La primera década del siglo XXI fue realmente exitosa para los Detroit Pistons (ocho presencias consecutivas en la postemporada) y tuvo su punto álgido en la temporada 2003/2004, cuando los Chauncey Billups, Richard Hamilton, Tayshaun Prince, Rasheed Wallace, Ben Wallace y compañía derrotaron en cinco partidos en la final NBA a los Lakers de Gary Payton, Kobe Bryant, Karl Malone, Shaquille O’Neal y, desde el banquillo, Phil Jackson. Sin embargo, esta nueva década está siendo, según sus aspiraciones, desastrosa para el conjunto de Michigan (dos eliminatorias en diez años y 0 victorias y 8 derrotas como balance de esas dos eliminatorias), que un año más comienza una nueva temporada con un único objetivo, su omnipresente regreso a los playoffs de la NBA.
Para dirigir la búsqueda de ese anhelo, los Detroit Pistons han dado por finalizados los cuatro años (tres de ellos, con récord negativo) de Stan Van Gundy y han confiado en Dwane Casey, despedido este verano por los Toronto Raptors después de ser barrido por los Cleveland Cavaliers en las semifinales de la Conferencia Este y a pesar de conducir a la franquicia canadiense hasta la postemporada en los últimos cinco años. La llegada al banquillo del elegido como mejor entrenador de la NBA en la campaña anterior potencia, además, la alargada figura de algunos de los mejores jugadores de los Pistons, especialmente en el caso de Blake Griffin, de Reggie Jackson y de Reggie Bullock. El dominador ala-pívot oriundo de Oklahoma ya demostró el año pasado en sus primeros partidos en el conjunto de Michigan tras su traspaso desde los Clippers que puede ser el faro que ilumine su ataque, pero Casey ha dejado rotundamente claro que toda la ofensiva de los Pistons partirá alrededor de él. Asimismo, el nuevo entrenador del conjunto de Detroit tampoco ha eludido hablar de la importancia de Reggie Jackson (desde el pick and roll) y de Reggie Bullock, un jugador muy de su gusto. La integración de Andre Drummond con Blake Griffin (cumpliendo el papel de pívot reboteador e intimidador de DeAndre Jordan en los Clippers) será otras de las misiones de Dwane Casey en unos Detroit Pistons que también cuentan con jugadores jóvenes en clara progresión (sobre todo, el tirador Luke Kennard, producto de Duke, que afronta su año sophomore) y baloncestistas experimentados (Ish Smith o Zaza Pachulia, doble campeón con los Warriors). Y, por supuesto, el español José Calderón, llegado desde Cleveland para iniciar a sus 37 años su decimocuarta temporada NBA y, tal vez, hacerse con la titularidad en su segunda experiencia (tras la temporada 2012/2013) en unos Detroit Pistons que una vez más únicamente tienen una palabra en su cabeza: playoffs.
- Entrenador: Dwane Casey (1ª temporada).
- Jugador estrella: Blake Griffin.
- Otros jugadores determinantes: Andre Drummond, Reggie Jackson, Reggie Bullock.
- Balance 2017/2018: 39 victorias y 43 derrotas, penúltimo de su división.
- Objetivo 2018/2019: Jugar los playoffs.
- El pronóstico de Luis Bustos: No alcanza los playoffs.
- El pronóstico de Sergio Alberruche: No alcanza los playoffs.
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