Se acabó la Liga de Campeones para el Oporto y también para Casillas. Quizá para siempre en el caso del portero español. La eliminación del equipo portugués contra el Liverpool puede que haya cerrado la puerta de esta competición para Iker. Se iría de la Champions en un estadio mítico, Anfield, dejando la portería a cero y contra un equipo que en algún momento pensó que podía discutir al Real Madrid la supremacía histórica en la competición.
En Anfield, el estadio que ahora le despide, vivió Casillas una de las peores noches de su carrera. Fue hace nueve años, un 10 de marzo de 2009, y el Liverpool pasó por encima del Madrid sin piedad. Iker impidió que el 4-0 fuera todavía más humillante. El chorreo de Boluda…
La relación de Casillas con la Champions dura más que muchas relaciones de pareja. Debutó hace casi dos décadas, un 15 de septiembre de 1999, contra el Olympiacos en Grecia (3-3). Desde entonces ha disputado 171 partidos, más que nadie en esta competición, lejos de los 157 de Xavi y de los 152 de Cristiano Ronaldo, el único futbolista que amenaza este récord.
La cifra de Iker podría haber crecido si su entrenador en el Oporto, Sergio Conceiçao, no le hubiera mandado al banquillo sin motivo deportivo aparente durante varios meses. Ocupó su sitio José Sá, que se despidió de la portería de los dragones para volver a la suplencia después del 5-0 de la ida contra el Liverpool.
Estrella precoz, historia del Real Madrid, el capitán de los éxitos de la Selección, Iker se va con tres Champions ganadas (2000, 2002 y 2014) y con la consideración de haber sido el mejor portero de la historia de la competición junto a Gianluigi Buffon. Salvo que una fobia enfermiza te impida admitir tal reconocimiento.