sin ir más lejos, sus dos delanteros titulares, Sergi Guardiola, con dos goles, y Enes Unal, con cuatro, suman la paupérrima cifra de seis tantos. Por si fuera poco, el equipo dirigido por Sergio González es incapaz de sostener un resultado positivo y se desvanece en los minutos finales. Empató (2-2) contra el Getafe en el descuento, perdió contra el Sevilla con un gol en el minuto 84 y otro en el 92 y le sucedió lo misto ante el Leganés. Carrillo marcó en el 96. Contra la Real Sociedad, Oyarzabal empató (1-1) en el 79. Su última victoria (la única desde el 9 de diciembre) se produjo hace un mes (1-2 al Eibar, el 17 de marzo). Su calendario lo componen Alavés, Girona, Atlético, Athletic, Rayo y Valencia.
De momento, los 14 goles del segundo máximo goleador nacional, Raúl de Tomás, no salvan al Rayo Vallecano (19º, 27 puntos). Atrás queda la racha de siete partidos consecutivos perdidos (resultados que provocaron el cese de Míchel), pero Paco Jémez tampoco parece el entrenador ideal para lograr el objetivo, ahora mismo a dos victorias, aunque no depende de sí mismo. Desde que su fichaje se hiciera oficial: un triunfo (Valencia), un empate (Betis) y dos derrotas (Eibar y Athletic). Eso sí, de los siete es el equipo que más enfrentamientos directos tiene por delante: Huesca, Levante, Valladolid y una posible agónica última jornada en Balaídos ante el Celta. Real Madrid y Sevilla completan su taquicárdica agenda.
Más difícil que el Rayo lo tiene el Huesca (colista, 25 puntos). El equipo altoaragonés desconoce, prácticamente, lo que es vivir fuera del farolillo rojo y su mayor mérito es, precisamente, seguir de pie cuando todo el mundo lo creía tendido en la lona desde hace unos cuantos asaltos. Llegó a tener la permanencia a 11 puntos y a solo una vitoria; sin embargo, el tiempo avanza y los últimos empates ante Celta, Levante y Barcelona merman las posibilidades de ver cumplido su sueño de la salvación (a siete puntos). Si Enric Gallego hubiese metido aquel disparo a puerta vacía ante el Celta hace dos semanas, ahora no se hablaría de lograr casi una utopía, sino una hazaña. El Huesca debe ganar a Rayo, Eibar, Villarreal, Valencia, Betis y Leganés y esperar, fumando o sin fumar, lo que más quiere: seguir un año más en la élite del fútbol español.
Precisamente, en el fútbol, a veces, hay que fiarse más de las sensaciones que de los puntos. Las dinámicas de Villarreal y Celta contrastan con las de Girona y Levante. Por ese mismo motivo, estos últimos son, junto a Valladolid, Rayo y Huesca, los principales candidatos a bajar de categoría. Desde luego, las cinco de la madrugada jamás será la mejor hora para unirse a una fiesta. Con el descenso sucede lo mismo. Ambos han sido los dos últimos equipos en sumarse a la pelea por la salvación y eso debe, cuando menos, ponerlos en alerta y algo más.
El Levante lleva dos meses sin ganar (manque a Stuani), su última victoria fue ante el Celta el 16 de febrero (1-4), y el Girona acumula cuatro derrotas consecutivas (Athletic, Atlético, Espanyol y Villarreal). Una semana más a la deriva puede convertirlos en carne de Segunda División. Para evitarlo, el fin de semana, el Girona visita al Celta, en el que será su primer enfrentamiento directo por la salvación. Luego, vendrán los partidos contra Valladolid, Sevilla, Girona, Getafe, Levante y Alavés. Por su parte, el Levante tiene entre ceja y ceja sus enfrentamientos ante Espanyol, Betis, Barcelona, Rayo, Girona y Atlético. Dos calendarios complicados para levantar el vuelo, en definitiva. Tanto el equipo granota como el Girona necesitarán algo más que un vídeo motivacional con música de Coldplay para alcanzar el objetivo y soslayar el asunto del descenso.
Certera vision de la realidad futbolistica.Como siempre,firme y convincente como periodista.Seguro que triunfas,Marcos.
[…] batalla más dramática de todas con diferencia. A fin de cuentas, las consecuencias de bajar de división son mucho más severas que las de no jugar en Europa. Esta jornada ha sido […]
[…] una buena temporada para el Celta en lo deportivo. El club vigués lleva más de media temporada coqueteando con el descenso, lo que ha provocado un desfile de hasta tres entrenadores diferentes hasta el momento. A la […]