Yo voy a ser campeona del mundo. Me da igual cuándo. Que hagan lo que quieran, que cuando yo sea campeona la que decidirá los tiempos seré yo». Joana Pastrana está convencida de que el cinturón del peso mínimo de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) será suyo antes o después. No tiene prisa y sigue preparándose sin fecha para su primer combate por el título mundial. La promotora que la representa, Guantes de Lobo, ganó la subasta para organizar el Mundial en España el 18 de enero y desde entonces lleva esperando la pelea.
La china Zongju Cia es la actual campeona, la rival contra la que Joana debería medir sus posibilidades de conseguir el cinturón. Pero pronto alegó una lesión que le impedía boxear. En Guantes de Lobo son conscientes de que nunca saldrá de China para pelear contra Pastrana, pero se ven obligados a respetar los plazos legales. El martes la actual campeona debe ser reconocida por un médico de la IBF, lo que puede alargar los plazos aún más. Su condición de campeona le permite pedir una extensión de 30 días más para poder pelear.

Mientras, Joana, premiada recientemente por la Asociación Española de la Prensa Deportiva, se sigue ejercitando con paciencia en el gimnasio de San Sebastián de los Reyes donde entrena siempre. Después de quince días de descanso ha regresado para preparar un combate sin fecha. Su promotora pretendía pelear en los primeros días de mayo contra la tercera del ránking mundial, pero la campeona continúa dilatando los plazos. Tanto que Álvaro Gil-Casares, el hombre que pone cara a Guantes de Lobo, ha solicitado un permiso para que pueda disputar un combate de preparación antes del Mundial, algo que tenía vetado como aspirante mandatoria. La única condición que se ponen es que no sea una rival muy exigente que ponga en peligro la preparación para el campeonato del mundo. «El martes tiene que ir [la campeona] a un médico del organismo en China. Tiene que acreditar que está lesionada, pero si por lo que sea el médico dice que no está lesionada, automáticamente deja de ser campeona», cuenta Álvaro. En ese caso se activaría el combate por el Mundial contra la número tres del mundo. «Ahora mismo está todo en el aire, pero para no tenerla parada quiero que haga un combate. Si luego tengo que cancelar, bienvenido sea porque será por el Mundial», añade.
El tiempo se acaba para Zongju Cia, y el reloj sigue corriendo para Joana. «Esto de entrenar sin fecha nunca lo hemos hecho y es una situación la verdad que extrañísima», confiesa Álvaro. «El plazo para la campeona es de 60 días desde la presentación de las pruebas, que fue el 26 de enero. Yo gané la subasta el 18 de enero o sea que sería el 18 de marzo, pero pueden darle otros treinta días. Entonces sería hasta el 18 de abril o el 26, como lo quieran ver. Si ahí ya le dicen que no, le quitarían el título y la sacarían de los rankings», explica.
Álvaro y Joana, la única boxeadora totalmente profesional en España, lo tienen todo preparado. Tienen un patrocinador, Ron Barceló, que les ayuda, la presencia de televisión casi asegurada y un escenario. «A mí me gustaría hacerlo en Alcobendas porque allí nunca hemos perdido ningún combate nadie de mi equipo. Lo bueno es que tiene dos pabellones, uno en el que caben 3.000 y otro en el que caben 6.000. En función de la venta de entradas nos pensaríamos hacerlo en uno o en otro. Si tuviésemos tiempo se puede promocionar muy bien y, a lo mejor no 6.000, pero sí se pueden llevar tres o cuatro mil personas«, afirma el promotor de Guantes de Lobo.
Sólo falta la fecha, pero ya han conseguido algo muy importante. Mientras los boxeadores españoles tienen que salir fuera a disputar los títulos, una boxeadora española peleará por el Mundial en casa. Algo no tan extaño para Álvaro Gil-Casares. «La imagen de la mujer en el deporte está un poco de moda y eso ayuda», confiesa.