Hace poco escuché que el 98% de las decisiones del ser humano las toma el subconsciente en milésimas de segundo, antes de que lleguen a nuestro celebro, aunque solemos pensar que las decisiones son conscientes y meditadas. Piénsenlo fríamente, debe ser cierto, yo al menos me lo creo. Las decisiones siempre están afectadas por nuestros sesgos, nuestros prejuicios, las experiencias y hasta lo cansados que nos sentimos.
Por eso posicionar en la mente del consumidor una marca —sea grande o pequeña— y que esté presente en todas las decisiones de compra, y hasta forme parte de la vida de los consumidores, es la principal obsesión de todo profesional del marketing. Confianza, emociones y experiencias se hacen vitales a la hora de poner un producto en el mercado. No solo se necesita un buen producto para que te compren, sino también una marca conocida, atractiva y con una excelente reputación.
Los gestores de marcas están continuamente buscando cómo a través del deporte, la música o el cine pueden conectar con las personas, haciéndolas más amables… más accesibles.
Aunque parezca mentira, las marcas son más importantes ahora que en el pasado. Sabemos más de ellas, podemos ver cómo interactúan con sus consumidores a través de redes sociales. Podemos evaluarlas, conocer de primera mano su grado de honestidad y ética con sus empleados y con la sociedad.
¿Quieres que un negocio funcione? Pues no te olvides de alguien que cuide tu marca, que trabaje con pasión y que te ayude a conectar con el mercado… con tus consumidores.
Y aprovechando este artículo, me gustaría rendir un pequeño homenaje a una de las personas que mejor ha representado ese trabajo alrededor de las marcas: Fernando Tuero.
El Sardinero despide a Fernando Tuero con un emotivo minuto de silencio https://t.co/75cCH7vJLr pic.twitter.com/PIosx7fGE2
— Real Racing Club (@realracingclub) March 18, 2018
Te echaremos de menos los que formamos parte de este mundo. Tú eras uno de los que representabas mejor que nadie la palabra pasión. La pasión por el deporte, la pasión por las marcas, la pasión por esta profesión. Este trabajo está necesitado de gente como tú y tu pronta salida hace daño, mucho daño.
Tú formas parte de “La otra selección” y de esos 10 años de patrocinio de Pelayo. Esa primera Eurocopa en el 2008 me trae muchos recuerdos. Una de las últimas veces que tuve contacto contigo me comentaste un artículo de A LA CONTRA, “El patrocinio no es para perezosos”, y me hizo ilusión viniendo de ti, estoy seguro de que compartías muchas reflexiones.
Me alegraba conocer a alguien que perteneciera al Racing del Santander, mi segundo equipo. Te conté varias veces —quizá demasiadas— lo de mi abuelo, persona extraordinaria que nació en Santander y que, dada mi afición por el fútbol, me preguntaba siempre por el resultado de mi equipo, el Real Madrid, y por el suyo, el Racing; “…y Paquito, ¿cómo quedó el Racing?”. A partir de hoy, cuando escuche hablar del Racing, ya tendré dos personas de las que acordarme.
Gracias Fernando por cuidar tanto de las marcas y por engrandecer a esta profesión.
Simplemente emocionante!! Grande Paco!!