Como en su día LeBron James o Antoine Griezmann, pero sin ser seguido por una cámara las 24 horas para luego venderlo como un documental. Una decisión que cambiará la vida del joven quarterback de los Oklahoma Sooners, Kyler Murray. Tras acabar su periodo universitario, su vida como deportista de primer nivel toma dos trayectorias diferentes: ser una nueva estrella en la NFL o serlo en la MLB.
Kyler Murray, con tan solo 21 años, ya es considerado uno de los mejores atletas que han salido de Texas. En su etapa en el instituto, el quarterback consiguió tres títulos estatales con un balance de 42 victorias y ninguna derrota. Tres años invicto, en los cuales registró un total de 10.300 yardas de pase, 117 pases de touchdown y 69 de carrera. La gente disfrutaba con el joven Murray y eso se traducía en campos con más de 19.000 aficionados en las gradas todos los fines de semana para ver sus partidos de instituto.
Texas A&M fue su primera elección para jugar al football universitario, pero no le fue tan bien como en el instituto. En la universidad tejana, Murray era suplente de Kyle Allen, el quarterback seleccionado por Carolina Panthers este año y que ha jugado sus primeros minutos en la liga estas dos últimas semanas contra Falcons y Saints. Tras ese primer año, en el que no empezó a jugar hasta el mes de octubre, Murray decidió marcharse a los Oklahoma Sooners. A su llegada a Oklahoma, Murray descubrió que en la posición de quarterback lo tendría muy complicado, ya que su rival y compañero era Baker Mayfield. En cualquier caso, la diferencia entre la situación de A&M y Oklahoma, fue la posibilidad de poder practicar los dos deportes de su vida. Por un lado, jugaba al football como receptor del equipo dirigido por Mayfield y, por el otro, podía jugar en el equipo de baseball de Oklahoma.
M3 | Kyler Murray gets all of it for his 10th home run of the season.
OU 5, Kansas 0 pic.twitter.com/nUKEJcFLRF
— Oklahoma Baseball (@OU_Baseball) 18 de mayo de 2018
Sus cualidades con el bate destacaron desde bien pronto. En 2018, en su segunda temporada con el equipo de baseball, Murray bateó .296 con 10 homeruns y 10 bases robadas. Estos números le llevaron al draft de la MLB, en el que los Oakland Athletics le eligieron en el puesto nueve de la primera ronda. Además, le firmaron un contrato que incluye casi 5 millones de dólares de bonus por firma. Murray decidió continuar su etapa universitaria en el football, porque hasta febrero (un mes después de que acabe el fútbol universitario) no tendrá que comenzar su temporada el training camp con los Athletics. Pero después de esta campaña, en la que su carrera futbolística ha despegado, su futuro hacía la MLB se ha torcido.
Tras una temporada en la Big 12 Conference (una de las conferencias más importantes del fútbol universitario) en la que promedió 3.600 yardas de pase, 37 pases de touchdown y 11 tantos anotados, llevaron a Kyler Murray a ser el nuevo Premio Heisman de la temporada 2018. Este premio se le entrega al mejor jugador de fútbol americano de los Estados Unidos desde 1935. La Universidad de Oklahoma repitió trofeo tras Mayfield, que lo consiguió en 2017. Este galardón lo han ganado jugadores importantes en la NFL como Cam Newton, Lamar Jackson o Mariota, entre otros. Su gran temporada llevó, además, a Oklahoma a ser campeón de la Big 12 Conference, ganando en la final a Texas Longhorns por 39 a 27. Realizó una gran final, ya que en aquel partido consiguió completar 25 de los 34 pases que intentó, avanzó 379 yardas de pase y dio tres pases de touchdown.
Ahora su camino se complica, porque tendrá que elegir entre la NFL o la MLB. Sus intenciones parecen que pasan por jugar en la liga de baseball, pero la posibilidad de estar entre los diez primeros del draft de la NFL es una realidad, y esto, podría cambiar su decisión. A favor tiene que viene de ser el mejor jugador universitario de los Estados Unidos, realizando unos grandes números como carta de presentación, pero en su contra, la estatura.
178 centímetros de altura, para un quarterback, es una estatura muy baja. Actualmente, de los 32 quarterbacks titulares de la liga, seis miden 1,96 cm (Josh Allen, Cam Newton, Roethilsberger, Philip Rivers, entre otros) siendo los más altos de la competición. El más bajito es Russell Wilson (1,80 cm) que, además, comparte cierto parecido con Murray. Wilson fue drafteado en cuarta ronda del draft del 2010 por los Colorado Rockies y ha compaginado training camps y ligas menores de baseball y la NFL. También sabe lo que significan que duden de tus cualidades por la estatura. En el football, no fue elegido hasta la ronda 3 del draft (puesto 75). Desde entonces ha demostrado que el tamaño no importa y, desde 2012 que lleva en la liga, tan solo en 2017 no llevó hasta la postemporada a su equipo. Incluso, en su segunda temporada consiguió el anillo de campeón y en la tercera repitió llegando a la final, pero perdió la Superbowl contra los Patriots de Brady.
Pero además de Wilson, otros jugadores tuvieron que elegir también su camino. Rusty LaRue jugó durante su etapa universitaria en los tres grandes deportes estadounidenses (baloncesto, fútbol y béisbol). Su decisión terminó siendo la NBA, en la cual logró un anillo con los Chicago Bulls en la temporada 1996-97. Charlie Ward, al igual que Kyler Murray, ganó el trofeo Heisman en 1993 con la Universidad de Florida State tras ser campeón nacional. Al año siguiente, decidió continuar su camino en la NBA y no en la NFL.
Bo Jackson o Deion Sanders son dos jugadores que lograron compaginar las dos grandes ligas en sus carreras deportivas. El primero, llegó a jugar 549 partidos (511 MLB y 38 NFL) en los cuatro años que compitió en la NFL y en la MLB. Consiguió participar en el partido de las estrellas de ambas competiciones, pero en 1990 decidió retirarse del football y dedicarse profundamente a su carrera en la Major League Baseball. Al igual que Bo Jackson, pero por mucho más tiempo, Deion Sanders participó en las dos competiciones. Durante once temporadas jugó en las dos ligas pero, posteriormente, decidió abandonar la liga nacional de béisbol para centrarse en el football. Todos sus logros llegaron en la NFL, competición que ganó dos veces.
Ahora, como en su día muchos deportistas americanos, Kyler Murray tendrá que tomar su propia decisión y elegir el camino en el que vea realmente oportunidades para triunfar. Por un lado tiene el ejemplo de Rusty LaRue, que se centró en el baloncesto y acabo siendo campeón. También el de Russell Wilson, que ignoró la importancia de su altura y llevó a su equipo a conquistar la Superbowl o, por el contrario, podría probar las dos competiciones y cuando esté seguro, apostar por una de las dos, como Bo Jackson y Deion Sanders. Lo único claro es que en las próximas semanas tendrá que elegir: NFL o MLB, esa es la cuestión.
Muy buena nota. Ni lo dudaría, NFL! Te pueden draftear los Giants, la posibilidad de jugar en ataque con dos estrellas como Odell y Barkley y montar un ataque histórico. Las marcas de New York harán el resto en cuanto a dinero. Sería muy bueno verle ahí.
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