Un yate, playas lujosas, islas paradisiacas, familia, amigos… Estas son las cosas más comunes que estamos acostumbrados a ver cuando pensamos en las vacaciones de algún deportista famoso. Tienen esa suerte y muchos de ellos se lo muestran al mundo gracias a sus redes sociales. Pero no todos son iguales.
Me fascina ver a LeBron James cuando juega al baloncesto. Seguramente para muchos, Michel Jordan es mejor. Puede que sí o puede que no, son gustos, son épocas distintas, son millones de variables en las que no voy a entrar a discutir. Lo que sí puedo decir es que yo solo he visto a James, y sí, me fascina. No solo por su manera de jugar al baloncesto, sino por su estilo de vida. Por romper con todo lo que está normalizado a día de hoy en nuestra sociedad.
El alero ahora de Lakers nació en Akron, Ohio. Como muchos chavales en los Estados Unidos no tuvo a su lado una figura paterna. Fue su madre, Gloria James, quien sacó al niño adelante. Con los años, James lo tuvo claro: cuando él fuese padre, sería esa figura paterna que nunca tuvo. Lo cumplió. Tuvo 3 hijos: 2 niños y una niña (la más pequeña de todos). Como buen padre, asiste a sus partidos, juega con ellos, pasa el mayor rato posible a su lado, les da la infancia que seguramente él hubiese soñado tener. Llegados a este punto, se podría decir que el Rey tiene todo lo que quería. Una familia, una fantástica casa y su sueño de ganar la NBA.
Con todos sus sueños cumplidos a los 33 años, podría dedicarse a la vida que relataba al comienzo del artículo. Pero él no es así: seguramente pase más de un día en un yate o gastándose el dinero en cosas que para muchos son innecesarias, pero si lo hace no lo comparte. Sus redes sociales las utiliza para criticar temas sociales, políticos o económicos. Piensa en la gente y esto es lo que hace que su grandeza única.
It’s sad what’s going on in Charlottesville. Is this the direction our country is heading? Make America Great Again huh?! He said that??♂️
— LeBron James (@KingJames) 12 de agosto de 2017
Pero por este simple motivo no es diferente. Sinceramente que critique al presidente es lo de menos. Hay más motivos que hacen a LeBron un fenómeno dentro y fuera de las canchas: como sus labores sociales.
La lista de fundaciones a las que apoya es interminable y las labores que lleva a cabo empiezan a serlo. Educación, deporte y sanidad son los pilares donde va a parar parte de su fortuna. Si quiere pasar más tiempo con sus hijos podría llevárselos a un resort a nadar con delfines y hacer ski acuático, pero él no. Él se los lleva a un barrio de Cleveland para que juntos ayuden a reformar 10 viviendas, de diez familias que habían sufrido destrozos importantes en sus hogares. Es el ejemplo que les da: trabaja duro, consigue todo lo que puedas, pero nunca olvides a la gente, la misma que te ayudan a generar esos millones.
Cuando llevó a Cleveland el primer título para la franquicia y la ciudad, abrazó el trofeo, lo besó y dijo: “Solamente soy un niño de Akron”. Estas palabras demuestran la gran humildad que posee el jugador. Desde niño ha sufrido las penurias de tener que vivir con lo mínimo y seguramente no haya tenido ninguna de las cosas que se le antojan a los críos cuando son pequeños. Por eso, a los chavales jóvenes también los intenta ayudar. En 2016 donó 41,5 millones de dólares en becas para que estos críos puedan ir a la Universidad. “Hago esto porque los estudiantes tienen grandes sueños y soy muy feliz ayudándoles a conseguirlo”.
Su meta es acercar a los jóvenes a encaminarse a un futuro mejor y evitar que caigan en problemas de drogas o vandalismo. Cree en el deporte y en la educación como los pilares para que los niños crezcan y se desarrollen alejados de los males. Y sabe lo que es vivir en barrios humildes: “Como niño que creció en una zona pobre de la ciudad, realmente no piensas que haya algo más allá del instituto. No sabes cuál será tu futuro. Oyes a la gente hablar de que hay algo más después, pero tu te gradúas y no ves más allá. Tu familia no cuenta con estabilidad económica para permitírtelo o bien no es posible.”
Con esta idea LeBron James abre su primera escuela para los niños que no pueden ir al colegio. Pero no solo se beneficiarán los más pequeños, los padres que quieran acabar su etapa estudiantil podrán por medio de tutorías, además de contar con una ayuda de búsqueda de empleo. La escuela empezará con 240 estudiantes (120 de tercero y 120 de cuarto). Se espera que en 2022 el colegio tenga alumnos de primero a octavo curso.
A dream come true for LeBron James and his foundation: The I Promise School for at-risk students in Akron opens today with plan to transform lives of students and parents:https://t.co/fxTrCaueBM pic.twitter.com/D27di415k8
— Jeff Zillgitt (@JeffZillgitt) 30 de julio de 2018
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