Hace unos meses hablábamos de un Atlético de Madrid que se había quedado fuera de la Champions, que tenía una flagrante falta de gol y que parecía haber perdido la fortaleza defensiva de antaño. Oblak era el mejor del equipo en la mayoría de partidos y Griezmann era más protagonista fuera que dentro del campo. Por aquel entonces, o en ese momento, tal y como dijo el capitán Gabi, la Europa League «parecía una mierda».
Un equipo que había demostrado poder hacer frente a cualquiera de los grandes de Europa quedaba relegado a una competición, ahora menor, pero que en su día fue el inicio de esta época dorada —aunque algunos lo olviden— que sigue viviendo el Atlético de Madrid.
Hoy, 16 de mayo de 2018, el Atleti vuelve a estar en una final europea. Será frente al Olympique de Marsella. Será la quinta final europea desde 2010. La tercera de Europa League. Desde Quique. Desde Forlán y Agüero. En esta ocasión jugarán Griezmann y Diego Costa, la mejor delantera rojiblanca desde aquella. El rendimiento del francés con y sin el hispanobrasileño no tiene discusión. Sería el segundo título del 7 rojiblanco tras la supercopa de España de 2014. Llega envuelto en polémica por su posible fichaje por el Barça, pero en lo futbolístico llega en un gran estado de forma a la final. Deberá demostrar a 45 kilómetros de su pueblo natal por qué es uno de los mejores jugadores del mundo.
Simeone mantiene la duda en varias posiciones, no en el esquema, 4-4-2 habitual. Una, Juanfran o Vrsaljko. El rendimiento y compromiso del alicantino pueden quitarle el puesto a última hora al croata. Savic o Giménez. El montenegrino ha sido titular habitual, pero el uruguayo ha jugado a gran nivel en el último tramo junto a Godín. Filipe Luis o Lucas. El brasileño si está sano debe jugar siempre, pero Lucas ha sido el defensa más regular esta temporada y ha cumplido en el lateral. Y en el medio, Thomas o Correa. Parece seguro que Saúl, Koke y Gabi serán titulares. Si Simeone apuesta por blindar el centro del campo, pondrá al ghanés. Si quiere más chispa arriba, pondrá al argentino, fuera de la convocatoria de Sampaoli para el Mundial de Rusia. En la portería estará el otro hombre de los cien millones. El mejor jugador del Atlético esta temporada. Oblak.
En frente tendrá un rival inferior, pero con futbolistas de nivel como Payet (ojo con su golpeo a balón parado) o como Thauvin, cuyo desborde puede dar más de un susto a la defensa rojiblanca. Favorito, sí, pero hay que demostrarlo en el campo. No es la Champions, pero es otra final europea, otro título en juego. Un título que da acceso a otro título. Y eso no se consigue todos los días. En Lyon, el Atleti puede volver a escribir otra gloriosa página en su gran historia. Denle papel y boli a los hombres de Simeone, que están preparados para empezar el examen.
Espero que jueguen Correa y Thomas y el que se quede en el banquillo sea Gabi (que solo sea protagonista para levantar la copa).