El momento de Qatar es ahora. El fútbol qatarí se ha presentado al mundo tres años antes de lo previsto. La selección dirigida por el español Félix Sánchez, se proclamó campeona de la Copa Asia 2019 después de derrotar en la final a Japón por 3-1. Asusta pensar en la velocidad de crucero que ha tomado un proyecto ideado específicamente para el Mundial de 2022 que se celebrará en el pequeño país del Golfo Pérsico. Qatar comenzó el torneo como una aspirante a revelación y lo ha terminado tumbando al rey del continente más grande del mundo.
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?? #Qatar are the #AsianCup2019 winners. Their first ever title! History! pic.twitter.com/ceRMnUwCtL
— #AsianCup2019 (@afcasiancup) 1 de febrero de 2019
Los gestos de frustración de los futbolistas nipones fueron una constante durante los 90 minutos de partido. La Selección japonesa no perdió la final por falta de actitud, sino porque en el banquillo de al lado había un entrenador que ha construido un bloque con ideas claras y definidas. Qatar, que alternó diferentes esquemas a lo largo de la Copa Asia, partió de inicio con una defensa de tres centrales y dos carrileros que secaron las principales vías ofensivas de Japón. Al cuarto de hora, Ali Almoez se sacó de la chistera una chilena antológica para marcar su noveno gol del torneo. Ningún otro jugador en la historia de la Copa Asia ha marcado tantos goles. Diez minutos después, la Selección qatarí puso más tierra de por medio gracias a un espectacular disparo con rosca desde fuera del área del héroe de los cuartos ante Corea del Sur, Abdulaziz Hatim.
Fueron dos, pero pudieron ser un par más. Qatar dispuso de dos ocasiones claras para marcar el tercer gol. Una al final de la primera parte y otra al principio de la segunda. Las desaprovecharon y Japón, con más corazón que fútbol, encontró el tanto de la esperanza gracias a un sutil remate de Minamino dentro del área. Tuvieron que pasar seis encuentros y 70 minutos de un séptimo para que el combinado qatarí encajase su primer gol en contra en la Copa Asia. Félix Sánchez envejeció 15 años en 15 minutos. El tiempo que pasó hasta que el VAR señaló penalti a favor de su selección después de una mano nipona a la salida de un córner. Akrim Afif, uno de los mejores futbolistas del torneo, no desaprovechó la pena máxima y mató la final. Ali Almoez no fue el único que rompió récords hoy, su compañero Afif se convirtió en el jugador que más asistencias ha repartido en la historia de la competición. Nada menos que diez.
La magnitud de lo que acaba de lograr este minúsculo país asiático, que hace un año no aparecía en el ranking FIFA de las 100 mejores selecciones, se puede medir en que Japón no perdía un partido de Copa Asia por más de dos goles de diferencia desde 1996. En total, son siete victorias en siete encuentros con 19 goles a favor y sólo uno en contra. Félix Sánchez aterrizó en Qatar en 2006 para unirse al proyecto de la Academia Aspire. En 2013, asumió las riendas de la selección qatarí sub-19. Un año después, la proclamó campeona de Asia en esa categoría. En 2017, le nombraron seleccionador de la absoluta después de su paso por la sub 20 y 23. El trabajo del técnico catalán al frente del pequeño país del golfo Pérsico es digno de admiración. ¿Qué hubiéramos dicho si Guardiola, Mourinho o Simeone hubiesen ganado una Copa Asia con Qatar?
Después de Asia, la Selección qatarí buscará conquistar un nuevo continente este próximo verano. Será en la Copa América, donde ha sido encuadrada en el mismo grupo que la Argentina de Messi. En 2022, el desafío será el planeta entero. El tiempo nos dirá si un 1 de febrero de 2019 asistimos al nacimiento de una nueva superpotencia futbolística. Lo que hoy se vivió en Abu Dabi ya es historia del fútbol asiático.
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