Me van a permitir una licencia subjetiva: para mí, Aaron Rodgers es, ligeramente por encima de Tom Brady y del retirado Peyton Manning, el quarterback con más talento y con mayor influencia en el devenir de su equipo en lo que se lleva consumido del siglo XXI. Sé que es una afirmación que muchos no compartirán (5 anillos y 3 AP MVP de la temporada para Brady; 2 anillos y 5 AP MVP de temporada para Manning; 1 anillo y 2 AP MVP de la temporada para Rodgers), pero cuando les he visto sobre el campo, siendo los tres excelentes, el QB californiano es el que me transmite mayor capacidad para traspasar cualquier límite inalcanzable en caso de necesidad. La ecuación es sencilla: con Rodgers, los Packers pueden ganar; sin Rodgers, los Packers nunca podrán ganar. La teoría supongo que está bien traída porque el doce del conjunto del norte de Wisconsin se rompió la clavícula el pasado mes de octubre y su equipo, sin él, perdió siete de los diez partidos que le quedaban de liga regular hasta cerrar el año como penúltimo de su división (de un 4-2 pasó, sin Rodgers, al 7-9 final). Pero ahora Rodgers está de nuevo sano y, claro, los Packers vuelven a ser favoritos a todo. Por supuesto.
Pese a la salida del veterano Jordy Nelson, históricamente el receptor favorito de Rodgers, camino de los Raiders, el ataque del conjunto entrenado un año más por Mike McCarthy no se ha visto resentido en absoluto. Al igual que la temporada pasada, Davante Adams es el claro receptor número 1 y su lugarteniente, por estadísticas y por sensaciones, es Randall Cobb. Además, junto a ellos, Rodgers contará con una nueva opción ofensiva que le permitirá disponer de mayores recursos para sus magníficos pases: se trata del tight end Jimmy Graham, que recala en el norte de Wisconsin (30 millones de dólares, 3 temporadas) después de unos fantásticos años en New Orleans y en Seattle. Asimismo, Green Bay también ha reforzado su backup en el puesto de quarterback con la llegada desde Cleveland de DeShone Kizer (Hundley ha sido traspasado a Seattle) para que ocupe la plaza que podría quedar libre con futuros problemas físicos de Rodgers, que ya ha sufrido dos fracturas de clavícula y va camino de los 35 años. Mientras, la defensa de los empacadores ha perdido a Damarious Randall, pero sigue contando con su líder Clay Matthews (el único capaz de rivalizar con Rodgers en camisetas vistas en aficionados a lo largo de la autopista I-94) y con el safety Ha Ha Clinton-Dix, y, además, se ha reforzado bien con Muhammad Wilkerson (ex de los Jets) y con los cornerbacks rookies Jaire Alexander y Joshua Jackson.
E, insistimos, Rodgers está de vuelta. Y, con él, las opciones de los Packers se multiplican.
- Entrenador: Mike McCarthy (13ª temporada).
- Jugador estrella: Aaron Rodgers.
- Otros jugadores determinantes: Davante Adams, Jimmy Graham, Clay Matthews, Ha Ha Clinton-Dix, Muhammad Wilkerson.
- Balance 2017: 7 victorias, 9 derrotas, penúltimo de su división.
- Objetivo 2018: Ganar la Superbowl.
- El pronóstico de Luis Bustos: Eliminado en la Divisional Round.
- El pronóstico de Sergio Alberruche: Subcampeón de la NFL 2018.
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