Kobe Bryant, seis veces campeón de la NBA, fue uno de los protagonistas de la noche de los Oscar al recibir de manos de Mark Hamill (Luke Skywalker) la estatuilla al Mejor Corto de Animación por Dear Basketball (Querido Baloncesto), un film de cinco minutos basado en su amor por el deporte que escribió en 2015, un año antes de poner fin a dos décadas de carrera profesional, siempre con la camiseta de Los Angeles Lakers.

«Como jugadores de baloncesto se supone que debemos callar y driblar. Pero estoy contento de que hagamos un poco más que eso. Gracias a la Academia por este maravilloso honor». Con estas palabras de agradecimiento, Kobe (39 años) hizo referencia a los comentarios hechos por Laura Ingraham, presentadora de Fox News, que había criticado a Kevin Durant y LeBron James por manifestar su oposición al presidente Donald Trump. «Deberían guardarse los comentarios políticos para sí mismos o, como alguien dijo una vez, callarse y driblar», dijo la periodista.
Dear Basketball, dirigido por el prestigioso animador de Disney Glen Keane (La Bella y la Bestia, Enredados, Tarzán, Pocahontas…), está basado en una carta que Kobe Bryant publicó para anunciar su inminente retirada en The Players’ Tribune, una página web que recoge las opiniones de los deportistas profesionales sin mediación de periodistas, y que Gerard Piqué está intentando implantar en el mundo del fútbol.
Las reacciones del mundo del baloncesto por el premio y las palabras de Kobe Bryant no se hicieron esperar. Por algo, es uno de los mitos vivientes de este deporte (máximo anotador en la historia de los Lakers y tercero en la NBA, con 33.643 puntos). Magic Johson, Bill Russell o Shaquille O’Neal felicitaron a Kobe, que estaba pletórico: «Si soy honesto tengo que reconocer que me siento mejor que al ganar un campeonato, se lo juro».
Salute @kobebryant on that Oscar!! #WeAreMoreThanShutUpDribble #UJustContinueToSitBackAndWatch
— LeBron James (@KingJames) March 5, 2018
Las dotes como escritor de Bryant quedan reflejadas en algunas de sus reflexiones en Dear Basketball: «No puedo amarte obsesivamente por mucho más tiempo. Esta temporada es todo lo que puedo darte. Mi corazón puede seguir los latidos, mi mente puede soportar la rutina. Pero mi cuerpo sabe que es la hora de decir adiós».