No hagan caso del marcador. La Juventus empató en Amsterdam, pero no dormirá tranquila. El Ajax demostró que tiene argumentos para matar a otro dragón. Son los mismos con los que acabó con el Real Madrid. La energía, la ilusión y, sobre todo, el fútbol. No estamos ante una cenicienta. No será la inocencia la que elimine al Ajax, ni el candor, ni la fragilidad mental. Al contrario. Lo más fascinante de este candidato imprevisto es que sus jugadores se manejan como si hubieran doblado diez veces el Cabo de Hornos. Son holandeses a ratos e italianos por momentos. Son atrevidos y prudentes según convenga. En definitiva, son estupendos futbolistas, tan grandes como su entrenador.
El empate no hace justicia a los méritos del Ajax, aunque el empate es solo una estación de paso. Igual que no se amedrentó en el Bernabéu, el Ajax no se achicará tampoco en Turín; diría que jugará exactamente igual. Quien cambiará será la Juventus, o debería hacerlo si quiere salir con vida. Su rendimiento en el Johan Cruyff Arena fue mediocre, con la única salvedad del gol de Cristiano, excelente; tendrá cincuenta años y marcará goles parecidos. Con eso se conformó quien pretende pelear por el título. Alguien debería repasar la eliminatoria de estos chicos contra el Real Madrid, el venenoso efecto del partido de ida…
Insisto. El Ajax es un equipo formidable y una maravillosa excepción. Pensábamos que en el fútbol europeo ya no asistiríamos jamás a la irrupción de un competidor inesperado. Ya no hay generaciones espontáneas y gloriosas como las que antes se daban en lugares diversos. Cualquier cantera floreciente (modesta o no tanto) es saqueada antes de que dé sus frutos. El presupuesto de los clubes se ha convertido en una criba decisiva en las últimas rondas de la Champions.
Sin embargo, y sin que sepamos cómo ocurrido, el Ajax ha llegado a los cuartos de final con un maravilloso grupo de futbolistas que en el siglo anterior habrían terminado por convertir en campeones de Europa. Es obvio que la mitad de ellos abandonarán Amsterdam el próximo verano. Hasta entonces hay que disfrutarlos. La asombrosa madurez de Frenkie De Jong (21 años) o Matthijs De Ligt (19) es uno de esos prodigios que el fútbol nos regala cada muchos años. No hablo de la precocidad espumosa de otros talentos, de esos tenemos buenos ejemplos cada temporada. En este caso, la genialidad consiste en controlar el juego y el tiempo. Esos chicos serán ministros a los treinta años, quizá antes. Pero hay de todo en ese Ajax. Ekkelenkamp, otro muchacho de 19 años, estuvo cerca de marcar el gol de la victoria en su debut en la Champions. No lo consiguió. El Ajax igualó pronto el gol de Cristiano pero luego se estrelló contra un afamado fabricante de muros.
Sufrirán en Italia, no cabe duda. La única debilidad de este Ajax fascinante son los balones por alto y el portero. Y a eso jugará la Juventus en la mitad que nos resta. Pero que no se fíen. Estos niños no tienen miedo. Ni perspectiva. Ni saben de historia.
Cuando al Madrid le salió en el bombo el Ajax , muchos se frotaron las manos ,como dice Trueba, era una de las Cenicientas , quien viese ayer el Ajax -Juve y el United – Barça descubrió sin duda quien era y quien no era «la Cenicienta » .
Ayer el Ajax salió con su clásico y «raro» 4-3-3 , un dibujo ,en ellos asimétrico, donde De Jong y Tadic, por sus movimientos ,lo van convirtiendo en otras opciones . De Jong -¡¡ que bueno es ya este jugador !! , bajaba y se metía entre los centrales para intentar salir jugando desde atrás , una clásica salida en 3 , lo que la Juve abortó con una presión alta e individual de sus tres jugadores más avanzados, Ronaldo, Mandzukic y Bernardeschi. Eso obligó a los holandeses, a Onana , su portero a salir el largo ,y ahí ,donde se suponía que iba a dominar la Juve ,comenzaba el dominio del Ajax .
Tadic , ese mediapunta que nos volvió locos en el Bernabéu ,sorprendentemente le ganaba una y otra vez esos balones a Rugani .Tadic , lo menos parecido a un nueve «receptor» se imponía en balones divididos ,y desde ese punto empezaba a jugar este Ajax .
Allegri , fiel a su estilo , retrasó al equipo y montó un 4-4-2 bajo ,pero el Ajax con su futbol vertical que no directo , su velocidad y su capacidad tanto para el 1×1 como para reunir paredes rápidas a un toque llegó y mucho a zonas de gol .
El partido terminó 1-1 porque Cristiano se inventó un gol , un golazo , en lo único que hizo en 90 minutos ,( muchos dirán que no es poco ) , y al Ajax le faltó esa pegada que le sobró en el Bernabéu .Los últimos minutos , con un Ajax fundido pero sin renunciar a sus señas de identidad : presión, busqueda de robos adelantados y fútbol vertical, y una Juve con Douglas Costa atacando la espalda de una defensa cada vez más volcada fueron emocionantes …
Quedan 90 minutos en Turín , y ya vimos que al Ajax no le impresionan los grandes escenarios , así que la Juve no debe andar demasiado confiada . Duelos así hacen de la Champions «el torneo » , nada parecido a lo que vimos ayer en Manchester .
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