Para perder contra el Viktoria Plzen hace falta algo más que una crisis. Serían necesarias dos o tres. Hay demasiada distancia entre el Real Madrid y el campeón de la República Checa como para que otro resultado hubiera sido posible. Sin embargo, nos equivocamos al imaginar el triunfo. Lo esperábamos por aplastamiento y no sucedió así. Lo que ocurrió es que el Madrid, a pesar del dominio y la ventaja, nunca logró quitarse el chicle del zapato. Los checos llegaron con vida al final del encuentro y la posibilidad del empate no permitió despejar la nube que cubre el Bernabéu. Tal vez por estas cosas haga falta techar el estadio.
Si la idea era tomar impulso para el Camp Nou, el impulso es mínimo. El equipo no termina de gobernar los partidos. Hay momentos de esperanza y hasta diría que de optimismo. Pero al rato, una distracción lo arroja todo por la borda. La capacidad de los rivales para penalizar los errores es lo que marca la diferencia. El Viktoria Plzen no anda sobrado de talento, excepción hecha de Michael Krmencik, un delantero en el planeta equivocado. Sólo cabe una explicación para justificar su permanencia en el discreto fútbol checo: que la pronunciación de su nombre retraiga a los ojeadores de la Europa rica.
Pronto se comprobó que había un futbolista del Real Madrid que no se veía afectado por las turbulencias de los últimos días. No era otro que Benzema. Las cabezas peculiares tienen estas cosas: se abruman en las tardes de primavera y resurgen en las noches electrificadas. El francés lo pasó a lo grande. Hizo paredes, filtró pases, marcó un gol (11’) y sonrío a la vida.
Karim Benzema becomes 3rd player in history to score in 14 consecutive #UCL seasons ? pic.twitter.com/b8314HrYqX
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) 23 de octubre de 2018
De esa manera transcurrió lo mejor del partido. Cuando la pelota no estaba en su ámbito de influencia buscábamos a Krmencik, que tiene mucho de Benzema porque le sobran las ideas, pero no los goles. La sensación es que el Madrid estaba a punto de alzar el vuelo, pero el chicle no se despegaba. Ni siquiera cuando marcó Marcelo (55’).
Como le ocurre a tantos equipos, el Viktoria Plzen se sintió liberado cuando no tuvo resultado que defender. Lo cierto es que la defensa no es su fuerte en ninguna de sus variantes. Hrosovksy, otro apellido intrincado, redujo distancias (79′) y la inquietud se hizo general. Más aún después de la lesión de Marcelo. Es como si una fuerza atrajera al Madrid hacía el agujero negro. Como si alguien hubiera ofendido al cielo. Antes que buscar un nuevo entrenador sería recomendable, y más barato, un exorcismo o un avemaría.
RMA 2-1 PLZ (80′) – El Real Madrid ha concedido algún gol en 11 de los últimos 14 partidos de Champions League que ha jugado en el Bernabéu.
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) 23 de octubre de 2018
Final Madrid-Viktoria 2-1.
El Madrid sufre, pero gana y acaba con su peor racha desde 2009 (cinco partidos sin ganar).— Pedro Martin (@pedritonumeros) 23 de octubre de 2018
Baja forma alarmante de Marcelo, Modric e Isco (este último por la reciente operación). Al equipo le falta encontrar el gol. La circulación del balón es rápida y con ello se crean multitud de ocasiones.
Que se cuestione a Karim es bochornoso.
Julen es el mejor entrenador que puede tener este equipo. Necesita ya que Florentino disipe cualquier atisbo de destitucion.
[…] de 1,90 metros. A sus 25 años e internacional con Chequia aprovechó como pocos el escaparate del Bernabéu. No marcó pero fue una amenaza latente para Ramos y Nacho durante toda la […]