Siempre hay que ser positivos, optimistas y sobre todo mirar el lado bueno de las cosas. La derrota de la selección femenina de baloncesto ante Bélgica puede generar dudas, pero también puede haber días malos, o incluso, combinados nacionales que tengan un día más lucido y te echen de la competición. Esto sirve para aprender, para pensar que, a partir de ahora, cualquier derrota elimina a España de la competición.
España en el global no hizo un mal partido, pero sí que hubo ciertos detalles que de cara a los octavos de final debe corregir. Por ejemplo, arriesgar tanto en las jugadas de ataque: las españolas tienen que jugar más calmadas, mover más la bola, sobre todo cuando se va abajo en el marcador. Las nuestras se precipitaron en algunas acciones y eso las penalizó, porque Bélgica estaba cogiendo todos los rebotes y con ello aumentando la diferencia en el luminoso.
Otro de los detalles que España debe corregir de cara al siguiente partido es la mentalidad. No creo que esta sea una selección que pierda frecuentemente la cabeza, pero, durante tramos del partido, cuando las decisiones arbitrales no acompañaron, a algunas de las jugadoras de la selección española les pitaron faltas técnicas y con esos detalles en las rondas del K.O hay que tener cuidado. Además, la que fue la mejor jugadora del último partido, Astou Ndour, hoy no tuvo el día y cometió su cuarta falta personal a principio del tercer cuarto, lo que impidió a España jugar con nuestra pívot gran parte del partido. Al inicio del cuarto definitivo, la jugadora hispano-senegalesa ya estaba eliminada. Todos estos detalles hay que cuidarlos, si España no quiere que le pasen factura.
No todo fueron errores. Las cosas tampoco acompañaron durante el partido, pero, ante todo, no hay que desmerecer el partidazo que ha hecho el combinado belga. Ninguna de sus jugadoras hizo un mal partido: si todas juegan bien y encima tienes dos jugadoras enchufadas como Mestdagh, con 21 puntos, y Meesseman, con 17 puntos, todo en su conjunto es algo que facilita el poder conseguir una excelente victoria. Además, todas las jugadoras belgas que jugaron algún minuto en cancha hicieron alguna anotación.
En España hay que destacar la gran actuación de Marta Xargay, con 13 puntos, y Alba Torrens, con 16 puntos. Ambas jugadoras mantuvieron las opciones de España hasta el final, aunque no de ganar, sino tan solo de quedar en menos de siete puntos contra las belgas y haber pasado como primera de grupo para haber jugado directamente los cuartos. En un final frenético, donde España rozó con las yemas de los dedos el pase como primera de grupo, todo se derrumbó a falta de 1,1 segundos. La selección belga, con una jugada de pizarra y ejecutada de manera magistral, arrebató a España el primer puesto.
Pero, como siempre, hay que mirar el lado bueno de las cosas: primero, porque no se gana un torneo sin llevarse un susto (cuanto antes mejor); segundo, porque España tiene que salir siempre con un nivel de exigencia alto, ya que tiene equipo para ello, es un Mundial y cualquiera puede hacer un gran partido. Por último, y por encima de todo, lo más positivo de este segundo puesto es poder haber podido evitar a la selección de Estados Unidos hasta una hipotética final. Pero eso, ahora mismo, no es más que ciencia ficción. Antes, mañana mismo a las 21 horas, llegan los octavos de final contra Senegal.