Las ideas de Johan Cruyff cambiaron el mundo del fútbol para siempre. El 14 holandés escribió su nombre en los libros de historia no tanto por el qué de sus equipos, sino por el cómo. Desde su salida del banquillo del Camp Nou a mediados de los noventa, son muchos los entrenadores que han tomado como referencia la libreta de apuntes de la estrella de la Naranja Mecánica y el director de orquesta del Dream Team.
Pep Guardiola, Maurizio Sarri y Marcelo Bielsa son tres de los principales rostros que encontrarías al buscar la definición de la palabra “cruyffismo” en un diccionario gráfico. Un canterano del Barça, hijo deportivo del holandés; un napolitano que trabajaba de banquero mientras entrenaba a equipos amateur de La Toscana, y un argentino al que apodan el “Loco” cuando, a juzgar por su forma de entender la vida, pasaría por el tipo más normal del mundo en casi cualquier otro ámbito fuera del futbolístico.
Tres perfiles tan distintos, y tan idénticos, que el destino ha querido juntar en Inglaterra. La historia reciente nos dice que es en las Islas Británicas donde encontramos la antítesis más radical al juego de posesión, control y rigor táctico pregonado por Cruyff. El mismo Guardiola reconoció que, en su primer año en el City, aprendió la verdadera importancia que tenían en la Premier las segundas jugadas.
De los tres, el técnico catalán es el más asentado en la competición doméstica. Es tal la adaptación que su Manchester City de la pasada temporada dominó de forma tiránica la Premier League hasta el punto de levantarla con 100 puntos y tan sólo dos derrotas. El ex de Barça y Bayern de Múnich ya se ha encargado de avanzarnos que “se le hace imposible pensar en repetir esas cifras” pero que sí que se puede mantener un pico de forma y “jugar a un nivel tan bueno” como el de hace unos meses.
En el último curso, la media de posesión de los vigentes campeones fue de más de un 65%. Sólo en Liga, el Manchester City fue la plantilla más goleadora con 106 goles a favor y la menos goleada con 27 tantos en contra. Unas cifras espectaculares logradas gracias a unos automatismos de equipo vertebrados sobre las figuras de Silva y De Bruyne, fundamentales para hacer fluir el juego citizen. El primer año de Guardiola en Inglaterra no fue el más exitoso a nivel de victorias inmediatas pero, sin los fallos de esa experiencia, hubiera sido imposible de ver la versión que estamos viendo de los sky blues en la actualidad.
Maurizio Sarri, que en múltiples ocasiones ha dicho que su colega de Manchester “es el mejor entrenador del mundo”, ha aterrizado en Stamford Bridge con la misión de demolerlo todo y crear un nuevo Chelsea. En lo único en lo que coinciden el que se fue, Conte, y el que ha venido, Sarri, es en la nacionalidad. El napolitano entrenará por primera vez en su carrera fuera de Italia, en un club que tiene que mutar todos sus aspectos con el tiempo a contrarreloj. César Azpilicueta, uno de los capitanes blues, ya ha dicho que a la plantilla “le va a costar un poco asimilar los nuevos conceptos”.
El principal de todos pasa por el regreso a la línea de cuatro defensas, en detrimento del sistema de tres centrales y dos carrileros que empleaba Conte. El 4-3-3 es el once tipo con el que Sarri triunfó en su Nápoles natal, un equipo de autor construido a través de la pelota, que presionaba muy alto y atacaba creando triángulos con sus hombres de arriba. Para trasladar esta propuesta desde el sur de Italia a la capital de Inglaterra, el napolitano contará con una petición expresa: Jorginho. El italo-brasileño está llamado a organizar el nuevo centro del campo londinense y participar en la creación del juego desde el origen de la jugada.
La final de la Community Shield entre el Chelsea y el Manchester City, que se acabaría llevando la Copa, nos permitió asistir a un ejercicio casi entre profesor y alumno. A un lado, un equipo definido y, al otro, un aspirante a convertirse en algo, con sus matices, muy similar. Este encuentro entre dos conjuntos ingleses en el estadio más mítico de Inglaterra fue, en cuanto a estilo, un choque a contracorriente en el que, seguro, más de un aficionado veterano se llevó las manos a la cabeza preguntándose si el espectáculo que estaba viendo en directo era el mismo deporte que había estado siguiendo las últimas décadas.
El último de los entrenadores cruyffistas en las islas, no menos importante, es una de las figuras más carismáticas de la historia del fútbol reciente. Por encima de todas sus largas ruedas de prensa con la cabeza agachada que terminan arrasando en las redes sociales, Marcelo Bielsa es un técnico con una filosofía claramente dominante, de movilidad constante y presión intensa. Los equipos del argentino juegan con un alma especial, la que les inculca un hombre de la calle que es consciente de lo afortunados que son aquellos que se dedican a esto del fútbol.
Si para Sarri el mejor entrenador del mundo es Guardiola, el catalán lo tiene claro: «Mi admiración por Marcelo Bielsa es enorme, mejora mucho a los jugadores. No conozco a ningún jugador que haya estado con Bielsa que no me hable bien de él. Me ha dado muchos consejos. Para mí es el mejor del planeta». Hubo una personalidad que se atrevió a decir que la Chile de Bielsa «desbancó a la Naranja Mecánica como el equipo más atractivo de la Copa del Mundo», unas palabras que resultarían impensables de no ser porque las pronunció el mismísimo Johan Cruyff.
El ex seleccionador chileno está viviendo su primera experiencia en Inglaterra, dirigiendo al histórico Leeds United, un club que milita en la segunda división pero que cuenta con un aura de grandeza a su alrededor que es de superior categoría. En el banquillo de Ellan Road podrá entrenar a dos españoles, el trotamundos Pablo Hernández y el talentoso Samu Saiz, un mediapunta que despuntó en el Huesca y que está llamado a hacer grandes cosas bajo la batuta del argentino. En el primer encuentro de Bielsa en la Championship, su Leeds derrotó en casa al Stoke City, uno de los principales favoritos al ascenso, por 3 goles a 1.
Que tres técnicos de este perfil estén dirigiendo en Inglaterra nos deja claro que hay algo que se está moviendo en las Islas Británicas. El Bayern de Múnich de Pep Guardiola contribuyó a romper el mito de fútbol tosco y abrupto que sobrevolaba sobre Alemania, mientras que el Nápoles de Sarri demostró que había vida en el Calcio más allá del catenaccio. Guardiola, Sarri y Bielsa compartirán país y lucha contra el paradigma del fútbol inglés.
Artículo lleno de tópicos y endiosando la figura de Guardiola, que parece que acaba de inventar el fútbol en Alemani, Inglaterra …
Por cierto el redactor no sé qué edad tendrá, pero ni idea de lo que ha sido el fútbol inglés, alemán e italiano.
[…] claro que, sin la mano de Cruyff en aquel equipo, hubiera sido imposible de ver el Barça que, unos años después, lideraría desde […]
[…] “Por un lado hay una búsqueda del éxito y por el otro una conexión con el aficionado para que se sienta identificado con el juego y que vibre con su equipo. Para transmitir emociones necesitas realizar situaciones del juego que el público disfrute. Si con ello consigues ganar, bien hecho está”. La reflexión es de Unai Emery y va más allá del estilo de juego, al incluir en la ecuación al aficionado y la manera de emocionar, o lo que es lo mismo, de con-vencer a este. Y sin embargo, la fórmula que han encontrado en Sevilla, concretamente en el Sánchez Pizjuán para convencer a sus aficionados, no ha sido repoblar el centro del campo a base de centrocampistas. Machín ha entregado la brújula en exclusividad a Banega y le ha despojado de escuderos. Adiós doble pivote, hola doble delantero. Desde que Ben Yedder forma pareja con André Silva, la defensa de cinco made in Machín se ha asentado por fin en el Pizjuán y los aficionados han pasado en tres semanas de pedir la cabeza del presidente a disfrutar con un equipo que golea (18 goles en 8 partidos) y que además gana. “El fútbol no son matemáticas”, que diría Cruyff. […]
[…] en la Premier League entrenaban tantos españoles como ingleses. Son cuatro en la actualidad: Pep Guardiola en el Manchester City, Unai Emery en el Arsenal, Javi Gracia en el Watford y Rafa Benítez en el […]
[…] es un equipo ofensivo, ni dinámico, ni moderno, ni rápido, ni mucho menos bielsista. Si el pobre Bielsa viera a su discípulo a cargo de un equipo que no puede dar dos pases seguidos, cuyos laterales no […]
[…] 45 de Championship (la segunda división inglesa), y los jugadores del Leeds, entrenados por El Loco, anotaron un gol al Aston Villa mientras uno de sus jugadores se encontraba en el suelo tras un […]