Antes de que Gregg Popovich llegara al banquillo en la temporada 1996/1997, los San Antonio Spurs (anteriormente, Dallas/Texas Chaparrals) nunca habían disputado una final de la NBA (ni de la ABA). Sin embargo, con el entrenador nacido en East Chicago (Indiana) como técnico, la franquicia texana acumula ya cinco títulos de campeón de la mejor liga del mundo, otra final perdida en siete partidos ante los Miami Heat de LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh, y 21ª campañas consecutivas visitando la postemporada. O lo que es lo mismo: la condición de ser la mayor dinastía de la NBA en el siglo XXI. Una dinastía que ya prácticamente ha perdido a todos sus lugartenientes (Tim Duncan, Manu Ginóbili, Tony Parker), pero que sigue conservando a su emperador: el inigualable Gregg Popovich, principio y final, a sus casi 70 años, de todo en los Spurs (y en la NBA). ¿Suficiente para engañar al destino una vez más y postergar el declive durante otra temporada? Lo más razonable sería decir que no, pero, con Popovich de por medio, lo más seguro es que la respuesta correcta sea un sí más rotundo que lo inmutable.
En cualquier caso, lo que sí que parece más o menos claro es que estos nuevos Spurs sin el retirado Ginóbili, sin Tony Parker (Hornets), sin el rebelde Kawhi Leonard (camino de los Raptors junto a Danny Green a cambio de DeMar Rozan y de Jakob Pöltl) o, incluso, sin Kyle Anderson (Grizzlies) serán menos pasadores, más tiradores y, presumiblemente, peor defensores (las ausencias de Leonard, Green y Anderson se tienen que notar sí o sí en esa faceta). La dupla DeRozan y Aldridge es sólida y, junto a ellos, estarán veteranos que siempre aportan como Rudy Gay, Pau Gasol (en su 18ª temporada NBA, casi nada) o Patty Mills y jugadores con tiro exterior (Davis Bertans y, sobre todo, Marco Belinelli, llegado desde los Sixers a cambio de 12 millones de dólares por 2 temporadas). Mientras, Dejounte Murray debería consolidarse como base, si bien el de Seattle podría perderse casi toda la campaña tras sufrir un desgarro en el ligamento cruzado de su rodilla derecha en pretemporada. Otro que comenzará lesionado el curso será el rookie Lonnie Walker, la apuesta de los Spurs en la primera ronda del pasado draft. El escolta formado en la Universidad de Miami, que se recupera de un desgarro en el menisco también en su rodilla derecha, es un excelso anotador con mucha capacidad de progresión, la misma que debe tener la franquicia texana si no quiere quedarse por primera vez sin playoffs en las últimas dos décadas. Alguna vez le tendrá que llegar el declive. A pesar de tener a Gregg Popovich.
- Entrenador: Gregg Popovich (23ª temporada).
- Jugador estrella: DeMar DeRozan.
- Otros jugadores determinantes: LaMarcus Aldridge, Pau Gasol, Rudy Gay, Marco Belinelli, Patty Mills.
- Balance 2017/2018: 47 victorias y 35 derrotas, eliminado en la primera ronda de la Conferencia Oeste.
- Objetivo 2018/2019: Jugar los playoffs por 22ª temporada consecutiva.
- El pronóstico de Luis Bustos: Eliminado en Primera Ronda de la Conferencia Oeste.
- El pronóstico de Sergio Alberruche: Eliminado en Primera Ronda de la Conferencia Oeste.
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[…] (15-10) tras una temporada pasada estrepitosa. Además, los de Memphis son, con permiso de los Spurs de Popovich, DeMar DeRozan, LaMarcus Aldridge y sus tiros desde cinco metros, la franquicia que […]
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