Jugar a adivinar el futuro suele ser una afición peligrosa. Por ejemplo, los Charlotte Hornets de las últimas temporadas estaban llamados a ser una franquicia recurrente en las postemporadas (y quizá algo más), pero lo cierto es que afrontan la campaña 2018/2019 después de una única participación en los playoffs (curso 2015/2016) en los últimos cuatro años y con una panorama bastante concluyente: o esta temporada alcanza los ansiados playoffs por el título o parece que el equipo de Carolina del Norte comenzará con un derribo absoluto un (tal vez, largo) periodo de reconstrucción.
Para lograr entrar en la postemporada, la franquicia de Michael Jordan ha apostado por dar la alternativa en el banquillo a James Borrego, otro de los jóvenes entrenadores NBA que ha nacido bajo la alargada figura del omnipresente Gregg Popovich. En cualquier caso, el futuro más próximo de los Hornets depende en gran medida de otro nombre propio: Kemba Walker. El neoyorquino, su gran estrella, con más de 22 puntos por partido y dos veces ya allstar, acaba contrato esta temporada y todo hace indicar que dará por concluido su periodo de ocho años en Charlotte si el equipo no da ese deseado salto de calidad que le conduzca a cotas más altas. Es, por lo tanto, el turno de que otros jugadores aumenten sus prestaciones (Dwight Howard ya no: ha fichado por los Wizards). La lista, en cualquier caso, es extensa: Jeremy Lamb y su progresión, Nicolas Batum y su irregularidad, Bismack Biyombo en su segunda etapa en el club, el español Willy Hernangómez con ganas de reivindicarse, Malik Monk y su tremendo potencial todavía no demostrado, Michael Kidd-Gilchrist, Marvin Williams o Cody Zeller. Junto a ellos, un Tony Parker que afronta su primera experiencia NBA lejos de los San Antonio Spurs y que está llamado a aportar experiencia y serenidad desde el banquillo, y dos proyectos muy interesantes salidos del pasado draft. Primero, con el número 12 de la primera ronda, Miles Bridges, el atlético alero formado en Michigan State, equipo en el que promedió más de 17 puntos y 7 rebotes en su segunda y última temporada. Segundo, con el número 34 de la segunda ronda, Devonte’ Graham, el líder absoluto de los Kansas Jayhawks que llegaron hasta la Final Four de la NCAA y que, bajo mi punto de vista, puede convertirse en el equipo de su estado natal en uno de los grandes robos de este último draft merced a su talento (en su último curso universitario promedió más de 17 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias por partido), su capacidad atlética y su intensidad defensiva. Serán las incógnitas por resolver de una franquicia que únicamente tiene una certeza: poder jugar los playoffs. Si no, la incógnita será todavía mayor: ¿Seguirá siendo Kemba Walker su jugador franquicia?
- Entrenador: James Borrego (1ª temporada).
- Jugador estrella: Kemba Walker.
- Otros jugadores determinantes: Jeremy Lamb, Nicolas Batum, Frank Kaminsky.
- Balance 2017/2018: 36 victorias y 46 derrotas, antepenúltimo de su división.
- Objetivo 2018/2019: Clasificarse para los playoffs.
- El pronóstico de Luis Bustos: No alcanza los playoffs.
- El pronóstico de Sergio Alberruche: No alcanza los playoffs.
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