sábado, junio 14, 2025
Google search engine
InicioDeportesMotorCarlos de San Antonio: de las motos de 500cc a una pensión...

Carlos de San Antonio: de las motos de 500cc a una pensión de 640€

Me falta la banda sonora o quizá esta vez ni haga falta para demostrar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Las paredes del taller no están sucias, están negras, víctimas del tiempo y de tres inundaciones. El desorden también es una orden. La nostalgia, resbaladiza e incorregible, como si volviésemos al año 63, cuando su padre se hizo con este taller en la calle Monte Olivetti, en el corazón del Puente de Vallecas. Hoy, parece un desguace o una hemeroteca de los viejos tiempos, en el que sólo está él, las cajetillas de tabaco tiradas y terminadas, las facturas o los ficheros de otra época, las piezas que ya no valen. Una silla de ruedas con motor eléctrico que le han prestado y que le acompaña por la calle de casa al taller, del taller a casa. Un tumor le tocó el nervio ciático y le ha dejado sin apenas fuerza en la pierna derecha a Carlos de San Antonio que, sin embargo, tiene registrado en ese viejo ordenador multitud de fotos de su época de motociclista, de sus Mundiales y de los reportajes que le hicieron, sobre todo me parece ver los de Tomás Díaz Valdés en el AS. Y quiere que uno los vea todos: me los quiere enseñar todos como si esto fuese un pase de diapositivas. Una biografía en una sola tarde.

Son las historias de la vida. Nunca sabes donde está domiciliada la mejor, que hoy puede ser esta en este garaje, que era un garaje de mecánica rápida y que ya dejó de prestar servicio, porque Carlos de San Antonio tiene la invalidez permanente a cambio de una pensión de 640 €. Quién lo iba a decir. 640€ a un tipo que se jugaba la vida. Pero como tiene todo pagado y un piso en Alicante dice que se apaña. Él, que fue el primer motociclista español en competir en un Mundial de 500 cc. Él, que hoy recita los nombres de sus míticos rivales (Giacomo Agostini, Barry Sheene, Kenny Roberts…) como si estuviesen aquí. Él, que compitió por media Europa (Finlandia, Yugoslavia, Santa Mónica…). Él, que era su propio mecánico, que iba con su propia furgoneta y que llegó a superar los 300 km/h en esta misma moto, en esa Suzuki RG 500, que está a su lado en la fotografía y que se compró con un millón seiscientas mil pesetas en el año 76. Cuánta paciencia entonces. Cuánta pasión había en ese joven. Sin embargo, hoy, ha reparado esa misma moto con idea de venderla, reliquia del pasado, con un precio de salida que no debería bajar de los 80.000€, dice.

“Hicieron solo 25 unidades en todo el mundo”, explica él, Carlos de San Antonio, que tiene el mismo bigote profundo, el mismo pelo revuelto, quizá un poco menos oscurecido, que en sus años jóvenes. Aquellos años que empezaron en 1968 nada más sacarse el carnet de identidad, “el mismo día en el que cumplí 18 años”. Aquellos años en los que falsificó la firma de su padre para obtener la licencia que le permitiese competir porque su padre le decía, “no quiero que esté mi firma en tu muerte”. Aquellos años en los que a este mismo garaje venían todos los motoristas, incluido Ángel Nieto, que guardaba aquí su moto. Aquellos años que reaparecieron en el entierro del propio Ángel Nieto cuando Carlos de Santiago vio a Mercedes Milá y ella, a pesar de tantos años, le reconoció a él, que ya no era como ayer. “En aquella época, las carreras no se retransmitían y ella venía y hacia las entrevistas y todos teníamos la sensación de que Mercedes Milá estaba enamorada de Barry Sheene, lo estaba, seguro”, añade.

Hoy, este mismo taller está vació, frío, silencioso. Una patada en el estómago, quizá. No sabe uno como explicarlo. Nunca hubiese llegado hasta aquí si no es porque un buen amigo, que hizo trabajos de fontanería en el edificio, me advirtió que aquí había una gran historia. Y, efectivamente, creo que la hay y no sólo eso. También demuestra que cualquier tiempo pasado fue mejor sea esa silla de ruedas que anda por aquí, sea esa muleta que le acompaña cuando se pone en pie o sean los ratos que él, Carlos de San Antonio, viene a pasar aquí a solas. Sea para matar el tiempo, sea para no olvidar al motociclista ni al mecánico que fue desde 1981 cuando dejó de competir. Entonces empezó otra vida, la vida que sólo había interrumpido un sueño que tenía razón y que viajó hasta Venezuela. Él solo le puso voz, voto y, lo más importante, valentía para jugarse la vida como me contaba en este taller que sólo espera ser traspasado. 

Con 68 años, recuerda que “te jugabas la vida en cada Gran Premio”. “En las curvas yo llegaba a tocar con las rodillas en el suelo. Terminaba sangrando porque entonces los monos no venían tan preparados como ahora”. Pero eso era otra época, en los maravillosos años setenta, en los que la industria de este hombre era su valentía. La sensación de que podía llegar con la moto a cualquier parte. Hasta a Venezuela, donde entonces se disputaba un Gran Premio. “Y no me costó ni nada meter la moto en el avión. Tuvimos que encontrar una caja de madera”, explica hoy, incapaz de arrepentirse de nada. Ni siquiera de aquella vez, en Austria, a 220 km/h, cuando se cayó y el parte de guerra dio un miedo terrible. Se rompió “la tibia, el peroné, la clavícula y el omóplato del brazo izquierdo”.

Salió de allí hecho un cromo, una metáfora que quizás podría expresar lo que pasa hoy en este taller de Vallecas que parece la casa de los espíritus. Una fotografía en la que, pese a todo, el pasado merece un aplauso, pero no porque fuese un éxito o un fracaso, sino porque él consiguió hacer lo que le gustaba. No hay tanta gente que pueda decir esto. Ni tampoco la había en los años setenta en los que Carlos de San Antonio hizo cuatro Mundiales de 500cc. “Pero yo no tenía la sensación de que me jugase la vida. Yo lo veía como mi época dorada. Sabía que nunca me iba a pasar nada mejor. Y, si acaso, puedo decir que invertí lo que no tenía en jugarme la vida, en comprarme esa moto que me permitió estar ahí, contar hoy todas estas cosas, enseñar estos recortes de periódico. Pero cada uno estamos llamados para una cosa distinta en la vida”.

Carlos de San Antonio.
Carlos de San Antonio.

“Yo recuerdo que aprobaba con facilidad. Hice hasta sexto y reválida. Pero a mí no me gustaba estudiar, lo que no significaba que fuese a ser un fracasado el resto de mi vida”, añade hoy, en un día en el que los recuerdos han despertado “como despiertan casi todos los días, en realidad. Me gusta recordar. Uno no puede olvidarse de lo que le hizo feliz. No debo hacerlo porque en mi caso me permitió conocer lo que quería hacer en la vida. Unos son felices escribiendo o presentando un telediario como yo lo fui compitiendo en moto, alcanzando esas velocidades, sintiendo esa adrenalina que me hacía tan competitivo”. Por eso las tinieblas del taller hoy no obstaculizan nada. “Hace un año todavía podía montar en moto. Era tan maravilloso… Es más, fui al circuito del Jarama y allí volví a encontrar mi sitio, a correr, a apretar el pie. Pero luego vino el cáncer, las 22 sesiones de quimioterapia y ese tumor que me ha tocado el nervio ciático y que me ha dejado sin fuerza en la pierna derecha y difícilmente puedo caminar”.

“Pero es lo que hay”, admite Carlos de San Antonio, que no pide que “la gente sienta pena” por él, aunque entrar en este taller, indudablemente, signifique pena. El estado de las cosas, ese Seat 131, otro símbolo de los años setenta, que Carlos de San Antonio está reparando y que está invadido de polvo… Cualquiera le pone la mano. Pero todo eso es lo que marca el día de hoy de este hombre que admite que fue “un elemento difícil. No era fácil convivir conmigo. Era muy guerrero, muy de fiesta, y eso que tuve tres hijos. Pero en la gente siempre hay cosas buenas y malas. No todo es tan fácil como hacer la puesta a punto de una moto. Pero entonces lo importante es aceptar lo que uno hizo, reconocer que podías haber sido mejor y ahora ayudar en lo que uno pueda a mis tres hijos. Su vida ya es más importante que la mía. Yo ya hice lo más importante”.

Carlos de San Antonio.
Carlos de San Antonio.

Quizás porque así es el tiempo, el único que no se para ante nadie. El único que no dice sí a todo. Pero esto es parte de los recuerdos como el Tribunal Médico que no hace mucho le dio la incapacidad permanente, como el día en que acompañó a Ángel Nieto a comprarse el terreno de su futura casa en Montepríncipe o como todas esas Vueltas Ciclistas a España que hizo en el equipo de motoristas de José María García. “Al final, ni todo es bueno ni todo es malo. Recordar es poner en la balanza lo que pasó y allí sale de todo”. Pero quizás la principal enseñanza que nos deja hoy Carlos de San Antonio en este decrépito taller de Vallecas es “la importancia de hacer lo que a uno le gusta en esta vida”. Él lo hizo y lo que iba a pasar después nadie lo sabía, porque, como dejó dicho Woody Allen, el futuro tiene los ojos cerrados. Así que tal vez no haya nada de lo que arrepentirse. Ni siquiera hoy viendo las fotografías.

RELATED ARTICLES

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Recent Comments

Perikorro en Con contundencia
Alberto Patiño Varela en Los antimadridistas
Xavi Verger en Vinicius saca el cañón
Perikorro en Vivos con Fati-ga
Diego en Los sufridores
Diego en Viva el rey
Juan De Dios Luna Cijanes en La posesión y los tulipanes
Perikorro en Minority Report
Dr en Las viudas
Diego en Las viudas
Perikorro en Las viudas
Perikorro en Gaspartismo Reloaded
Diego en Viva la Vuelta
Dr en Viva Irlanda
Diego en Viva Irlanda
Diego en Decíamos ayer
Diego en Paz y amor
Dr en Paz y amor
Diego en Paz y amor
Diego en Vuela Supermán
Diego en Vuela Supermán
Diego en El trampolín
Perikorro en Salvar a Barrabás
Coral en Truman
Jose Avellaneda Perez en Los ídolos
María en Calles vacías
Amiguel en El pendejo de turno
Silvia Nebreda en Palabras y lágrimas
Manitu69 en This is Atleti
Alejandro Rincón Rubio en ¿Es Jovic un mediapunta?
Diego A. en Elogio de la locura
Juan De Dios Luna Cijanes en Efectividad máxima
Alfrez en Oda al populismo
Alfrez en Oda al populismo
Diego en Oda al populismo
Manitu69 en Oda al populismo
Fiodor Dostoievski en ¿Suerte o talento?
EUGENIO JORDAN en El cisne blanco
Frank Terraces en Historia del segundo Atleti
Hassandudeim en Historia del segundo Atleti
Perikorro en Aquí un Zidanista
Hassansudeim en Fichar a Descartes
Frank Terraces en Fichar a Descartes
Michael en Nacho y la tristeza
Irene García en Entre cero y nada
Roberto Gómez González en Entre cero y nada
Hassansudeim en Primeras impresiones
Rafael Sánchez Sánchez en Correa, Oblak y feliz año nuevo
Juanma Jiménez en Sólo fútbol
Jules en Sólo fútbol
Che en Trigo limpio
Gracias Faubert en Trigo limpio
Hassansudeim en Trigo limpio
Xabier en Trigo limpio
Juan carlos en Trigo limpio
Óscar Laguna en Ansiedad
Juan De Dios Luna Cijanes en El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
Joan Del Valle en El tamaño importa (y mucho)
Jose Carlos Torrenova Lozano en Mucho más importante que todo eso
Pascual Vicente Martínez Gimeno en Dos años A La Contra
Vicente Martin-Pozuelo Cantos en Good Bye, Lenin!
yerry en Don Cenizo
IGWT en Relatividad
Manitu69 en Hacerse viejo
Tony en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Grandes éxitos de ayer y hoy
Esuardo en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Victoria sin identidad
Frank Terraces en Bendita normalidad
Francisco en Victoria sin identidad
Julián Martín Fernández en Rodrygo hace viejo a Vinicius
J. J. Creamer en Los héroes de Bowie
Joselito en Éxito sin cimientos
Juan de Dios Luna Cijanes en Ansufatización
Juan De Dios Luna Cijanes en El ciclismo se ablanda
Frank Terraces en Desapego
Juan De Dios Luna Cijanes en Movistar no se rinde
Juan de Dios Luna Cijanes en Queremos tanto a Roglic
Frank Terraces en Hace dos meses
Juan De Dios Luna Cijanes en Nada por aquí, Neymar por allá
Juan De Dios Luna Cijanes en Hoy me he acordado de Lucho Herrera
Juan De Dios Luna Cijanes en Un colombiano en la luna
Juan De Dios Luna Cijanes en El Tour se achica ante Bernal
Juan de Dios Luna Cijanes en Bernal rompe el cielo
Juan De Dios Luna Cijanes en Bernal quiere el Tour
Eberhard Torres Calderón en Cuarenta años de La vida de Brian
Juan De Dios Luna Cijanes en Pinot quiere el Tour y Mikel Landa no se rinde
Frank Terraces en El Atlético más merengue
Juan De Dios Luna Cijanes en La suerte dispara contra Landa
Diego en El fugitivo
Diego en Sopor de France
Juan De Dios Luna Cijanes en El Talento Desperdiciado I: George Best
Juan De Dios Luna Cijanes en Friedenreich: Pelé antes de Pelé
Frank Terraces en La Feria de la Carne
Frank Terraces en El altar de Pérgamo
Juan De Dios Luna Cijanes en Ni cinco de bola
José Antonio Gutiérrez en No cambies tus sueños, cambia el mundo
Antonio Lopez Lobeto en Los doce trabajos de Hércules
Francisco Pedrajas Raya en Ramos-Florentino: Pimpinela en el Madrid
Antonio Lopez Lobeto en Mi pájaro es mejor que el tuyo
Stockton en Bon voyage
Juan De Dios Luna Cijanes en El problema del Barça es el relato
Perikorro en Tantas mareas, marean
Perikorro en No me gusta el cricket
Carmelo en La venda ya cayó
Antonio Jesús Zarza Moreno en ¿Marino o submarino?
Lorenzo Dominguez Sanchez en Gracias, Florentino
Joaquín en Camino a Vitoria
Robert Lee en El que se va, ya no es
victor martín marron en Quiten de ahí a esa loca
Martín Vallejo platero en El borde de la piscina
Diego en Gracias, Johan
jose antonio medrano en Gracias, Johan
Jorge Florido en Gracias, Johan
Javier en Gracias, Johan
Esteban en Gracias, Johan
Fran en Gracias, Johan
5contraelcalvo en Esperando a Zidane
Perikorro en Esperando a Zidane
Elaine Cristina en Casillas, el homenaje pendiente
Tomás Luis de Victoria en No, lo ponemos todo al centro
Tomás Luís de Victoria en Casillas, el homenaje pendiente
Lucas en Benzema FC
Carlos Antonio Suárez fornelino en Jugarse «nada»
Antonio Lopez Lobeto en Siete equipos para tres descensos
Víctor Raúl Valladares en El Real Madrid se queda solo
IÑAKI ASENSIO CALATAYUD en Ter Stegen, el portero de la T-10
José Ramón García en Ilusión en el nuevo White Hart Lane
JOSE ANTONIO FERNANDEZ PLAZA en Héctor del Mar, tal como éramos
Lucas en Oh, capitán
José Luis Heras en Usted tiene el faro roto
Juan J Rodriguez en Usted tiene el faro roto
Jairo Castillo en El Madrid de la triste figura
Rod en Au revoir
Cristian Galván en Motociclismo e hipocresía
Hassansudeim en La trampa perfecta
Juan De Dios Luna Cijanes en La trampa perfecta
Antonio Lopez Lobeto en Cuestión de fe
Martín Vallejo platero en Marcó Isco, ganó Zidane
Eliseo en Vuelve Zidane
Juan De Dios Luna Cijanes en La esperanza
Juan de Dios Luna Cijanes en La muerte del emperador
Maria Jose en Tropismo
María Jesús en Tropismo
Antonio Lopez Lobeto en El amor no siempre gana
SanEmeterio For Atle en Bienvenidos al espectáculo de minstrel
Elaine Cristina en El empate perfecto
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en La revancha perpetua
Antonio Lopez Lobeto en Al límite de la filosofía
Juan de Dios Luna Cijanes en La ley del mínimo esfuerzo
Antonio Lopez Lobeto en Milagro Kvitova
Carlos Leo Castellanos en Cristiano ya no va de farol
Marcos Da Silva en El tamaño importa (y mucho)
Antonio Lopez Lobeto en Promesas que todavía lo son
Gustavo Del río manzano en Quince años sin el mejor: Chava Jiménez
ROSA MARIA cuesta guerrero en A propósito de Laura
Irene García en Vidrio roto
AA - Rod en Vidrio roto
Juan Luna Cijanes en Solari y la teoría del melón
Antonio Lopez Lobeto en El valor de las palabras
Raúl Ávila en El traje de toda la vida
Miguel Morán en Godín es El Cid Campeador
Ricardo Moreno Castillo en La adolescencia duele
Aminie Filippi en La adolescencia duele
Miguel Angel Hidalgo Mena en Historia de un superviviente
Alfrez en Por los cojones
Paulino en Por los cojones
ROSA MARIA cuesta guerrero en La adolescencia duele
Luis Miguel en Y el presidente, ¿qué?
Oscar Redondo Callado en Tour 2019: Un espanto de recorrido
Santiago Peraza en A LA CONTRA, primer aniversario
Teddy Sagarrasantos@hotmail.com en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Conchita Minguez en Cinco apuntes para seis carreras
Francisco en Te quiero, Valverde
GONZALO IMPUESTO NOGUERAS en La carrera de su vida
José Luis Hera en Lava
Angel en Lava
Antonio Martínez Pascual en El Sevilla sonroja al Madrid
Begoña hernando en Ya están aquí…
ROSA MARIA cuesta guerrero en Ya están aquí…
Ángel en Vuela el Madrid
Francisco Bascuas en Fortnite y la física del caos
Ramón J. en Serena pierde la calma
Manitu69 en Armagedon colchonero
Chema en Querido Manu
Chema en Querido Manu
Dalmacio del Campo en Mucho ruido y pocas nueces
Óscar en Las tragaderas
Maria del Carmen Torres en La banda izquierda no tiene memoria
manuel santamaria asensio en Lo salvó el VARça
José Luís en Lo salvó el VARça
Antonio Lopez Lobeto en Sin actitud no hay talento
José Ramón en Sin actitud no hay talento
Milagros Recio en La constante es Messi
Pablo González Suárez en Rivaldo, Simeone y un minuto de silencio
Francisco Pedrajas Raya en Ganó el Atlético, cambió el viento
Francisco Pedrajas Raya en Ganó el Atlético, cambió el viento
Mauricio en La fuga de La Masía
José Antonio Del Moral en Piqué y los pollos sin cabeza
Dalmacio del Campo en Hola Courtois, adiós Keylor
Jesús Carlos Zuazo Garrido en Hola Courtois, adiós Keylor
Quillo en Cuento de Navidad
ROSA MARIA cuesta guerrero en Papás, tenéis deberes
BEGOÑA Hernando en Papás, tenéis deberes
Alicia Fernandez en Papás, tenéis deberes
Gjon Haskaj en El secreto de fichar bien
VICENTE PÉREZ NAVARRO en Vinicius, la proto estrella
Antonio Lopez Lobeto en Monsieur Mbappé
jclopezmontoya21@gmail.com en Morir con el portero que no queríamos
Johhny en En serio
Oscar Pereira Fernandez en Iago no tiene la culpa
Alicia en Recuerdo Mundial
Alicia en Recuerdo Mundial
ROSA MARIA cuesta guerrero en Recuerdo Mundial
Antonio Lopez Lobeto en Monsieur Mbappé
José Luis García en En serio
SMN en En serio
Walter Montaldo en Vivir con el alma aferrada
Antonio López Lobeto en Biscotto innecesario
manu5 en En serio
Benjamin Fernández en En serio
Irene García en Dios ha muerto
Jose en Dios ha muerto
Carmen Viedma Diaz en ¡Nada de sexo con extranjeros!
ALFONSO APARICIO VIAN en De Gea: «Tampoco he matado a nadie»
Ignacio Rubén Melancolía en Julen tiene mi voto
FERNANDO ALONSO MARTÍN-LOECHES en Julen tiene mi voto
Antonio López Lobeto en Deporte para leer
Ignacio Rúben Melancolia en Ocho finales seguidas para King James
Mariano J. en El niño Cristiano
José Luis en Bale fue el héroe
Albert en Bale fue el héroe
ROSA MARIA cuesta guerrero en La lista
Aurora en La lista
LUCASIAN en Padres dron
Nachovic en No olviden esta cara
Alfrez en El Principito
Alberu en El Principito
Borja en El Principito
Alicia en Padres dron
ROSA MARIA cuesta guerrero en Padres dron
Aurora en Padres dron
Jorge en Padres dron
Alejandro Alcalde en La mala educación
Alfrez en Energía potencial
zico1999 en La última cena
zico1999 en La última cena
Manolo Muñoz en ¡Resiste, Lendoiro!
Estibaliz Giner Larrauri en ¿Marino o submarino?
ROSA MARIA cuesta guerrero en ¿Marino o submarino?
Basilio Leónidas en La primera red social es tu casa
maria antonia Lopez en ¿Marino o submarino?
Manitu69 en Ser o no ser
David en Ser o no ser
Raquel en La caída de Messi
Manuel Rafael Prieto Fanjul. en La caída de Messi
Basilio Leónidas en #SantiCampeón
ROSA MARIA cuesta guerrero en La primera red social es tu casa
Ettore Viglione en Bajón oval
guaschiano en Fort tiene razón
ErJabato en Fort tiene razón
Sara Amado en Las crónicas boludas
Rebeca R. en Las crónicas boludas
Ana Bonilla Rodriguez en #SantiCampeón
Aurora en #SantiCampeón
Alicia en #SantiCampeón
Begoña hernando en #SantiCampeón
ROSA MARIA cuesta guerrero en #SantiCampeón
Jose manuel en Lopera, 22; Alaya, 0
betiquisimo en Lopera, 22; Alaya, 0
Gol Sur 88 en Lopera, 22; Alaya, 0
Juan Carlos Quesada Fernandez en El Sahara Marathon, mucho más que una carrera
Francisco josé Montero Madrid en Lo que digan los futboleros
Tomás Luis de Victoria en Benzema se hace perdonar
Juan Rodriguez-Briso en Real Madrid, un equipo español
Amparo Martín en De cañas por el Metropolitano
ROSA MARIA cuesta guerrero en Horarios family friendly, por favor
Antonio Lorenzo Vicente en Coleman puede batir el récord de Bolt
Lila Castro en Zidane de los milagros
SAMER KHEIR en Zidane de los milagros
ROSA MARIA cuesta guerrero en TDAH y deporte: una tabla de salvación
Ana Bonilla Rodriguez en TDAH y deporte: una tabla de salvación
J. Carlos en Zidane de los milagros
Benjamín Fernandez en ¡Força Penya! iForça Badalona!
Luis Polo en Zidane de los milagros
Manu Ponce en Zidane de los milagros
Embruix de Lluna en ¡Força Penya! iForça Badalona!
Carmen María en ¿Quién defiende a mi hijo?
ROSA MARIA cuesta guerrero en ¿Quién defiende a mi hijo?
George_Kaplan en Gatillazo madridista
David Azpiazu Torres en En defensa de Iñigo Martínez
Juanma Jiménez en En defensa de Iñigo Martínez
Juanma Jiménez en En defensa de Iñigo Martínez
ROSA MARIA cuesta guerrero en José María García y el fantasma de Instagram
Salvador en Se busca asidero
Gabriel Inojosa en Pepinazo en el Bernabéu
julio ruiz en Se busca asidero
ROSA MARIA cuesta guerrero en Rugby inclusivo: bendita melé
Josefina Trujillo en La figura del líder
Carmen María en ¡Hagan juego, señoritos!
Juanma Jiménez en Mucho Villarreal, poca suerte
ROSA MARIA cuesta guerrero en ¡Hagan juego, señoritos!
Ana Bonilla Rodriguez en ¡Hagan juego, señoritos!
Dalmacio del Campo en En defensa de Zidane y de su equipo
david en Ser un hombre
Raúl en Lagarto, lagarto
Elena en Ser un hombre
Carlos en Ser un hombre
Albert Batlle en Carta a los Reyes Magos
Begoña hernando en Carta a los Reyes Magos
ROSA MARIA cuesta guerrero en Carta a los Reyes Magos
Carmen María en Carta a los Reyes Magos
Juanma Jiménez en Feliz Navidad… y gracias
Elaine Cristina en Feliz Navidad… y gracias
Alejandro Chacón en El Barça es el procés
Pekas en A ti padre…
ROSA MARIA cuesta guerrero en Los otros diez planes de Navidad con tus hijos
Ignacio en A ti padre…
Estíbaliz en A ti padre…
Estíbaliz en A ti padre…
Juan de Dios en A ti padre…
Aurora en A ti padre…
José Ignacio Vidal Fernández de Castro en Mundial 82: el peor sorteo de la historia se hizo en Madrid
José Ignacio Vidal Fernández de Castro en Larry ‘Legend’ Bird… bajo el halo del mago Johnson
Ana B en A ti padre…
Embruix de Lluna en La importancia de SER el CAPITÁN
Arancha Matamala en A ti padre…
Aminie Filippi en A ti padre…
Beatriz en A ti padre…
Carlos Ruf en La mente es la que gana
Kalle Ruf en Echo de menos…
Pablo en Estilismos
Felipe en Soy maratoniana
Ivan Reina en Soy maratoniana
MaiteV en Soy maratoniana
Luis Alberto Merchán en Bye, bye, Blackbird
Manuel Grandes en Bye, bye, Blackbird
Jesús María Martín Domínguez en El Titanic del Betis, proa hacia el iceberg
Tomás Luis de Victoria en Cristiano en su laberinto
Cristina Navarro en Mi primera maratón
Luis Alberto Merchán en Castillos en el aire
José Vaquer en Mi primera maratón
Pantxo Pintxo en El derbi, de la A a la Z
Pedro Luis Garcia en Las dos Españas, ¿cuál mejor?
Pedro Luis Garcia en Las dos Españas, ¿cuál mejor?
Gerardo Rodríguez@@ en San Siro dirá la última palabra
Luis Bilbao en El fin de Cristiano
Jose Antonio Fernandez Plaza en Asensio convirtió el domingo en viernes
Jota en el camino en ¿Dónde está el equipo?
Iván Bellido Andrés en Simeone no tiene quien le escriba
Irene García en Un empate por principios
José Miguel en Pánico escénico
Gerardo Rodríguez en Y de nuevo, el racismo
Guillermo García Sánchez en 10 millones de dólares por una cámara para Pep

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies