Si bien es prácticamente imposible acertar en las previsiones que todo el mundo realiza antes del inicio de la temporada de la NFL ya que es una competición plena de lesiones importantes, de pequeñas incidencias decisivas y de múltiples sorpresas, lo cierto es que la mayoría de expertos coinciden en que los Oakland Raiders no tienen muchas opciones de éxito en este nuevo curso liguero. Será la penúltima campaña de los Raiders al este de la Bahía de San Francisco antes de moverse a su nueva y lujosa casa en Las Vegas y también la primera en tres años sin Jack del Rio como head coach. Para iniciar la reconstrucción (y un traslado dolorosísimo para sus aficionados, dada la total identificación entre el club y los habitantes de Oakland), a la franquicia californiana ha llegado un viejo conocido, Jon Chucky Gruden, que, tras una década como el analista de televisión mejor pagado de la ESPN, volverá al banquillo de un equipo al que llevó dos veces a la postemporada y del que salió para hacer a Tampa Bay Buccaneers campeón de la única Superbowl de su historia. En cualquier caso, el título parece ahora mismo lejano para un equipo con una única palabra en la cabeza: reconstrucción, insistimos.
Y esa reconstrucción, que liderará el citado Jon Gruden pese a que todavía tiene que demostrar si no se ha apolillado como técnico después de tantos años entre focos y platós, será ardua. Khalil Mack, su indiscutible estrella en la defensa, está en rebeldía y, aunque lo normal sería que terminara firmando una extensión de contrato millonaria, algunas escuadras (los Packers, a la cabeza) están rondando por ahí por si al final el asunto termina en traspaso. Mientras, Derek Carr, que es un excelente quarterback, el año pasado no rindió a su mejor nivel, pese a ser de nuevo probowler, debido a problemas en la espalda. Asimismo, Marshawn Lynch, The Beast Mode, el ídolo absoluto de Oakland (nació, creció y vivió allí), ha sido uno de los mejores running back de lo que llevamos del siglo XXI, pero ahora ya es un jugador de 32 años y que regresó el pasado curso a los terrenos de juego después de estar retirado (sumó en total casi 900 yardas y 7 touchdowns, pero poco más de 4 yardas de media por cada intento). Además, aunque los receptores Amari Cooper y el veterano Jordy Nelson, llegado desde Green Bay, son buenos socios para Carr, el QB, por el contrario, ha perdido a Michael Crabtree. En definitiva, todo son incógnitas en una franquicia que sólo tiene una certeza: su excelente línea ofensiva (Rodney Hudson, Kelechi Osemele, el rookie Kolton Miller, el veterano Donald Penn, Gabe Jackson, etc.). Y, aunque tener una buena línea ofensiva es importantísimo para la salud del quarterback, no parece suficiente para hacer un equipo ganador. Toca reconstrucción en los Raiders. Y también un viaje a Las Vegas. Billete sólo de ida.
- Entrenador: Jon Gruden (1ª temporada).
- Jugador estrella: Khalil Mack.
- Otros jugadores determinantes: Derek Carr, Marshawn Lynch, Amari Cooper, Jordy Nelson, Rodney Hudson, Kelechi Osemele.
- Balance 2017: 6 victorias, 10 derrotas, penúltimo de su división.
- Objetivo 2018: Reconstruir lo más rápido posible.
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- El pronóstico de Sergio Alberruche: No alcanza los playoffs.
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