Juan Martín del Potro y Novak Djokovic jugarán la final masculina del US Open después de que la antepenúltima jornada del torneo neoyorquino nos trajera la retirada de Rafael Nadal en su partido contra el argentino cuando perdía por dos sets a cero (6/7 y 2/6) y la victoria del serbio ante un inofensivo Kei Nishikori (6/3, 6/4 y 6/2). Antes, esta misma noche, a las 22 horas en España, Serena Williams tratará de igualar a Margaret Court en el liderato de la lista de máximos ganadores de torneos de Grand Slam en la final femenina, que le enfrentará contra la joven Naomi Osaka.
La misma rodilla de siempre
La crónica lesión en el tendón rotuliano de la rótula de la rodilla derecha de Rafael Nadal obligó al tenista balear a retirarse y privó al público de poder ver un gran partido entre Nadal y Del Potro, dos jugadores que han tenido que superar importantes contratiempos físicos para poder regresar una y mil veces a la élite del tenis. Tras sufrir unas molestias durante todo el torneo que se evidenciaron notablemente en el duro encuentro de tercera ronda contra Karen Kachanov, el tenista de Manacor, anoche en semifinales, sufrió un pinchazo en el cuarto juego del primer set y, pese llevar la primera manga hasta el tie-break (7-3 para el argentino), tuvo que pedir dos veces la asistencia médica y optó por retirarse, visiblemente dolorido y en desigualdad de condiciones, después de perder el segundo set. Pese a la retirada, Nadal mantendrá su número 1 al cierre de una temporada de Grand Slams en la que, después de su regreso triunfal del 2017, ha recuperado su regularidad (título en Roland Garros, semifinales en Wimbledon y el US Open, y cuartos de final en el Open de Australia), pero en la que también han vuelto sus problemas físicos (retiradas en el Open de Australia y el US Open). Su más que posible renuncia a disputar con España las semifinales de la Copa Davis, que se celebran el próximo fin de semana, marcan el futuro más próximo de un Nadal que todavía cuenta con objetivos ambiciosos para este año 2018 (ATP World Tour Finals). Será, como casi siempre en su longeva y laureada trayectoria, su salud la que decida. Mientras, Del Potro, que está realizando un magnífico torneo con grandes victorias ante jugadores como Verdasco, Coric o Isner, tratará de vencer el domingo en la final masculina para poder levantar su segundo título de Grand Slam tras el cosechado en el propio US Open en el año 2009. Sería el cenit perfecto para un regreso emocionante (el argentino estuvo a punto de dejar el tenis después de tener que operarse hasta en tres ocasiones la muñeca), pero, para conseguirlo, tendrá que superar al mayor regreso de la temporada 2018, el del serbio Novak Djokovic.
Nole ya está de vuelta
Si su entorchado en Wimbledon fue un síntoma tras más de dos años sin vencer en un Grand Slam (Roland Garros 2016), ya sí que se puede decir en voz alta sin miedo a equivocarse: el mejor Novak Djokovic está de vuelta. Dominando el juego desde su saque y el fondo de la pista, como en sus tiempos en el número 1, el serbio no dejó anoche opciones a Kei Nishikori de regresar a una final de Grand Slam (el japonés perdió en el año 2014 el partido definitivo ante Marin Cilic) para certificar que de este US Open no saldrá un vencedor nuevo en un grande: desde la irrupción de Rafa Nadal en el Roland Garros del año 2005, únicamente Federer, el propio Nadal, Djokovic, Murray, Wawrinka, Del Potro y Cilic saben lo que es ganar un Grand Slam. El serbio, que buscará el domingo empatar a Sampras con 14 títulos como el tercer tenista con mayor número de Grand Slam tras los 20 del suizo y los 17 del español, llevó desde su saque (80% de puntos ganados con su primer servicio y 71% con su segundo) al tenista japonés hasta los 51 errores forzados y, especialmente, a la tácita sensación de no tener ninguna oportunidad para poder hacerle el break (0 de 2 para Nishikori, por los 4 de 17 que logró el serbio). El domingo le espera Del Potro en su octava final en el US Open, la 23ª final para él en un Grand Slam. En la categoría masculina, sólo le superan Nadal (24) y Federer (30).
El reto supremo de Serena Williams
Pero antes de que llegue la final masculina entre Djokovic y Del Potro, el US Open vivirá esta misma noche la búsqueda del reto supremo de Serena Williams: sumar su séptimo título en Nueva York para igualar los 24 títulos de Grand Slam de Margaret Court y situarse, junto a la australiana, como la tenista con más torneos grandes en su palmarés. Enfrente, la tenista estadounidense tendrá a una debutante en grandes finales, la veinteañera japonesa, de padre haitiano, Naomi Osaka, que se convirtió en la primera tenista de Japón en alcanzar una final de Grand Slam después de vencer con una insospechada madurez en semifinales a Madison Keys, la actual subcampeona del torneo. Más mérito si cabe tiene la presencia de Serena Williams, camino de los 37 años, en el partido por el título: hace un año, el 1 de septiembre de 2017, la tenista estadounidense sufrió una embolia pulmonar después de dar a luz a su hija Alexis.
En el tenis, nada puede impedir los regresos de los más grandes. Ni siquiera la misma maldita rodilla de siempre.
[…] […]