lunes, diciembre 9, 2024
Google search engine
InicioFútbolLibertadoresArgentina, capital Madrid

Argentina, capital Madrid

Queridos visitantes argentinos, aquí en Madrid deberían sentirse como en casa. O no considerar tan lejos Buenos Aires. Decía Martín Hache en la inolvidable película del mismo nombre que solo echaba de menos los tejados, lo que sugiere que el resto no le incomodaba: “Extraño los tejados de Buenos Aires. Los tejados de Madrid son prolijos, tienen tejas, son armónicos… Los de Buenos Aires suelen ser terrazas planas en las que se mete lo que sobra, tanques de agua, ropa colgada. Dan la sensación de que sobran; de que están hechos porque no había más remedio”.

Si les ataca la nostalgia, mis queridos visitantes, pueden mirar hacia arriba, pero yo aconsejo que observen a su alrededor. Tampoco se encontrarán a disgusto los Libertadores, patronos del torneo exiliado. José de San Martín vivió en Madrid antes de ser general. Estudió en el Real Seminario de Nobles, un edificio ya desaparecido, ubicado en la calle Princesa. Combatió contra Napoleón para España y con la casaca del ejército español y por aquí aprendió las destrezas que luego utilizó en su lucha por la Independencia. De modo que es uno de los suyos y, en cierto modo, uno de los nuestros. Por cierto, su padre falleció en Madrid en 1832.

Quien quiera visitar la estatua de San Martín no tiene más que darse un paseo por el Parque del Oeste. Lo encontrará sobre un caballo rampante y señalando al horizonte como todo general que se precie. Quien desee saber dónde se casó Simón Bolívar no tiene más que callejear por el barrio de Chueca. En la intersección de las calles Gravina y Libertad hay una placa que reza: «El 26 de mayo de 1802, en el solar que ocupa esta casa, Simón Bolívar contrajo matrimonio con María Teresa del Toro». Digno de un relato romántico es el amor que profesó Bolívar por su esposa madrileña fallecida ocho meses después por unas fiebres amarillas. A buen seguro, Don Simón tampoco hubiera puesto objeciones a una Copa Libertadores en Madrid.

Por aquí pasaron más leyendas. Carlos Gardel debutó en el Teatro Apolo de Madrid el 10 de diciembre de 1923, 95 años no son nada. Actuó acompañado de José Razzano y sus guitarristas de cabecera, José Ricardo y Guillermo Barbieri. Cuentan que su éxito fue clamoroso y que llenó cada noche. Debe ser verdad porque regresó en 1926, 1928 y 1929. Entre sus fieles estaba la Reina Victoria Eugenia y la Infanta Isabel. España había descubierto el tango. Para que se hagan compañía, Gardel tiene calle en el mismo distrito que el General San Martín, en Moncloa-Aravaca.

Antes que Gardel, en 1919, llegó a Madrid un joven de 20 años de nombre Jorge Luis Borges. Lo hizo acompañado de sus padres y hermana, la pintora Nora Borges, bellísima según las crónicas. Se alojaron en la Puerta del Sol número 11, en el Hotel Americano (así lo atestigua una placa) y el escritor ocupó la habitación 84, en el piso principal. Borges vivió en Madrid dos años y él mismo reconoció que escribió aquí “sus primeros poemas publicables”. También cuenta con una calle, en el exclusivo barrio de La Moraleja, una vía que conecta por un extremo con la calle dedicada a Agatha Christie y por el otro con la que rinde homenaje al también escritor Jorge Guillén. Se deben montar buenas tertulias en la zona.

Llega el momento de recuperar los generalatos para hablar de Juan Domingo Perón. Exiliado en Madrid desde 1955, el general se alojó en la calle Doctor Arce número 11, a una caminata del estadio Bernabéu. Allí fue vecino de Ava Gardner, en un episodio que ha servido de argumento para la indispensable serie Arde Madrid. Entre ambos se generó una tensión bélica y esa guerra la ganó el animal más bello del mundo. Las juergas de Ava no dejaban dormir al general, que telefoneaba cada noche a la Guardia Civil en petición de auxilio. Se cuenta que la Gardner le llamaba “maricón” cuando Perón ensayaba discursos en la terraza de su casa.

En ese mismo edificio residía otro famoso vecino: el dirigente fascista Blas Piñar, representante de la extrema derecha durante la Transición. También tuvo desencuentros con la libertina Ava. En una ocasión, la actriz le abrió la puerta desnuda para acto seguido cerrarla en sus narices. No está claro si Blas Piñar ya odiaba a los estadounidenses o empezó a hacerlo por culpa de Ava Gardner. El caso es que en 1962 escribió en ABC un artículo incendiario contra los Estados Unidos de título inequívoco, Hipócritas. Así dicen sus primeras líneas: “Los que no tuvieron escrúpulos para lanzar la primera bomba atómica sobre los seres indefensos de Hiroshima; los que condenaron al fuego hombres y ciudades, y en Nuremberg se erigieron en jueces de los criminales de guerra; los que hoy, pusilánimes y temblorosos, llaman la atención sobre el peligro comunista entregándole como botín patrias y culturas…”.

Pero volvamos a Perón. Harto de la Gardner cambió de casa y se trasladó junto a su esposa Isabelita a Puerta de Hierro, una zona tranquila y exclusiva más propia de su condición. A su residencia, La Quinta 17 de octubre, llegó el 3 de septiembre 1973 el cadáver embalsamado de Evita, muerta 21 años antes, y cuyos restos habían salido de Argentina en 1957 con rumbo a Italia dentro la denominada Operación Evasión. Perón depositó el cadáver en el jardín de invierno de la planta baja, como si fuera Blancanieves, y allí permaneció dos años, hasta que fue reclamada por la Junta Militar y enterrada en el cementerio de La Recoleta dicen que sobre un nicho explosivo. Aunque esta historia pertenece a otra novela.

Evita, por cierto, visitó Madrid por primera vez en 1947, como embajadora y símbolo de lo que iba a ser la ayuda de Argentina a la hambrienta España de la posguerra. La primera dama fue recibida por una multitud al grito de “¡Franco, Perón, un solo corazón!”, pero su primera impresión no fue muy positiva. Así se lo contó a su peluquero: “Cuando Franco se me vino a los pies, yo pensé que era idéntico a Caturla, el que vendía pollos en Junín. Era petiso, barrigón, con pinta de almacenero, y llevaba una banda que se le apoyaba en la panza. Hasta la mujer y la hija se parecían a la mujer y la hija de Caturla ¡Y con todo lo que Perón me había hablado de él…!”.

Carmel Polo, la esposa del Genaralísimo, la odió de inmediato y de inmediato fue correspondida: «A la mujer de Franco no le gustaban los obreros, y cada vez que podía los tildaba de rojos porque habían participado en la Guerra Civil. Yo me aguanté un par de veces hasta que no pude más, y le dije que su marido no era un gobernante por los votos del pueblo, sino por imposición de una victoria. A la gorda no le gustó nada». Cabe señalar que Evita tenía 27 resplandecientes años cuando pisó Madrid y la señora Polo, 47 más bien lánguidos. Prueba de que Eva Perón dejó huella es que cuenta con calle, parque y estatua en la capital.

El último lazo a la historia de Perón en Madrid lo puso Jorge Valdano. Así lo reveló en 2001 el diario argentino La Nación. En el terreno donde se alzaba la casa de Perón, Valdano construyó en compañía de un socio siete lujosos chalets. El exfutbolista ocupó uno de ellos. Y lo hizo plenamente consciente de quién había vivido allí antes. «Quienes frecuentan a Valdano aseguran que llegó a Puerta de Hierro casi por un azar entre los dos extremos de la fortuna: la suerte y la quiebra. Años atrás, para el extrenador era una cábala tocar los muros de la Quinta de Perón camino a un campo cercano donde trabajaba con sus jugadores. No fallaba. Y tan segura resultó su cábala que, años después, Valdano se enteró de que podía acceder al terreno y a un negocio interesante si compraba la quiebra de un proyecto inmobiliario (…). No se lo pensó mucho».

Como no podía ser de otra forma, Alfredo Di Stéfano también da nombre a una vereda, próxima a la Ciudad Deportiva de Valdebebas, donde se levanta su estatua. La Saeta llegó a Madrid (y al Real Madrid) a los 27 años y desde entonces pasó la mayor parte de su vida en España. Pese a todo, no perdió el acento porteño, hasta parece que se le fue reforzando con el tiempo. Aunque entrenó a Boca (en 1969 y en 1985-86), aseguran que cada fin de semana solo le interesaban dos resultados, el de River y el del Real Madrid, por ese orden. 

Hemos mencionado a dos argentinos madridistas (Di Stéfano y Valdano), pero el club español más vinculado con lo argentino es el Atlético de Madrid. Hasta 49 argentinos han vestido la camiseta de rayas blancas y rojas y en la relación hay que incluir a José Eulogio Gárate, nacido en Sarandí durante una visita de sus padres a sus abuelos exiliados. Por no mencionar la influencia filosófico del Cholo Simeone, libertador del pueblo rojiblanco.

En Madrid también lucimos calles dedicadas a Bariloche, al Río de la Plata, al Aconcagua y a Julio Cortázar, que además dispone de un Centro Cultural. En el callejero, o callejeando, se toparán con  una avenida de los Andes y otra de la República Argentina, muy próxima al estadio de la final. Eso sí, en el homenaje municipal a las islas del mundo, hemos puesto calle a las Hébridas, Kuriles, Marianas, Marquesas, Marshall, Mascareñas y Molucas. Incluso Vírgenes, lo que tiene mérito en estos tiempos. Sin embargo, para encontrar las Islas Malvinas el visitante tendrá que desplazarse a Getafe, donde también hallará la calle del fútbol.

Hasta un barco de guerra argentino tiene calle en Madrid. Se trata del Torpedero Tucumán. Su historia es peculiar. En 1937, en plena Guerra Civil, el diputado Ramón Serrano Suñer (cuñado de Franco) se escapó de la cárcel Modelo de Madrid disfrazado de mujer. Así llegó hasta Alicante, donde se embarcó en el torpedero con destino a Marsella. Poco después, Serrano Suñer, reconocido filonazi, regresó a España para ejercer como mano derecha de Franco (no podía ser otra mano).

Ni River ni Boca tienen calles en Madrid, todavía. Disponemos del Río Manzanares que aceptaría ser River a cambio de un poco más de caudal y de infinitas bocacalles que podrían consolar a la hinchada xeneize. También contamos con los hermosos Jardines de Sabatini que hubiéramos dedicado a Gabriela de no haberse adelantado en el siglo XVIII el arquitecto italiano Francesco Sabatini. Incluso tenemos una calle Bombita, pensada en principio para el torero sevillano pero que también podría acoger al personaje de Ricardo Darín en Relatos Salvajes. 

En fin, queridos amigos argentinos, siéntanse como en casa. Y si para evitar un repentino acceso de morriña necesitan que revolvamos un poco nuestros tejados no tienen más que pedirlo. 

Juanma Trueba
Juanma Trueba
Periodista, ciclista en sueños, cronista de variedades y cinéfilo (sector La La Land). Capitán del equipo para que le dejen jugar. Después de tantos años, sigue pensando que lo contrario del buenismo es el malismo. Fue subdirector del diario AS hasta que le tiraron del tren. Luego se lanzó a una aventura a la que puso por nombre A la Contra. Y en ella sigue.
RELATED ARTICLES

3 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Recent Comments

Perikorro en Con contundencia
Alberto Patiño Varela en Los antimadridistas
Xavi Verger en Vinicius saca el cañón
Perikorro en Vivos con Fati-ga
Diego en Los sufridores
Diego en Viva el rey
Juan De Dios Luna Cijanes en La posesión y los tulipanes
Perikorro en Minority Report
Dr en Las viudas
Diego en Las viudas
Perikorro en Las viudas
Perikorro en Gaspartismo Reloaded
Diego en Viva la Vuelta
Dr en Viva Irlanda
Diego en Viva Irlanda
Diego en Decíamos ayer
Diego en Paz y amor
Dr en Paz y amor
Diego en Paz y amor
Diego en Vuela Supermán
Diego en Vuela Supermán
Diego en El trampolín
Perikorro en Salvar a Barrabás
Coral en Truman
Jose Avellaneda Perez en Los ídolos
María en Calles vacías
Amiguel en El pendejo de turno
Silvia Nebreda en Palabras y lágrimas
Manitu69 en This is Atleti
Alejandro Rincón Rubio en ¿Es Jovic un mediapunta?
Diego A. en Elogio de la locura
Juan De Dios Luna Cijanes en Efectividad máxima
Alfrez en Oda al populismo
Alfrez en Oda al populismo
Diego en Oda al populismo
Manitu69 en Oda al populismo
Fiodor Dostoievski en ¿Suerte o talento?
EUGENIO JORDAN en El cisne blanco
Frank Terraces en Historia del segundo Atleti
Hassandudeim en Historia del segundo Atleti
Perikorro en Aquí un Zidanista
Hassansudeim en Fichar a Descartes
Frank Terraces en Fichar a Descartes
Michael en Nacho y la tristeza
Irene García en Entre cero y nada
Roberto Gómez González en Entre cero y nada
Hassansudeim en Primeras impresiones
Rafael Sánchez Sánchez en Correa, Oblak y feliz año nuevo
Juanma Jiménez en Sólo fútbol
Jules en Sólo fútbol
Che en Trigo limpio
Gracias Faubert en Trigo limpio
Hassansudeim en Trigo limpio
Xabier en Trigo limpio
Juan carlos en Trigo limpio
Óscar Laguna en Ansiedad
Juan De Dios Luna Cijanes en El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
Joan Del Valle en El tamaño importa (y mucho)
Jose Carlos Torrenova Lozano en Mucho más importante que todo eso
Pascual Vicente Martínez Gimeno en Dos años A La Contra
Vicente Martin-Pozuelo Cantos en Good Bye, Lenin!
yerry en Don Cenizo
IGWT en Relatividad
Manitu69 en Hacerse viejo
Tony en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Grandes éxitos de ayer y hoy
Esuardo en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Victoria sin identidad
Frank Terraces en Bendita normalidad
Francisco en Victoria sin identidad
Julián Martín Fernández en Rodrygo hace viejo a Vinicius
J. J. Creamer en Los héroes de Bowie
Joselito en Éxito sin cimientos
Juan de Dios Luna Cijanes en Ansufatización
Juan De Dios Luna Cijanes en El ciclismo se ablanda
Frank Terraces en Desapego
Juan De Dios Luna Cijanes en Movistar no se rinde
Juan de Dios Luna Cijanes en Queremos tanto a Roglic
Frank Terraces en Hace dos meses
Juan De Dios Luna Cijanes en Nada por aquí, Neymar por allá
Juan De Dios Luna Cijanes en Hoy me he acordado de Lucho Herrera
Juan De Dios Luna Cijanes en Un colombiano en la luna
Juan De Dios Luna Cijanes en El Tour se achica ante Bernal
Juan de Dios Luna Cijanes en Bernal rompe el cielo
Juan De Dios Luna Cijanes en Bernal quiere el Tour
Eberhard Torres Calderón en Cuarenta años de La vida de Brian
Juan De Dios Luna Cijanes en Pinot quiere el Tour y Mikel Landa no se rinde
Frank Terraces en El Atlético más merengue
Juan De Dios Luna Cijanes en La suerte dispara contra Landa
Diego en El fugitivo
Diego en Sopor de France
Juan De Dios Luna Cijanes en El Talento Desperdiciado I: George Best
Juan De Dios Luna Cijanes en Friedenreich: Pelé antes de Pelé
Frank Terraces en La Feria de la Carne
Frank Terraces en El altar de Pérgamo
Juan De Dios Luna Cijanes en Ni cinco de bola
José Antonio Gutiérrez en No cambies tus sueños, cambia el mundo
Antonio Lopez Lobeto en Los doce trabajos de Hércules
Francisco Pedrajas Raya en Ramos-Florentino: Pimpinela en el Madrid
Antonio Lopez Lobeto en Mi pájaro es mejor que el tuyo
Stockton en Bon voyage
Juan De Dios Luna Cijanes en El problema del Barça es el relato
Perikorro en Tantas mareas, marean
Perikorro en No me gusta el cricket
Carmelo en La venda ya cayó
Antonio Jesús Zarza Moreno en ¿Marino o submarino?
Lorenzo Dominguez Sanchez en Gracias, Florentino
Joaquín en Camino a Vitoria
Robert Lee en El que se va, ya no es
victor martín marron en Quiten de ahí a esa loca
Martín Vallejo platero en El borde de la piscina
Diego en Gracias, Johan
jose antonio medrano en Gracias, Johan
Jorge Florido en Gracias, Johan
Javier en Gracias, Johan
Esteban en Gracias, Johan
Fran en Gracias, Johan
5contraelcalvo en Esperando a Zidane
Perikorro en Esperando a Zidane
Elaine Cristina en Casillas, el homenaje pendiente
Tomás Luis de Victoria en No, lo ponemos todo al centro
Tomás Luís de Victoria en Casillas, el homenaje pendiente
Lucas en Benzema FC
Carlos Antonio Suárez fornelino en Jugarse «nada»
Antonio Lopez Lobeto en Siete equipos para tres descensos
Víctor Raúl Valladares en El Real Madrid se queda solo
IÑAKI ASENSIO CALATAYUD en Ter Stegen, el portero de la T-10
José Ramón García en Ilusión en el nuevo White Hart Lane
JOSE ANTONIO FERNANDEZ PLAZA en Héctor del Mar, tal como éramos
Lucas en Oh, capitán
José Luis Heras en Usted tiene el faro roto
Juan J Rodriguez en Usted tiene el faro roto
Jairo Castillo en El Madrid de la triste figura
Rod en Au revoir
Cristian Galván en Motociclismo e hipocresía
Hassansudeim en La trampa perfecta
Juan De Dios Luna Cijanes en La trampa perfecta
Antonio Lopez Lobeto en Cuestión de fe
Martín Vallejo platero en Marcó Isco, ganó Zidane
Eliseo en Vuelve Zidane
Juan De Dios Luna Cijanes en La esperanza
Juan de Dios Luna Cijanes en La muerte del emperador
Maria Jose en Tropismo
María Jesús en Tropismo
Antonio Lopez Lobeto en El amor no siempre gana
SanEmeterio For Atle en Bienvenidos al espectáculo de minstrel
Elaine Cristina en El empate perfecto
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en La revancha perpetua
Antonio Lopez Lobeto en Al límite de la filosofía
Juan de Dios Luna Cijanes en La ley del mínimo esfuerzo
Antonio Lopez Lobeto en Milagro Kvitova
Carlos Leo Castellanos en Cristiano ya no va de farol
Marcos Da Silva en El tamaño importa (y mucho)
Antonio Lopez Lobeto en Promesas que todavía lo son
Gustavo Del río manzano en Quince años sin el mejor: Chava Jiménez
ROSA MARIA cuesta guerrero en A propósito de Laura
Irene García en Vidrio roto
AA - Rod en Vidrio roto
Juan Luna Cijanes en Solari y la teoría del melón
Antonio Lopez Lobeto en El valor de las palabras
Raúl Ávila en El traje de toda la vida
Miguel Morán en Godín es El Cid Campeador
Ricardo Moreno Castillo en La adolescencia duele
Aminie Filippi en La adolescencia duele
Miguel Angel Hidalgo Mena en Historia de un superviviente
Alfrez en Por los cojones
Paulino en Por los cojones
ROSA MARIA cuesta guerrero en La adolescencia duele
Luis Miguel en Y el presidente, ¿qué?
Oscar Redondo Callado en Tour 2019: Un espanto de recorrido
Santiago Peraza en A LA CONTRA, primer aniversario
Teddy Sagarrasantos@hotmail.com en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Conchita Minguez en Cinco apuntes para seis carreras